POLÍTICA MONETARIA

El FMI prevé la vuelta a tipos de interés prepandemia tras el control de la inflación

La institución reaviva el debate sobre el "nivel apropiado de la meta de inflación" ante el coste social de una inflación más alta

El FMI prevé la vuelta a tipos de interés prepandemia tras el control de la inflación.

El FMI prevé la vuelta a tipos de interés prepandemia tras el control de la inflación.

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La temida subida de los tipos de interés no debería prolongarse más de lo necesario. Ese es el mensaje tranquilizador del Fondo Monetario Internacional (FMI) que prevé la vuelta a tipos de interés prepandemia tras el control de la inflación. La previsión puede calmar la situación de alarma en el mercado inmobiliario, que teme una profunda crisis de actividad en España, y potencia la discusión sobre las políticas económicas a afrontar en los actuales momentos de incertidumbre financiera. En concreto el FMI considera que los tipos de interés reales, descontando la inflación de la tasa nominal, regresarán al nivel previo a la pandemia una vez que la inflación haya sido controlada. La incógnita imposible de descifrar es el plazo en el que ese control de precios se conseguirá.

La institución considera probable que los aumentos recientes en las tasas de interés reales "sean temporales" y anticipa que, cuando la inflación deje de ser una amenaza, los bancos centrales de las economías avanzadas "flexibilicen la política monetaria" y lleven las tasas de interés reales a los niveles previos a la pandemia. Markus Brunnermeier, profesor de Economía en la cátedra Edward S.

Sanford, de la Universidad de Princeton, apunta en la web del FMI que ante la actual situación de la economía los bancos deben adaptar sus estrategias y "modificar su enfoque" y "mantener su independencia solo si prometen no ceder a ningún deseo de los gobiernos de monetizar el exceso de deuda, lo que entonces obligaría a las autoridades a recortar el gasto o aumentar impuestos, o ambos, es decir a aplicar medidas de consolidación fiscal".

En el caso de las grandes economías emergentes, las proyecciones conservadoras sobre futuras tendencias demográficas y de productividad sugieren una convergencia gradual hacia las tasas de interés reales de las economías avanzadas. En este sentido, el FMI advierte de que el ajuste hacia los niveles anteriores a la pandemia dependerá de si se materializan escenarios alternativos que implicasen una deuda y un déficit público persistentemente más altos o una fragmentación financiera. Para el Fondo esto significa que es probable que vuelvan a aparecer los problemas asociados con el "límite inferior efectivo" de las tasas de interés y los "(tipos de interés) bajos por mucho tiempo".

"Las políticas no convencionales a través de la gestión activa de los balances del banco central y la orientación a futuro pueden convertirse en herramientas de estabilización estándar, incluso en los mercados emergentes", apunta el FMI. Un riesgo internacional es que la actual situación económica mundial también apunta a una creciente fragmentación de la inversión directa extranjera. Los flujos de capitales se concentran cada vez más en países geopolíticamente estratégicos. Por ello, varios países de mercados emergentes y en desarrollo son muy vulnerables a la relocalización y las diferencias entre países pueden incrementarse en los próximos años.

Hacia la tasa de interés natural

La tasa de interés natural —la tasa de interés real que ni estimula ni contrae la economía— es importante tanto para la política monetaria como para la política fiscal; es el nivel de referencia para calibrar la orientación de la política monetaria y un determinante fundamental de la sostenibilidad de la deuda pública. El análisis del FMI indica que una vez que el actual episodio inflacionario haya pasado, es probable que las tasas de interés retornen a los niveles previos a la pandemia en las economías avanzadas. Lo cerca que lleguen a situarse las tasas de interés de esos niveles dependerá de si los escenarios alternativos, con deuda y déficits públicos persistentemente más elevados o con fragmentación financiera, se materializan.

Para el organismo financiero los debates sobre el "nivel apropiado de la meta de inflación" también pueden resurgir entre los economistas a medida que los países sopesan el coste social de una inflación más alta frente a las limitaciones de una estabilización ineficaz por el límite inferior efectivo. Por otro lado, las tasas de interés reales más bajas de forma permanente también aumentan el espacio fiscal y permiten que las autoridades fiscales asuman un papel más activo en la estabilización de la economía, siempre que se garantice la sostenibilidad fiscal.

En este caso, para la institución es crucial aclarar el alcance y las responsabilidades de las autoridades fiscales y monetarias para evitar daños a largo plazo a la credibilidad de los bancos centrales. Sobre esta cuestión, el FMI apuntaba la semana pasada que el diseño de la política fiscal por parte de los gobiernos puede ayudar a los bancos centrales en su lucha contra la inflación y, por tanto, limitar así la necesidad de subir los tipos de interés, al tiempo que se protege mejor a los colectivos más vulnerables.

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"Cuando los bancos centrales actúan solos, sin el apoyo de la política fiscal, necesitan aumentar sustancialmente las tasas de interés para combatir la inflación", señalaba en un artículo el director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar, apuntando que el ajuste fiscal "permite aumentar menos las tasas de interés para contener la inflación", informa Europa Press.

El FMI sostiene que, si bien la política monetaria "está en el asiento del conductor en la batalla contra la inflación", la política fiscal puede ayudar con el diseño de un ajuste fiscal bien dirigido a respaldar al banco central en la búsqueda de la estabilidad de precios, mientras que se protege a los vulnerables de la crisis por el aumento del coste de vida.