CRÍTICA

'Soy otra', de Svetlana Cârstean: juego de perspectiva

En su nuevo poemario, la autora actualiza en femenino la célebre afirmación rimbaudiana "je este un autre"

La poeta Svetlana Cârstean, autora de 'Soy otra'

La poeta Svetlana Cârstean, autora de 'Soy otra' / EPE

Pilar Muñoz Aguilar

Bajo el escenario del transcurso de los días y los versos, la autora se halla en continua búsqueda de su propia identidad. Svetlana Cârstean aborda directamente a ese «yo» existencial para descubrir y entender qué aspectos y singularidades la conforman en su ser y estar en este mundo.

Svetlana Cârstean (Botoșani, Rumanía, 1969) es una de las voces actuales más significativas del panorama poético rumano actual. Ha publicado La flor del tornillo de banco (2002), Gravitación (2015) y Trado (2016) escrito con la poeta sueco-iraní Athena Farrokhzad. Entre otros premios ha recibido el Premio para Poetas Noveles de la Unión de Escritores Rumanos y el Premio Nacional de Poesía Mihai Eminescu.

En su poemario, ‘Soy otra’, la poeta rumana, desde la soledad de una punzante orfandad, siente la urgente necesidad de reconocerse en la historia y de asirse al espacio que habita.

Ni siquiera su propia imagen ante un espejo es una prueba efectiva en la que pueda encontrar la respuesta definitiva, ya que el presente no se puede asir ni detener, y de forma súbita ya es pasado, transformando al 'yo' presente en otro, de ahí el título 'Soy otra'.

Juego de identidad

En este juego de identidad, la autora plantea incluso la impostura de la propia imagen ante una cámara cuando se busca solo el ángulo y la perspectiva que se pretende transmitir al otro. De nuevo, el yo real se difumina y distorsiona en el breve espacio que transcurre entre la hora y lo que el receptor percibe. De esta forma, la dualidad entre la realidad y la irrealidad impide configurar la propia imagen, así como poder sentir la sensación reconfortante de poder definirse.

Svetlana Cârstean habla de la necesidad de sentirse ubicada en la historia, en la suya propia, en un mundo en que, acechado por la guerra, el dolor y el difícil engranaje de los diferentes idiomas, el individuo sigue siendo ante todo un ser sintiente que comparte una misma materia.

La ausencia de la madre duele y, sin embargo, huérfana, con carencia de esa presencia esencial desde su nacimiento, la poeta se rebela contra el dolor y la pena en un esfuerzo por ahuyentarlo, por huir de ese profundo vacío que la ha abocado a estar en continua búsqueda de sí misma, de sus orígenes, de su propia singularidad en presente.

Su voz busca una segunda mitad y evoca o se dirige a una segunda persona que no está presente, con la que conversa, como esos niños que inventan un 'amigo imaginario', que los escuche y reconforte; alguien con quien compartir las confidencias. El lenguaje se convierte en aliado de lo que se quiere expresar gracias a la ductilidad de su fisonomía. Las palabras conforman el instrumento esencial para jugar a encontrarse a uno mismo, reconstruirse, crear e imaginar antes de que el tiempo lo mute todo de nuevo.

'Soy otra'

Svetlana Cârstean

Traducción de Corina Oproae

Visor

220 páginas

15 euros