LA COSECHA 2023, EN JUEGO

El gigante agrícola español alerta de los estragos de la sequía: "Sin agua, no hay futuro para el campo"

La cooperativa Dcoop, que aglutina a 75.000 agricultores y ganaderos, pronostica un aumento del hambre en el mundo por la inflación, el bloqueo de los fertilizantes por la guerra y las malas cosechas por falta de agua

La sequía de este año, resultado del cambio climático

La sequía de este año, resultado del cambio climático

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El campo necesita agua urgentemente. Dcoop, la mayor cooperativa agrícola de España y mayor productor mundial de aceite de oliva y aceitunas del mundo, ha advertido de las dificultades que está atravesando el sector agrario debido a la escasez de agua. “Sin agua, no hay aceite ni vino ni futuro para el campo, que se convertirá en desierto”, ha apuntado Antonio Luque, presidente de Dcoop, en un almuerzo informativo en Madrid. 

La cooperativa espera vender este año un 30% menos y el Gobierno estima una caída en la producción de aceite cercana a la mitad. “El lobo viene para el presidente y todos los españoles”, ha advertido Ángel Villafranca, vicepresidente de Dcoop y presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España. “Esta situación, con una inflación generalizada, tras una pandemia, una guerra y ahora la sequía, no la hemos vivido nunca”, ha señalado Luque. Los embalses de agua se encuentran en este momento al 31% de su capacidad, con las cuencas meridionales en una situación crítica.

Dcoop es una cooperativa que concentra la mayor parte de su actividad en el sur de España. Aglutina a más de 75.000 agricultores y ganaderos y en 2021 obtuvo una facturación de más de mil millones de euros. “Prevemos que este año va a ser muy complicado, con una mayor tensión en los mercados”, pronostica el presidente de la organización agrícola, quien estima que la campaña de 2021-2022, que se ha salvado de la extrema sequía que estamos viviendo, les hará cerrar el ejercicio con una facturación de 1.200 millones de euros. "Nos estamos jugando la cosecha del año que viene", ha señalado.

Aumento del hambre

“Llevamos años hablando de esto”, ha denunciado Rafael Sánchez de la Puerta, director general del grupo agrícola. “En este país hay que volver a hablar de pantanos, trasvases y desaladoras”, ha señalado Luque. “La discusión debe ser garantizar los suministros durante el año”, ha apuntado Villafranca. El temor por la falta de agua es compartido por el propio sector que gestiona el preciado recurso.

En un encuentro organizado con expertos por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA la semana pasada, los ponentes advertían de la caída de las precipitaciones y el aumento de las catástrofes. “Los dos principales retos del agua en el futuro son su escasez, con un 25% menos de aportaciones, y un incremento del 30% de riesgo de inundación por fenómenos extremos, como las DANA”, pronosticó Joaquín Pérez Novo, director de Desarrollo de Negocio en Agua Alta en Agbar, en aquella mesa redonda.

La inflación, el bloqueo de los fertilizantes por la guerra de Ucrania y la sequía en Europa están destrozando las cosechas. “Va a haber más gente que muera de hambre”, ha indicado Antonio Luque. La cooperativa considera que los dirigentes europeos deben trazar una política que “garantice la seguridad alimentaria en el continente” y promuevan que se desarrollen más iniciativas que renueven el agua desechada en las ciudades y mejoren la recirculación del recurso.

Contracción mundial

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Dcoop es uno de los mayores exportadores agrarios del globo. El grupo mantiene actividad en más de setenta mercados, siendo el estadounidense el más importante. Un tercio del valor de las exportaciones proviene del país norteamericano y en 2021 facturaron más de 159 millones de euros.

La cooperativa advierte que los próximos meses el mercado mundial va a sufrir una contracción. “La oferta y la demanda deben ajustarse”, ha apuntado Luque. Dcoop cree que a caída del mercado ibérico será suplida, en parte, por otros países del arco mediterráneo como Túnez o Turquía. “Nos van a pegar un buen bocado”, ha comentado el presidente de Dcoop. Sin embargo, estiman que no compensará la caída mundial, que cerrará con menos aceite y otros alimentos como los cereales que en 2021.

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