CRÍTICA

Guillermo de Torre, entre el orden y el azar

Domingo Ródenas de Moya ha reconstruido la vida y la obra del intelectual español en un libro que es mucho más que una biografía: una contribución fundamental a la historia cultural hispana en el siglo XX

El intelectual español Guillermo de Torre

El intelectual español Guillermo de Torre / EPE

Andrés Sánchez Robayna

En toda vida humana, el azar impone un "misterioso orden" a la existencia, un orden que solo se hace verdaderamente visible al final de la existencia misma, cuando "las decisiones y accidentes del vivir" parecen cobrar un sentido. Sobre este principio –un tanto borgesiano y aclarado hacia la mitad del trabajo– ha organizado el crítico e historiador literario Domingo Ródenas de Moya (Cehegín, Murcia, 1963) un ensayo de reconstrucción de la vida y la obra de un intelectual y escritor representativo como pocos del siglo XX hispano, Guillermo de Torre (Madrid, 1900-Buenos Aires, 1971).

Ocurre, sin embargo, que conceptos opuestos como son el orden y el azar constituyen igualmente categorías o ejes metafóricos para designar la seguridad y la aventura, la tradición y la vanguardia, la norma y la experimentación, lo invariable y la novedad. Un clásico del siglo XX, el vanguardista Guillaume Apollinaire, escribió hacia 1915 en uno de sus poemas más conocidos: "Yo sé sobre lo antiguo y lo moderno todo cuanto un hombre debe saber / … Entre nosotros y para nosotros amigos míos / Juzgo esa larga disputa entre la tradición y la invención / Entre el Orden y la Aventura".

El asunto arrancaba de los tiempos de Charles Baudelaire, cuando, para afirmar la idea de modernidad, aseguraba que el arte debía ser una dialéctica entre lo fugaz y lo eterno: "La modernidad es lo transitorio, lo fugitivo, lo contingente, la mitad del arte, cuya otra mitad es lo eterno e inmutable".

Aciertos

El primer acierto de Ródenas en su libro El orden del azar. Guillermo de Torre entre los Borges, donde los aciertos abundan, es haber sabido condensar en una expresión sintética tanto el "ordenado azar" de una vida y una obra como las categorías estéticas que parecen simbolizar por encima de cualesquiera otras el esfuerzo crítico de Torre a lo largo de muchos años. Si este tituló en su día (1943) uno de sus libros La aventura y el orden, Ródenas da otra vuelta de tuerca acercando los dos conceptos y unificándolos. No cabe hallar un emblema más certero para definir una trayectoria intelectual que giró siempre en torno al sentido de esas dos nociones centrales en la cultura de la modernidad.

Se trata de un minucioso ensayo de reconstrucción de un período cultural lleno de no pocas alturas y relieves

Lo que se presenta como una biografía del protagonista y su medio familiar (los hermanos Jorge Luis y Norah Borges, esposa de Torre), sin dejar de ser una "biografía de grupo", va mucho más lejos. Se trata de un minucioso ensayo de reconstrucción de un período cultural lleno de no pocas alturas y relieves, y del cual Torre fue al mismo tiempo tanto intérprete y protagonista como crítico y compañero de viaje.

Articulado el ensayo en una secuencia cronológica de seis bloques formados por breves y atrayentes capítulos encadenados, la serie se interrumpe otras tantas veces para situarnos en los momentos finales de la vida de Torre en Madrid y Buenos Aires (1970, 1971) con objeto de establecer aquel "misterioso orden" que ha dibujado su existencia y su obra. El resultado es un brillante ejercicio de confrontación temporal que nos permite observar con claridad la evolución de un escritor, crítico e intelectual sin cuya labor no es posible entender la incorporación de España al mapa de la cultura europea de su tiempo, fruto de una fe inquebrantable en los valores de la modernidad literaria y artística.

Hitos culturales

Pero sucede que Torre, autor precoz de una obra pionera como es Literaturas europeas de vanguardia (1925), más tarde ampliada en Historia de las literaturas de vanguardia (1965), y de la no menos importante Problemática de la literatura (1951), entre otras notables obras de crítica y ensayo sobre literatura y artes plásticas, fue también un editor de primer orden, con responsabilidades en iniciativas como La Gaceta Literaria, la colección Austral, la revista Sur y la creación y dirección de la editorial Losada, por citar algunas de las más conocidas. Cada uno de estos hitos culturales está aquí cuidadosamente examinado y valorado.

El enfoque abarcador de Ródenas le permite, con todo, ir más allá de la estricta biografía para orientar igualmente su reflexión en, al menos, otras dos direcciones complementarias: trazar un perfil evolutivo del pensamiento y la obra de Jorge Luis Borges estableciendo, de paso, el significado contextual de la obra de Norah Borges, de una parte, y, de otra, tomar el pulso al estado de cosas de la cultura internacional a lo largo de medio siglo (1920-1970).

Es en la situación de la cultura internacional, tal y como la vivió Torre desde dentro, donde encontramos algunos de los momentos más brillantes del ensayo

Lo primero es especialmente relevante, porque los primeros éxitos de Borges como narrador (y sus titubeos y bandazos) hallan aquí un justo marco biográfico, lo mismo que la temática "familiar" de Norah, pero es en el otro aspecto –la situación de la cultura internacional, tal y como la vivió Torre desde dentro– donde encontramos, a mi juicio, algunos de los momentos más brillantes del ensayo.

Diálogo entre las dos orillas

Los movimientos de vanguardia europeos antes de 1939, la conformación de bandos ideológicos en la Europa de entreguerras, los enfrentamientos de las tendencias artísticas, el papel del ultraísmo, la trascendencia del 14º Congreso Internacional del PEN Club en Buenos Aires en 1936, la aparición de nuevos movimientos en la arruinada Europa posterior a 1945, el significado (y las intenciones) del Congreso por la Libertad de la Cultura (Berlín, 1964) y un largo etcétera encuentran aquí una sugestiva interpretación a partir de los trabajos y los días de Torre.

No perdamos de vista, por otra parte, dos datos igualmente esenciales: el hecho de que fue también un excelente conocedor de las artes plásticas (recordemos solo sus estudios sobre Torres García y Picasso) y el fundamental papel desempeñado por el crítico madrileño tanto en el diálogo de las dos orillas de la lengua como en la conformación de la "galaxia" literaria hispanoamericana del siglo XX, para no hablar de lo mucho que le debe la valoración de las obras de los escritores españoles del exilio.

Para Torre la crítica tuvo siempre una dimensión constructora y creadora

Por no faltar, en el estudio de Ródenas ni siquiera faltan comentarios minuciosos sobre las debilidades, los recelos y las limitaciones de su biografiado, siempre, como es debido, en su contexto tanto público como íntimo, sobre todo en su periodo juvenil, el más "accidentado", intelectualmente hablando, de su vida.        

No es poco el mérito que representa trabar y empastar todos los aspectos mencionados en un volumen de casi 600 páginas que no decae en ningún momento en su reflexión y su argumentación. El estudio de Ródenas hace pensar más de una vez en las posibilidades críticas de la llamada "historia cultural" (la representada, entre otros, por críticos e historiadores como Jean-Pierre Rioux), para la cual no son menos decisivos los autores mismos que los "transmisores".

Torre fue ambas cosas, aunque abandonara la literatura de creación desde su fallido Hélices (1923), porque para él la crítica tuvo siempre una dimensión constructora y creadora. Se equivocaría quien pensara que El orden del azar es solamente una valiosa biografía de Torre, o incluso una "biografía de grupo" del crítico e historiador español, Norah Borges y Jorge Luis Borges. Siéndolo, es mucho más: una contribución fundamental a la historia cultural hispana en el siglo XX, una visión tan precisa como matizada de sus procesos y sus políticas intelectuales, sus instituciones, sus prácticas y sus sensibilidades.

'El orden del azar. Guillermo de Torre entre los Borges'

Domingo Ródenas de Moya

Anagrama

600 páginas

29,90 euros