PERFIL

Silvia Bach (Motocard), una triatleta que pasó de la moda a las motos

  • La empresaria ha abierto mercados en Oriente Próximo, Europa, África y América Latina con empresas como Parfois, Pronovias y Guess

Silvia Bach, CEO de Motocard

Silvia Bach, CEO de Motocard

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La presencia de mujeres en el mundo de las motos ha sido tradicionalmente minoritaria. El sector, tanto a nivel de competición como en la calle, ha estado dominado por los hombres. Una época que cada vez queda más atrás en el tiempo. En 2015, obtuvieron el permiso A2 un total de 6.884 mujeres en España, cifra que ha ido al alza hasta duplicarse en 2021 y llegar a 12.441 nuevas conductoras, según la Dirección General de Tráfico (DGT). 

Motocard, marca catalana líder en la distribución de equipamiento de moto a nivel europeo, facturó 80 millones de euros el pasado año pilotada por una mujer: Silvia Bach (Barcelona, 1975), una apasionada de los deportes con vocación internacional. "Las motos aún forman parte de un sector supermasculinizado. Nosotros esponsorizamos a la única campeona del mundo en motociclismo, Ana Carrasco, por octavo año consecutivo", destaca.

La directiva barcelonesa compagina su faceta como empresaria con 370 trabajadores a su cargo con competiciones de triatlón de larga distancia en todo el mundo y el cuidado de sus cinco perros adoptados. Entrena 15 horas a la semana, hace 30 años que no come carne y nunca ha recibido la llamada de la maternidad.

Vocación de trotamundos

Se formó en Madrid, Barcelona, EEUU y Suiza, aunque también ha residido en la República Checa, Rusia y Sierra Leona, países donde practicó los siete idiomas que domina. "De pequeña siempre quise ser periodista de guerra o presidenta del Comité Olímpico Internacional (COI)", explica Bach.

Fue esa vocación de trotamundos la que atrajo a Stradivarius a contactar con ella para que llevara su expansión internacional, después de pasar varios años trabajando como periodista para medios reconocidos como la COPE y TV-3. En 2003, la marca de ropa desenfadada acababa de ser adquirida por Inditex por unos 110 millones de euros y solo tenía tiendas en España y Portugal. El grupo de Amancio Ortega no dudó en fichar a Bach, que le abrió puertas en muchos países. "Fueron mi gran escuela, una lección de vida y quienes sentaron las bases de mi carrera", recuerda.

Directora de operaciones de Guess en Europa, directora global de retail de Pronovias y gerente en España de Parfois fueron posiciones que asumió a raíz de esa experiencia. Con ellas, abrió decenas de mercados en Oriente Próximo, todos los países de Europa, África y América Latina. Experiencias que recuerda como "fascinantes" y que nunca olvidará. "No me llamaba la atención especialmente la moda, era el hecho de leer los proyectos, adaptarlos a los diferentes países y aterrizarlos lo que me gustaba", matiza después de toda una vida dedicada al fashion.

Le encanta cargarse de retos, porque dice que sin ellos "no hay motivación". Por eso no se lo pensó dos veces cuando le plantearon dirigir una empresa como Motocard. "Decidí cambiar de sector y enfocarme en un proyecto omnicanal. Y desde que Motocard se cruzó en mi camino, estoy enamorada del sector", apunta.

Dar valor al entorno

Liderar un equipo no tiene secretos para ella, quizá por ser la mayor de siete hermanos. "Las personas son lo más importante. A mí me gusta que me den confianza y así lo hago con los demás. Si cohíbes y riñes, acabarán haciendo lo que tú quieres, pero dejarán de crecer y empujar a mejorar a la organización". La empresa de Solsona, que vende a 135 países, acaba de cumplir 40 años y hizo un salto en su crecimiento después de que el fondo de private equity Abac Capital comprara el 75% de la empresa en 2018, explica Bach.

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Otro aspecto que ha buscado siempre como empresaria es ofrecer un valor al entorno y a la sociedad más allá de vender un producto u obtener un beneficio económico. Por ello, ha llevado a Motocard a obtener el sello de certificación en sostenibilidad, inclusividad y gobernanza B Corp. Tras suspender el test, reorientó los procedimientos y la actividad de la empresa para conseguirlo. Tardó año y medio, y ahora forma parte de ese selectivo de empresas. "No tenemos impresoras, los grifos son electrónicos y marcamos límites para el uso del agua. Además, llegamos a reducir dos toneladas de packaging", destaca entre las transformaciones.

En su vida personal prefiere mantener los hábitos: el buen café, conocer nuevos restaurantes, ver Netflix y devorar podcast mientras conduce. Aunque también ha apostado por autopublicar un libro en Amazon que ha titulado Mejorar los resultados de tu tienda depende de ti. Le encanta hablar en público y da clases en varias universidades, sin embargo, reconoce que las cosas más importantes en la vida, como son "gestionar emociones, conflictos o tomar decisiones", en realidad no se enseñan, sino que se aprenden con ensayo y error.

Espíritu conseguidor

Silvia Bach define la filosofía que encamina su vida como "conseguidora". "Llegaré allí donde quiera llegar y donde pueda hacer las cosas que quiero hacer dentro de las empresas", explica. Para ello, considera que es importante ocupar un puesto elevado o estar a cargo de personas, con funciones que le den cierta libertad. "Nunca he necesitado ser CEO ni presidente, pero sí que quiero tener libertad de acción", añade. Los títulos no significan nada para ella, porque al final opina que se recuerda a la gente "por lo que hace", algo que aprendió sobre todo en Inditex. Considera que es un error que no se confíe en las mujeres para los puestos directivos porque "conocen muy bien lo que es tirar adelante proyectos imposibles".