LA VIDA CONTIGO

La ciencia de la fecundación avanza: así es la técnica de rejuvenecimiento ovárico

Joaquín Llácer, director médico de las clínicas Ginefiv, explica en qué consiste esta terapia

Los profesionales recomiendan congelar óvulos antes de los 35 años

Las madres cada vez tienen el primer hijo más tarde

Las madres cada vez tienen el primer hijo más tarde

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Las mujeres que tienen hijos lo hacen cada vez más tarde. En España, la media estaba en 2021 en los 31,56 años. Detrás están razones que todos conocemos: dificultades para conciliar la vida familiar y laboral, el tema económico, el problema de la vivienda,o las nulas ganas de ponerse a criar. Por eso cada vez hay más investigación y clínicas que ofrecen -a cambio de unos miles de euros- terapias para quedarse embarazada cuando tu cantidad o calidad ovárica ya no está en su mejor momento. Una de ellas es el rejuvenecimiento ovárico.

La técnica sirve para intentar activar ovarios de personas con un pronóstico de fertilización in vitro muy bajo. Las candidatas son aquellas cuyos óvulos han dejado de funcionar totalmente ya sea por la menopausia, porque les funcionan poco o por contar con muy pocos ovocitos. "Lo que intentamos es que se activen los pocos folículos que todavía quedan", explica el doctor Joaquín Llácer, director médico de las clínicas Ginefiv.

No es una alternativa a la congelación

El doctor explica que las técnicas de rejuvenecimiento ovárico, que todavía son experimentales, no son una alternativa a la congelación de óvulos. Se reservan a "ensayos clínicos o en situaciones de uso compasivo, como último recurso, cuando la alternativa ya es o no tener hijos, o tenerlos a través de donación de óvulos".

"Lo ideal es que todas las mujeres congelen óvulos cuando todavía tienen una cantidad y calidad adecuada. El rejuvenecimiento ovárico es una solución a la desesperada en situaciones en las que vemos que el ovario no tiene capacidad de respuesta, bien porque ha fallado totalmente o porque esté ya con un fallo inminente", explica.

Por el contrario, el doctor explica que congelar óvulos es útil para ser madres en otro momento vital, pero también para "completar la idea de familia". "Hay mujeres que han congelado y llegan a los 35 sin problemas para tener el primer hijo, pero por encima de los 40 empiezan las dificultades para concebir más", señala.

"Un tratamiento con unos óvulos de una mujer de 30 años -prosigue- tiene unas posibilidades de éxito por encima de 50 por ciento, mientras que en una mujer de más de 40 años las posibilidades están por debajo del 25 por ciento. Es una bajada muy importante. Y eso teniendo en cuenta que podamos conseguir embriones. Si además contamos con que el número de óvulos va a ser mucho menor, por regla general, la combinación es explosiva. En una paciente baja respondedora por encima de 40 años las posibilidades de éxito bajan por debajo del 5 por ciento".

Cómo conocer tu reserva ovárica

Las mujeres y las personas que menstrúan nacen con un número de óvulos contados que puede diferir según el estilo de vida y la carga genética. Por lo general, la relación es la siguiente:

· Mujer de 18 a 24 años: 200.000 folículos

· Mujer de 25 a 31 años: 75.000 folículos

· Mujer de 32 a 38 años: 50.000 folículos

· Mujer de 39 a 45 años: 10.000 folículos

· Mujer posmenopáusica: menos de 1.000 folículos

Pero hasta el 10% de las mujeres tienen una curva de envejecimiento anormal. Para salir de dudas, se puede conocer la reserva ovárica gracias a la hormona antimulleriana. Con un simple análisis de sangre, que se puede realizar en cualquier momento del ciclo, es posible conocer con bastante fiabilidad el número de óvulos que quedan o están en los ovarios. 

"Hay otro marcador, que es incluso más sencillo, que se basa en contar los folículos antrales. Es algo que puede hacer el ginecólogo en una revisión rutinaria. Ante las dudas, puedes hacer también la analítica", explica el doctor.

Pacientes cada vez más mayores

La edad media de las mujeres que acuden a clínicas privadas para tratar problemas de fertilidad está en unos 38 años. "En la sanidad pública, la media es menor, ya que las pacientes acuden a la privada cuando no han tenido respuesta a su problema en la pública, y porque en esta no se atiende a mujeres de más de 40 o 42 años", explica.

"Una mujer que busque un embarazo por encima de 35 años tiene unas posibilidades cercanas al 50 por ciento de acudir a una clínica de fertilidad"

El doctor asegura que cada vez ven a pacientes más mayores. Y tiene sentido, porque el retraso en la edad de la maternidad es el motivo fundamental por la que muchas mujeres necesitan estos tratamientos. "Una mujer que empiece a buscar un embarazo a los 25 o 30 años tiene aproximadamente un 15 o 20 por ciento de posibilidades de tener que acudir a una clínica porque al cabo del año no ha conseguido el embarazo, mientras que una mujer por encima de 35 años tiene unas posibilidades cercanas al 50 por ciento. De hecho, lo aconsejamos si a los seis meses no ha habido gestación", concluye.

La maternidad deseada se retrasa

La última encuesta de fertilidad del Instituto Nacional de Estadística (INE) se hizo en el 2018. Entonces, revelaba que este nivel –en mujeres y hombres- estaba bastante por debajo del deseado, cinco años en el caso de ellas. Otro estudio realizado por el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) este mismo año mostraba que el 78 por ciento de las mujeres de entre 25 y 29 años con intención de ser madres han retrasado su decisión debido al marco socio-económico actual. Para muchas de ellas, siempre y cuando puedan costeárselo, las clínicas de fertilidad es la única opción para quedarse embarazadas si superan los 40 años.