Una sociedad conectada a alta velocidad

Niños que asisten a sus clases a través de internet, hogares conectados a la red de alta velocidad, empresas que cierran sus oficinas gracias al teletrabajo y nuevos modelos de negocio, como el de suscripción. Estos son algunos de los resultados del avance de la digitalización en España, que ha acelerado desde que estalló la pandemia de covid. Tras la crisis sanitaria, se ha demostrado que la actividad resiste mejor en los países más digitalizados. Y España ocupa el séptimo puesto en la Unión Europa según el último índice DESI de la Comisión Europea en 2022. Se encuentra por detrás de Finlandia, Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Irlanda y justo después de Malta. 

"Todo lo relacionado con las nuevas tecnologías, la innovación, la I+D y las energías renovables va a seguir siendo central en el proceso de modernización y transformación, y ahí las empresas españolas están muy bien situadas y en muchos casos incluso ocupan posiciones de liderazgo internacional", destaca Antonio Garamendi, presidente de la CEOE.

Los fondos europeos tienen un papel clave en esta transformación digital. Unos 140.000 millones de euros que se están inyectando en la economía con la digitalización como uno de los ejes principales para transformar las pymes, mejorar la ciberseguridad, reducir la brecha de género en el ámbito e invertir en empresas en crecimiento (scale-ups). "Los fondos europeos Next Generation asignados para nuestro país son una oportunidad extraordinaria; una inyección de recursos que requiere de la colaboración público-privada y de la cooperación entre empresas para su gestión eficiente y que pueden suponer un nuevo salto de progreso y bienestar para las empresas y el conjunto de la sociedad", indica José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España.

Palanca esencial

Cara al futuro, una de las tecnologías más cruciales será el 5G. Su despliegue supondrá inversiones por valor de más de 5.000 millones de euros y la creación de más de 300.000 empleos, según el Índice de la economía y la sociedad digitales. También se perfila como una palanca esencial para promover la sostenibilidad medioambiental, reduciendo las emisiones anuales totales de la UE hasta en un 20%. Por otro lado, merecen especial atención las denominadas tecnologías disruptivas (inteligencia artificial, IoT, big data, 4D o nanotecnología) y la industria asociada a los bienes equipo, fundamental para garantizar nuestra competitividad y nuestra autonomía tecnológica e industrial", indica Carles Puig de Travy, decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya.

Para Marisa Estévez, directora de operaciones globales de British Telecom (BT), el desarrollo de tecnología para chips es también importante porque "puede cubrir toda la cadena de valor, desde la investigación de materiales o el diseño de los mismos hasta el desarrollo y la fabricación". 

En 2021, casi una cuarta parte del PIB (22%) procedió del impacto directo o indirecto de este sector, que alcanzó una facturación de 114.493 millones de euros, según el último Barómetro de la economía digital Ametic de 2022. El número de empresas llegaron a su récord, 36.541, y los trabajadores ascendieron hasta los 582.412. Para activar esta digitalización y que sea sostenible, el mejor mecanismo es "la colaboración público-privada, con ecosistemas sectoriales y clústeres industriales", además de los fondos europeos Next Generation, concluye Domingo Mirón, presidente de Accenture en España, Portugal e Israel. 

Oficina con vistas

Con este panorama, el empleo deja de estar anclado a la oficina y, con una mochila, un portátil e internet se puede trabajar en cualquier lugar y a cualquier hora. Los nómadas digitales son los que lo llevan a la práctica. Actualmente, el 26% de los españoles son nómadas digitales o están preparándose para iniciarse en esa forma de vida, según una encuesta realizada por Rumbo. Los destinos que más triunfan en España para ejercer profesionalmente son Canarias, Málaga y Asturias, mientras que fuera del Estado destacan Portugal, la República Dominicana e Italia.

"Merecería la pena desarrollar una estrategia para que España sea el principal país destino de las nuevas generaciones de nómadas digitales que buscan destinos atractivos para vivir", destaca David Samu, socio responsable de EY-Parthenon. Esta figura ha quedado regulada gracias a la aprobación de la ley de start-ups del Gobierno de coalición, siguiendo los pasos de otros países de la UE como Portugal e Italia, con una serie de medidas fiscales, mercantiles y migratorias.

Nuevas generaciones

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Este contexto ha obligado a la adaptación de la humanidad durante largos años. Sin embargo, las nuevas generaciones se sienten como pez en el agua. El 95% de los niños de 10 a 11 años utilizan el ordenador y nueve de cada diez del grupo de 13 tienen un teléfono móvil, como refleja el estudio El uso de las tecnologías por los menores del Gobierno. Su realidad pasa a ser online en muchas ocasiones con los videojuegos, TikTok, Whatsapp y el móvil, que marcan su manera de relacionarse, divertirse, comprar o enamorarse. Pueden obtener información a través de múltiples vías y, al llegar al mundo laboral, se encuentran con nuevas profesiones ligadas completamente a esta realidad: análisis de datos, el metaverso o la inteligencia artificial.

Será necesario para el sector que muchos estudiantes se encaminen hacia estas modalidades para combatir uno de sus principales retos, la brecha de talento digital. Las vacantes estimadas ascienden a 120.400, apunta DigitalES. Otro de los retos más importantes está en mejorar la igualdad de género. Por cada hombre ocupado, hay 0,34 mujeres, revela el estudio El coste de oportunidad de la brecha de género en las profesiones digitales de ClosinGap y AFI.