Protesta transportistas

Los supermercados se llenan para evitar un nuevo marzo con el paro transportista

Algunas tiendas sienten la sobredemanda de determinados productos, como la leche

Manifestación de 200 camiones en marzo (A Coruña).

Manifestación de 200 camiones en marzo (A Coruña).

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Jorge Garnelo

Las imágenes que trajo consigo el paro del transporte en marzo, momento en el que la inflación asfixió tanto a los camioneros que su protesta se extendió por toda España, no quieren volver a la memoria de los supermercados. O más bien son ellos los que no quieren volver a recordarlas. Esas estampas con estanterías casi desiertas, tras jornadas y jornadas sin circulación de producto, contrastaban entonces con el lleno que se vivía en las carreteras nacionales. Parece que no será así en las movilizaciones indefinidas que ha vuelto a convocar la Plataforma en Defensa del Transporte desde el próximo lunes. Pero, aunque cuente con el sonoro rechazo de la gran mayoría del sector, así como del Gobierno y las numerosas entidades e instituciones que estos últimos días han cargado contra esta iniciativa, tildada de "innecesaria" y "perjudicial" para el tejido empresarial y la población, las grandes cadenas alimentarias no se la piensan 'jugar'. Esta semana, muchas se han aprovisionado de diferentes productos, fundamentalmente duraderos, con el objetivo de evitar un desabastecimiento que no se espera pero para el que ahora están preparadas. Para que noviembre no se convierta en un 'nuevo marzo' que pueda impactar en sus cuentas y en la nevera de los hogares españoles.

Por ejemplo, una de las empresas que ha dado este paso es Vegalsa Eroski, que cuenta con una red comercial de 270 tiendas con presencia en Galicia, Asturias y Castilla y León. Según destacan fuentes de la compañía en declaraciones a Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, a nivel general se han tomado precauciones, ejecutando “un plan de contingencia” que valora diferentes escenarios. “Se han abastecido las tiendas esta semana para surtir a los clientes independientemente de lo que pase”, explican, señalando que estos productos son principalmente de alimentación seca y determinados frescos no perecederos. A mayores, certifican que se ha notado “un mayor acopio” por parte de los consumidores estos días, si bien no es tan exagerado como en la última movilización del transporte o durante la pandemia del coronavirus.

Más alimento en los locales

A pequeña escala, el aumento del 'stock' ya se percibe en las tiendas de Vigo, como el Supercor Express de Rúa Bolivia, donde han optado por adelantar los pedidos. “Los que íbamos a hacer la semana que viene, los hemos hecho esta”, comenta uno de sus trabajadores, remarcando que la mayoría de estos productos son duraderos.

Dicha medida también se ha tomado en otros establecimientos de Vigo, como en el supermercado Plenus de Avenida Hispanidade. En otros locales, como el Froiz de Rúa Uruguay, han aumentado “un poquito” el estocaje aunque aseguran que es “algo normal en estas fechas” y que igual sienten un nuevo incremento estos días.

En general, estos y otros negocios consultados corroboran que la afluencia es normal, si bien en algunos como el Autoservicios Familia, localizado en Rúa México, evidencian que productos como la leche están siendo más demandados que habitualmente. “La gente ha cargado más”, explica una dependienta, si bien no lo asocia directamente a la huelga y también se refiere a la subida que ha experimentado el precio de los lácteos. Lo mismo certifican en el Froiz de Avenida Camelias, donde algún que otro cliente “ya comentó de llevar un poco más por si con el paro escaseaba”.

Por su parte, en el Frutas Nieves de Rúa Venezuela señalan que la gente, por ahora, “está comprando normal”. “Igual mañana o pasado nos comentan algo, pero de momento las entregas que han venido han sido como las demás”, dicen desde la tienda. En su caso, el producto es más fresco y tampoco es factible almacenarlo durante muchas jornadas sin distribuirlo.

"Esto no termina nunca"

Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) –primera organización empresarial de distribución alimentaria de España–, su director general, Ignacio García Magarzo, indica a Faro de Vigo que “si las empresas tiene que tomar esa decisión –la de aprovisionarse–, lo tendrán que hacer”, aunque asegura que “no tiene ningún sentido”. “Respetando las demandas de los transportistas no se puede poner en jaque a la cadena de alimentación y amenazar con paralizar”, expone, destacando que “cuesta muchísimo dinero anticipar las descargas” y el ahora no se lo pueden permitir.

“La sensación que tenemos es que esto no termina nunca”, asevera el responsable de la citada entidad, a la que se remiten fuentes de Gadis, Mercadona y Lidl consultadas por este periódico por las medidas tomadas para evitar el impacto de la movilización transportista. Del mismo modo, considera que las empresas de su ámbito en este momento “lo que hacen es hablar con sus proveedores de transporte” para garantizar el suministro. Y resalta que no han notado “ningún cambio en la tendencia del consumidor” y confían en que no llegue.

El Gobierno promete inspecciones pero no frena la protesta indefinida

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se reunió este jueves con representantes de la Plataforma en Defensa del Transporte –convocante del paro que llama al sector a movilizarse indefinidamente desde el lunes que viene– sin lograr frenar sus 'ganas de protesta'. Liderada por Manuel Hernández, que este jueves tras el encuentro aseguró que "el paro continúa", la entidad se mantuvo 'en sus trece' pese a que el Gobierno recordó que en las próximas semanas aprobará un “plan de inspección” para controlar que se cumplen las nuevas leyes en el sector respecto a precios, morosidad, y carga y descarga.

El departamento de Raquel Sánchez puso en valor las medidas aplicadas por el Ejecutivo del que forma parte –entre ellas los 900 millones en ayudas directas (2.500 euros para cada camión, por ejemplo) o los 20 céntimos de descuento en carburantes (hasta 4.200 euros menos por camión cada seis meses)– mientras el citado colectivo exigió –entre otras cosas– que en los contratos de carga se elimine la imposibilidad de denunciar al cargador en determinadas situaciones. Desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) no dudaron en tildar su paro de "auténtica irresponsabilidad".

La ministra de Transportes avisa: "La reivindicación de los transportistas no puede dañar a la sociedad"

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha manifestado, sobre el paro de transportistas que comenzó este lunes, que "ninguna reivindicación puede plantearse al precio de dañar a otros sectores económicos y al conjunto de la sociedad", según declaraciones recogidas por Europa Press.

Así lo ha señalado durante su participación en el III Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades, donde ha mostrado su respeto "absoluto" a la manifestación, aunque considera que este paro "no contribuye en nada a paliar los déficit que el sector haya podido encontrar en la aplicación de la ley".

Por eso, ha vuelto a llamar a la responsabilidad y ha defendido que las mejoras se consiguen trabajando y dialogando entre las partes, como las ya consensuadas en el último año con el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), el órgano en el que están representadas las principales organizaciones empresariales del sector, elegidas en elecciones internas.

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"Nos hemos esforzado mucho en el último año y medio para cambiar las condiciones del transporte, generado mejores relaciones entre cargadores y transportistas, dando respuesta a unas reivindicaciones históricas para garantizar condiciones dignas y que no trabajen a precios por debajo de costes, introduciendo la revisión de precios del coste del combustible e implementando ayudas históricas", ha añadido la ministra.

Al margen del paro de los transportistas de la Plataforma en Defensa del Transporte, Sánchez ha repasado las principales políticas de su Departamento, destacando dos grandes objetivos medioambientales: reducir en un 35% el tráfico en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y alcanzar una cuota en el transporte de mercancías por ferrocarril del 10% para el año 2030.