Canarias pugna por tomar un tren aeroespacial que amaga con escapar

Canarias cuenta con todos los ingredientes para erigirse en uno de los principales núcleos europeos para las pruebas con drones, robótica aérea en general y pseudosatélites. Coinciden en ello el sector público y el privado, pero a partir de ahí las opiniones de uno y otro se bifurcan en dos sendas completamente divergentes. Mientras el Gobierno de Canarias antepone la necesaria planificación para no errar el disparo, el Cluster Aeronáutico y Aeroespacial de Canarias (CAAC) advierte de que el número de compañías que aparcan su intención de instalarse en las Islas y se marchan a otras comunidades autónomas se incrementa a gran velocidad.

La incluyera o no la Unión Europea (UE) entre las condiciones que impuso para la aprobación del milmillonario paquete de ayudas tras la crisis del coronavirus, la diversificación de la economía canaria es una obligación que no admite dejar pasar trenes. Entre ellos se cuenta el de la nueva carrera aeroespacial, en la que Fuerteventura, con el estratopuerto (stratoport) que se construye desde el pasado otoño se ha hecho un hueco notable.

La compañía Thales Alenia Space, contratada por la UE para desarrollar el programa EuroHaps (high altitude pseudo satellite), tiene previsto probar dos de sus prototipos desde dichas instalaciones, situadas en el Parque Tecnológico majorero.

Los pseudosatélites son el elemento protagonista de la comercialización de la estratosfera. Esta capa que rodea la tierra –entre los 15 y los 50 kilómetros de altura– está llamada a llenarse de estos artefactos inteligentes que serán conducidos hasta ella mediante globos. Tanto el vehículo como el elemento tecnológico para vigilancia, estudio o control de la superficie terrestre y marina, entre otras funciones, son recuperables.

Esta infraestructura se ha convertido en el buque insignia de la apuesta del Gobierno por el sector aeroespacial. La Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (Aciisi) ha aportado 8,4 millones de euros para su construcción.

Incluido en el Perte

El director de la agencia, Carlos Navarro, recuerda que el estratopuerto "es una de las actuaciones estratégicas incluidas en el Perte (proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica) Aerospacial" aprobado por el Gobierno central y dotado con más de 2.000 millones de euros.

La inversión directa prevista para esta infraestructura se sitúa en el entorno de los 100 millones de euros: once para el estratopuerto en sí; diez, para el Centro de Innovación y Desarrollo de Misiones de Emergencia, Biodiversidad y Seguridad; 27 millones más para el de Soluciones en materia de Biodiversidad dentro del plan Complementario de I+D+i; diez, del RetechFor, y 38 millones de capital de la sociedad creada. En total, 96 millones de euros.

Antes de estar terminado tiene ya comprometidos proyectos presupuestados en 98 millones de euros: 63 correspondientes al EuroHaps, 17 del U-elcome y 18 de RetechFor. Todos a desarrollar en diferentes escenarios, por lo que no es posible cuantificar qué parte de la suma total irá a parar a las instalaciones majoreras.

"Preguntamos al mercado antes", explica Carlos Navarro. Ese el método que, en su opinión, ha de seguirse para que el desarrollo del sector en el Archipiélago no genere frustraciones ni derroches de dinero público incapaces de generar el retorno esperado.

El miércoles, la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, publicó en su cuenta de Linkedin: "Hoy he visitado el Centro de Vuelos Experimentales Atlas en Villacarrillo (Jaén), que atrae proyectos singulares como el de la empresa Lilium". Y añadió: "Estamos haciendo de nuestro país un referente europeo para pruebas de vuelos no tripulados".

Desde el CAAC, su presidente, José Luis García, sostiene que el sondeo entre las empresas ya está hecho, que son muchas las que llegan a Canarias atraídas por "su clima, el diferencial fiscal y la seguridad que supone poder probar en el océano", es decir sin interferir con núcleos poblados. Hace unas semanas, la compañía Startical –formada por Indra y Enaire– programó el lanzamiento de un globo para colocar en órbita satélites destinados a la vigilancia y la mejora de las comunicaciones. Si bien el fuerte viento reinante obligó a aplazar la prueba, esta constituye un ejemplo notable de la pertinencia de impulsar las Islas como banco de pruebas.

Sin embargo, de entre esas compañías que han llegado a preguntar, son ya varias las que han decidido tomar otro camino. La inexistencia de unas "infraestructuras mínimas", añade García, les obliga a ello. "La velocidad que ha tomado este sector obliga a dar respuestas rápidas", afirma el presidente del CAAC.

"El estratopuerto de Fuerteventura está muy bien", afirma por su parte Octavio Camino. Este ingeniero de Telecomunicaciones canario formó parte durante 28 años del equipo de la Agencia Espacial Europea (ESA). En 2020 puso punto y final a esa carrera y retornó a las Islas. Califica su vuelta como "decepcionante" al comprobar cómo "Jaén, Sevilla, Teruel o Alicante", están adelantando al Archipiélago. "Todo el mundo parece encantado con la posibilidad de subirnos a este carro, pero a la hora de hacer no son capaces de concretar nada", lamenta.

Entre esas cuestiones a abordar de manera urgente está la de entender que no basta con las instalaciones majoreras para atender la demanda y que se hace necesario contar con lugares repartidos por el resto de islas en los que poder probar diferentes tipo de innovaciones, no solo pseudo satélites. Algo en lo que coincide el doctor José Francisco López, representante del Personal Docente e Investigador del IUMA (Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada) de la ULPGC.

A él se le encargó, "en 2009", el primer estudio del sector aeroespacial. "Se quedó en nada", afirma. En 2020, el actual Gobierno de Canarias le encargó actualizar aquel documento y dio entrada a, por ejemplo, "los drones, que no estaban desarrollados" al final de la pasada década. Su diagnóstico vuelve a coincidir con el de los anteriores. "Que no estamos hablando de grandes inversiones, casi basta con pasar una apisonadora por una pista", clama. 

Ante la ausencia de ese campo de pruebas, el Archipiélago ha visto desfilar durante los últimos años a compañías como Globalvia, B2Space –encargada del lanzamiento de prueba pendiente de Startical–, Deimos, Destinus o Lilium. Todas han terminado buscando otros lugares.

Aerotaxis eléctricos

Sí, la alemana Lilium, la que el miércoles probó un dron no tripulado en Jaén, "estuvo aquí", asegura José Luis García, "porque en invierno no podía hacer pruebas en Alemania, pero se tuvo que marchar". Esta compañía avanza en la generación de aerotaxis eléctricos –"robótica aérea", concreta López– para hasta siete personas y con una autonomía de vuelo de entre 150 y 200 kilómetros. 

"Ya se ha anunciado la utilización de este tipo de drones en los Juegos Olímpicos de París del año próximo. Lo que sería poder decir que nacieron en Canarias", continúa García. "Para que cambie algo en el campo aeroespacial, es necesario que cambien las personas que están en la política", insiste Octavio Camino. Las empresas necesitan "normas claras, una burocracia mucho más reducida que la actual y esas infraestructuras mínimas que no suponen grandes inversiones", sentencia.

"¿Debe el sector público pagarlas para que las empresas privadas las utilicen?", se pregunta Carlos Navarro. No solo en lo que respecta a las de nueva creación, también en el alquiler de alguna que ya existe como puede ser el aeródromo de El Berriel en el Sur de Gran Canaria. Además, organizando la convivencia con otros sectores como el turístico, "porque es en esa zona donde Gran Canaria tiene el grueso de su planta alojativa. ¿Qué pasa si un aparato se descontrola y va a parar a un hotel?", vuelve a lanzar una pregunta retórica el director de la Aciisi para incidir en la necesidad de ordenar la actividad.

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A la primera de las cuestiones contesta José Francisco López citando a la Tedae (Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio) y su cálculo sobre el retorno de las inversiones en este ámbito. "Por cada 100 millones de euros de inversión público-privada se generan 860", afirma.

España acaba de conceder una subvención de 26,7 millones a la startup suiza Destinus, empeñada en construir drones hipersónicos alimentados con hidrógeno capaces de recorrer el trayecto entre Europa y Australia en cuatro horas. "También estuvieron aquí y hasta entablaron conversaciones con la ZEC" (Zona Especial de Canarias), lamenta José Luis García.