La última víctima de la crisis energética: Duralex baja la persiana

Es un clásico en los hogares españoles, sobre todo en casa de los abuelos. Pero es posible que los vasos y platos naranjas y verdes irán desapareciendo paulatinamente. La marca francesa de cristalería Duralex ha decidido cesar su actividad, en gran parte debido a la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania. El precio del gas es un coste inasumible para le empresa gala, que ha anunciado que sus hornos no funcionarán más, al menos de forma temporal.

"En condiciones normales, los precios de la energía en la fabricación de vidrio pueden representar entre un 5% y un 7%. En estos momentos representa el 46% de la facturación, y esto hace que sea absolutamente inviable", ha explicado el directo de la fábrica, José Luis Llacuna, a TV3. La empresa calcula que estará vendiendo su stock durante otros seis meses.

Sin duda, los más afectados por esta medida son los 250 trabajadores que Duralex tiene en nómina. Todos se irán al paro, pero al menos cobrarán el 95 por ciento de su sueldo en virtud de las ayudas en vigor en Francia.

No es el primer escollo que se encuentra la empresa gala en su historia. En 2020 y tras 75 años de actividad Duralex fue declarada en quiebra por un tribunal comercial de Orleans.

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En su máximo apogeo, la producción de la empresa era llevada por 1.500 personas. Y, por supuesto, su expansión llegó a España, más concretamente a Azuqueca de Henares (Guadalajara) donde hubo una filial española con 500 trabajadores.

Sin embargo, a finales de 1990, después de ser vendida por su dueño, la popular vajilla comenzó su declive. Los nuevos propietarios la llevaron a los números rojos y en 2007 se inició la fase de liquidación judicial, poniendo fin así a una las empresas más icónicas del siglo XX.