DOLOR DE CABEZA

La mitad de las personas con dolor de cabeza se automedica con analgésicos sin receta

Más de un 4% de la población española, es decir, más de 2 millones de personas, sufren algún tipo de cefalea primaria de forma crónica.

La cefalea es la forma más frecuente de dolor en el ser humano y existen más de 200 tipos.

Dolor de cabeza

Dolor de cabeza / EPE

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Más de un 40% de los pacientes que sufren dolor de cabeza con cierta recurrencia está aún sin diagnosticar y alrededor del 50% de las personas con cefalea se automedica con analgésicos sin receta. Son datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del el Día Nacional de la Cefalea, un término utilizado para designar a cualquier dolor de cabeza: hasta un 89% de la población masculina y un 99% de la femenina asegura padecer o haber padecido este tipo de molestias en algún momento de su vida.

La cefalea es, además, la forma más frecuente de dolor en el ser humano. Existen más de 200 tipos, que se dividen en tres grandes grupos, especifica la sociedad científica: cefaleas primarias, cuando el dolor no está asociado a ninguna lesión en el sistema nervioso; cefaleas secundarias, cuando se debe a lesiones en el sistema nervioso o a otras enfermedades; y las neuralgias, cuando el dolor se localiza en el territorio de un nervio

"La migraña y la cefalea tipo tensión son los tipos de cefalea primaria más frecuentes. La neuralgia más conocida es la neuralgia trigeminal, que se produce por la irritación del nervio trigémino que se ocupa de la sensibilidad facial. Y, a modo de ejemplo, entre las cefaleas secundarias se podría destacar el dolor de cabeza que se produce como consecuencia de que la persona padece una hemorragia cerebral o una sinusitis", según explica el doctor Pablo Irimia, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.

Dolores benignos

La mayor parte de los dolores de cabeza son benignos, por eso los neurólogos subrayan que cuando se trata de un dolor ocasional, no es necesario acudir al médico, pero sí cuando es recurrente e incapacitante para la vida diaria o cuando pueda tratarse de un síntoma que señale a una urgencia médica. Sobre todo "si se inicia de forma repentina, es un dolor explosivo, de gran intensidad, produce una gran incapacidad, o se inicia por primera vez cuando el paciente tiene más de 50 años, debe ser valorada por un médico, porque puede tratarse de una cefalea secundaria", explica el doctor Irimia. 

En más del 90% de los casos, el dolor de cabeza se debe a una cefalea primaria, es decir, se trata de un dolor benigno que no está asociado a ningún tipo de lesión en el cerebro, apunta el especialista. "Pero si alguien necesita tomar analgésicos con mucha frecuencia, aunque se controle bien el dolor, o por el contrario, el dolor les limita su calidad de vida, también es momento de acudir al médico", precisa.

Dolores crónicos

Para muchos pacientes, las crisis de dolor de cabeza provocan un gran impacto en su funcionamiento diario y pueden llegar a afectar seriamente a diversos aspectos físicos, emocionales y/o sociales. Algo que se hace aún más evidente cuando el dolor de cabeza se cronifica. Una cefalea primaria es crónica cuando los pacientes experimentan dolor de cabeza más de quince días al mes y, según datos de la SEN, más de un 4% de la población española, es decir, más de 2 millones de personas, sufren algún tipo de cefalea primaria de forma crónica.

Entre los factores de riesgo: el consumo excesivo de analgésicos, padecer depresión o ansiedad y la obesidad.

Entre los factores de riesgo: el consumo excesivo de analgésicos, padecer depresión o ansiedad y la obesidad. "Por otra parte, la migraña es el tipo de cefalea primaria que más tiende a cronificarse y, por esa razón, cerca del 50% de los pacientes españoles que padecen una cefalea crónica padecen migraña", especifica Pablo Irimia.

Con un diagnóstico y un tratamiento correcto, sin caer en la automedicación, advierten los neurólogos, es posible controlar la enfermedad.

La SEN detalla que existen muchos tipos de cefaleas primarias que se diagnostican basándose en aspectos como las características del dolor, su localización y la presencia o no de otros síntomas asociados. Con un diagnóstico y un tratamiento correcto, sin caer en la automedicación, advierten los neurólogos, es posible llegar a controlar la enfermedad y sobre todo, evitar que ésta se cronifique.

Hasta un 46% de la población española presenta algún tipo de cefalea activa. Sin embargo, según datos de la SEN, más de un 40% de los pacientes que sufren dolor de cabeza con cierta recurrencia está aún sin diagnosticar y alrededor del 50% de los pacientes con cefalea se automedica con analgésicos sin receta. Aspectos como el estrés, cambios en la dieta, en el tiempo que se dedica al sueño, entre otros muchos, pueden tener "mucha influencia" en la aparición de una crisis. Por esa razón, los médicos destacan que es importante que traten de identificar y evitar estos factores y que lleven "una vida ordenada y regular"

"No todos los tratamientos disponibles son válidos para todos los tipos de dolor de cabeza", recuerda la SEN.

Existen muchos tratamientos farmacológicos y no farmacológicos para las cefaleas primarias, advierte la SEN. Algunos son preventivos, evitando que se produzcan crisis, y otros son sintomáticos: ayudan a mitigar el dolor cuando éste se hace presente. Pero no todos los tratamientos disponibles son válidos para todos los tipos de dolor de cabeza, ni éstos son efectivos en todos los pacientes.

En pacientes con el mismo tipo de dolor pueden existir diferencias enormes en los factores desencadenantes.

"Algo que también caracteriza a las cefaleas primarias es que tienen una gran variabilidad interindividual. Incluso en pacientes con el mismo tipo de dolor de cabeza pueden existir diferencias enormes en cuanto a los posibles factores desencadenantes, en la frecuencia y en la intensidad del dolor y en la respuesta a los tratamientos. Cuando no se trate de un dolor de cabeza esporádico, es importante insistir en la necesidad de acudir al médico para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuado para las características de cada paciente. Solo así se conseguirá controlar mejor la enfermedad y evitar que se cronifique", concluye el doctor Pablo Irimia.