CRISIS DEL CORONAVIRUS

La reserva estratégica de Sanidad se queda corta y no alivia el desabastecimiento de test

Ante el desabastecimiento de test de autodiagnóstico para venta en farmacias, el Gobierno ha anunciado que autorizará que se dispensen en las boticas las pruebas de uso profesional que también empiezan a escasear.

El último reparto del Ministerio de test de antígenos de uso profesional a las comunidades, cinco millones de unidades para los cribados masivos, fue el pasado verano.

La Comunidad de Madrid pidió 500.000 unidades a Sanidad y asegura que no ha recibido ninguno.

Cribados masivos en Andalucía

Cribados masivos en Andalucía / Alex Zea/Europa Press

Nieves Salinas

Nieves Salinas

El desabastecimiento de test de autodiagnóstico en las farmacias españolas ha provocado que el Gobierno haya anunciado, como una de las medidas para frenar el rápido avance de la sexta ola, que autorizará que se vendan en las boticas otro tipo de test de antígenos, los de uso profesional (como los que mandan a hospitales o se utilizan para los cribados masivos) para suplir esa falta de suministro. El pasado verano, en plena quinta ola del coronavirus, el Ministerio de Sanidad repartió entre las comunidades cinco millones de test para cribados masivos que formaban parte de la reserva estratégica de material sanitario del Gobierno central. Es el último reparto que consta y, por ahora, esa remesa no ha servido para frenar la falta de stock que ya se registra, también, en este tipo de pruebas profesionales que hace personal sanitario.

¿Cuántas unidades de este tipo de pruebas diagnósticas de uso profesional le quedan a Sanidad en su reserva estratégica, de la que también forman parte otros productos como guantes, mascarillas...?. EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha trasladado esta pregunta al departamento que dirige Carolina Darias tras el anuncio realizado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que se dispensarán también en las farmacias para su venta al público los test de uso profesional ante la falta de stock de los autodiagnóstico, sin duda el producto más buscado en estos días en las boticas por la explosión de casos de covid y en plena Navidad. Sanidad no ha respondido a la pregunta.

A Sanidad no les consta que también comience a haber desabastecimiento de los test de uso profesional y asegura que llegarán en unos días.

Como ha publicado este diario, esa medida anunciada por Sánchez también podría estar en el aire, ya que en este momento ya hay falta de stock de esos test profesionales que se usan en hospitales, centros de salud, cribados masivos o laboratorios privados. "Es superior la demanda a la oferta", aseguran desde las compañías que venden, por ejemplo, a hospitales privados o grandes empresas. De manera que, para que estas pruebas, como anunció el presidente, lleguen en pocos días a las farmacias españolas, o las comunidades autónomas los importadores deben volver a buscarlos en el mercado internacional.

Porque lo que sí ha aclarado el departamento que dirige Carolina Darias es que los que llegarán a las boticas no proceden de su reserva estratégica, sino que son de "mercado libre"; es decir, las que están en los canales de distribución. Así las cosas, en unos días, si los importadores y distribuidores de estos test tampoco los encuentran porque hay desabastecimiento a nivel internacional, volvería a producirse ese "cuello de botella" que, con esta medida, el Gobierno pretendía desatascar.

Desde el Ministerio de Sanidad señalan que no les consta que también comience a haber desabastecimiento de los test de uso profesional y que la información que manejan es que hay unidades y comenzarán a llegar estos días. Esas unidades, como se ha dicho, no proceden de su reserva estratégica que ya sería insuficiente para proveer de test a la población. Fuentes cercanas a la Consejería de Sanidad de Madrid aseguran, por ejemplo, que, en su momento, pidieron al Ministerio 500.000 unidades de esas pruebas de uso profesional y que no han recibido nada. Añaden que, por si acaso, tienen su propia reserva de pruebas.

Reparto de cinco millones en verano

En verano, tras repartir cinco millones de unidades de test de antígenos entre las comunidades, la ministra Carolina Darias anunciaba que elevaría al Consejo de Ministros un proyecto de Real Decreto. Se trataba del Real Decreto 588/2021, de 20 de julio, por el que se modificaba uno anterior -el 1662/2000, de 29 de septiembre-, sobre productos sanitarios para diagnóstico "in vitro", con objeto de regular la venta al público y la publicidad de los productos de autodiagnóstico del coronavirus que se venden sin receta. Los test que, desde hacía meses, los farmacéuticos pedían poder despachar en sus establecimientos y que hoy son el tesoro más buscado.

Hay que reseñar que tanto la falta de abastecimiento que vive

España

en cuanto a test de antígenos como la dificultad para acceder a ellos contrasta con la facilidad con la que estos productos sanitarios se adquieren en otros países de nuestro entorno. En

Reino Unido

, por ejemplo, son gratuitos. Se pueden solicitar en la web del servicio nacional de salud y se reciben en el domicilio o se recogen los packs con varias unidades en farmacias o centros de salud.

El drama de la primera ola

El estallido de la pandemia provocó una crisis de suministro de material sanitario gravísimo en la primera ola que hizo que los profesionales no estuvieran suficientemente protegidos sin disponer, por ejemplo, de equipos de protección individual (EPI). Disponer de una reserva estratégica a nivel nacional de productos críticos -mascarillas, equipos de protección, medicamentos, vacunas...- para hacer frente a la pandemia ha sido una de las prioridades del Ministerio de Sanidad desde el estallido de la crisis.

Una de las conclusiones de la Comisión para la Reconstrucción del Congreso era el abastecimiento el abastecimiento de material sanitario.

En julio de 2020, el Pleno del Congreso aprobaba los bloques del dictamen elaborado por la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica que contenían las conclusiones de los grupos de trabajo de Sanidad y Salud Pública. En el epígrafe relativo a 'Política farmacéutica, industria biosanitaria y reserva estratégica', se llamaba la atención sobre la necesidad de establecer una “Reserva Estratégica de Productos Sanitarios Críticos” para garantizar el abastecimiento de material sanitario, de protección, productos químicos y sustancias básicas, maquinaria crítica o materias primas.

Sanidad anunció que estaba desarrollando una reserva estratégica nacional con equipos de protección individual y productos sanitarios como mascarillas, buzos o gafas de protección. La compra se centralizó a través el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) que, en julio de 2020, publicó un acuerdo-marco para la compra de material sanitario. El compromiso pasaba por adquirir, en un plazo de dos años, 3.700 millones de unidades de batas quirúrgicas, guantes de nitrilo, gafas de protección, mascarillas quirúrgicas tipo II y IIR, mascarillas de protección FFP2, mascarillas de protección FFP3, test y kits de extracción. El importe económico total del acuerdo alcanzó los 2.431.793.480 euros. No se mencionaba en ese apartado, los test de antígeno.

Un nuevo compromiso de gasto

Ese material está gestionado por la Dirección General de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia. En octubre de este mismo 2021, el 

Consejo de Ministros

 aprobaba un acuerdo por el que se autorizaba la adquisición de compromisos de gasto con cargo a ejercicios posteriores a fin de posibilitar al departamento que dirige Carolina Darias la tramitación anticipada de un contrato de servicios de logística de esa reserva estratégica de material sanitario, de protección y farmacéutico. Al margen del aprovisionamiento del Gobierno, las propias comunidades también hicieron acopio de material sanitario a través de sus propias reservas.

El Ministerio tiene a su disposición las instalaciones del Ministerio de Defensa para el almacenamiento de vacunas y productos sanitarios.

Para mantener tal reserva y disponer de un almacenamiento de productos, el Gobierno puso en marcha, inicialmente tramitado por el procedimiento de emergencia, un contrato de servicios de logística que finalizaba el pasado 8 diciembre de este mismo año. Su objetivo: el servicio integral de logística de la reserva de material que incluye todos los procesos operativos: desde la recogida, recepción, almacenamiento y gestión de stocks, hasta la distribución, transporte y entrega, seguimiento de los productos y control de las caducidades. El contrato tendrá una duración de un año, prorrogable por otro más. El importe a tramitar para el ejercicio 2022 tiene un coste estimado de 6.235.993 euros.

Actualmente, el Ministerio tiene a su disposición las instalaciones del Ministerio de Defensa, que permiten el almacenamiento en ultracongelación de vacunas de Pfizer. En este caso en el Centro Militar de Farmacia de la localidad madrileña de Colmenar Viejo, donde también se guarda parte de ese material sanitario, como mascarillas o medicamentos. En otras instalaciones, las que Defensa tiene en su Centro de Farmacia Militar de Burgos, se guarda también parte del stock de esa reserva.