POLÉMICA

Renfe deja tirado 4 horas a un hombre con discapacidad que iba a ver la mascletà a Valencia al no tener un tren accesible

La empresa asegura que los trenes que llegan a la Estación del Norte carecen temporalmente de adaptación por culpa de las obras

"El mensaje que mandan es que las personas con discapacidad nos quedemos en nuestras casas y no nos movamos", denuncia José

José, un hombre de Sagunto al lado del tren al que no puede acceder para ver la mascletá.

José, un hombre de Sagunto al lado del tren al que no puede acceder para ver la mascletá. / L-EMV

José se levantó este jueves, se enfundó su pañoleta y se dispuso a coger el tren de Sagunto a Valencia para ver la mascletà con su mujer y su hija. Este saguntino va en silla de ruedas, así que consultó con antelación en la web de Renfe si los trenes de la ruta estaban adaptados. Cuando vio que sí, salieron para Valencia.

José solo quería pasar un día de fallas en familia, pero nada más salir ya se encontró el primer problema. El tren que llegaba a la estación tenía un hueco insalvable para su silla mecánica. Finalmente pidió ayuda a dos viajeros, que le dieron un empujon para que pudiera pasar con su silla mecánica, y partió hacia Valencia, esperando que este fuera tan solo un error y el resto de paradas estuvieran adaptadas.

Bajar o subir a una persona con discapacidad a pulso es algo peligroso que no se debe hacer, y menos por trabajadores públicos que lo tienen prohibido por el peligro de caídas. Pese a todo, al llegar a Valencia hubo que volverlo hacer, ahora salvando incluso un poco de altura. "Me ayudaron a bajar entre 3 o 4, fueron muy amables", explica José que critica que solo puede hacer esto cuando hay mucha gente en el tren, si no se quedaría vendido.

Por fin, tras llegar a Valencia pudo ver la mascletà y se dispusieron a coger el tren de vuelta de las 14:30. La aplicación de Renfe le aseguraba que este cercanías paraba en un andén adaptado, pero no fue así. En su lugar paró en el andén 21, donde hay hueco y altura para subir al tren. Así pasaron 5 trenes distintos en cuatro horas, sin que ninguno estuviera adaptado.

Fuentes de Renfe explican que todos los trenes que llegan a la Estación del Norte carecen temporalmente de adaptación por culpa de las obras que está realizando Adif desde hace un tiempo, lo que reduce el número de andenes. La entidad explica que todos los que las personas con discapacidad sí que tienen alternativas para subir en media y larga distancia, pero ninguna en Cercanías. En los últimos años Renfe ha gastado 34 millones de euros en trenes eléctricos accesibles, y seguirán invirtiendo para que todas las estaciones y los andenes lo sean.

Sin soluciones

José puso una reclamación en Renfe y le pidieron soluciones, pero la respuesta fue que no tenían personal ni medios para subirle a un tren que le llevara a Sagunto. Después de casi cinco horas, dos trabajadores de la compañía volvieron a subirle al vagón a pulso. Tuvo que bajar, ya en Sagunto, de la misma forma.

No es un caso aislado sino algo que ocurre constantemente cada vez que José intenta moverse en transporte público. De hecho, el hombre explica que ha tenido que dejar de estudiar presencialmente en la Escuela de Idiomas porque el tren nunca le podía dejar.

"Es algo súper fácil de arreglar, simplemente poner rampas un poco más largas o más pronunciadas de lo normal para no quedarme atascado, no entiendo cómo no lo solucionan", critica el hombre. La realidad que él ve en su día a día es que "la mitad de los trenes, o no están adaptados o tienen rampas que no van, con lo cual es imposible subir, igual que muchos autobuses públicos".

A pesar de las reclamaciones no se suelen solucionar este tipo de incidentes. "El mensaje que mandan es que las personas con discapacidad nos quedemos en nuestras casas y no nos movamos. Estamos en el año 2024 y aún son todo problemas".

48 horas de antelación

En el caso de los cercanías "Renfe no nos da soluciones. Si un tren no está adaptado, simplemente no nos podemos subir en él y tenemos que buscar otra forma de viajar", cuenta. Para la media y larga distancia sí que hay soluciones, pero hace falta avisar con 48 horas de antelación para que un trabajador coloque una rampa para subir al tren, en la salida y en la llegada.

Según explican fuentes de FGV se está trabajando para reducir esta antelación a las dos horas, para que las personas con discapacidad que necesiten viajar puedan hacerlo sin planificarlo dos días antes. Lo que reivincida José es poder viajar en Cercanías, como cualquier otro ciudadano normal, sin tener que depender de que haya más gente en el tren que le pueda bajar a pulso cuando la estación no está adaptada. "Es todo muy cansado, siempre nos encontramos problemas vayamos donde vayamos", sentencia.