COMERCIO

Méndez Álvaro se queda "huérfano" con la demolición de El Corte Inglés que transformó el barrio

Este centro comercial cerrará sus puertas para siempre el próximo 29 de febrero y está de liquidación

Los vecinos del barrio denuncian que se quedarán "huérfanos" de comercio

El Corte Inglés de Méndez Álvaro

El Corte Inglés de Méndez Álvaro / ECI

Analía Plaza

Analía Plaza

Las dos últimas plantas de El Corte Inglés de Méndez Álvaro están de saldo. Hay cubertería a mitad de precio, tazas, vasos y copas disgregadas, cajas de cartón, papel de burbujas y palés, estanterías medio vacías, electrodomésticos de exposición al 30% y muebles con el cartel de "oportunidad". La mayoría ya están vendidos —se distinguen por la pegatina de 'adquirido'—, esperando a ser enviados a sus dueños. En cuanto salgan de allí el espacio quedará despejado. De eso se trata: el centro cerrará sus puertas para siempre el próximo jueves 29 de febrero y la tarea de los trabajadores ahora es liquidar.

"Hemos intentado que la cosa funcione bien durante estas semanas", cuenta un empleado del quinto piso, el de los electrodomésticos, que lleva treinta años en la empresa. "Cerraremos, trabajaremos unos días más para terminar de limpiar y nos dirán nuestro nuevo destino". El cierre afecta, según fuentes sindicales, a 659 personas. A todas les han ofrecido traslado a otros centros: tienen que enviar un listado de hasta tres preferencias y confiar en que la compañía se ajuste a sus deseos.

"Hay gente que ha dicho: aprovecho, pido Málaga y me voy de Madrid", continúa el empleado. "Yo estoy bien. Hay que asumir que las cosas cambian y que esta zona la quieren potenciar para oficinas".

El cierre de El Corte Inglés de Méndez Álvaro, uno de los quince que hay en Madrid, no será un cierre normal. En 2022 la empresa clausuró los centros de Parquesur, en Leganés, y La Vaguada, en la capital. Pero los centros comerciales que los acogían tienen más tiendas —de hecho, en el hueco que ha dejado El Corte Inglés han puesto un MediaMarkt en La Vaguada y un Ikea en Parquesur— y, principalmente, siguen en pie.

El centro de Méndez Álvaro, una imponente mole de granito situada entre varias vías de tren y la M30, será demolido. La parcela se dividirá en dos y en su lugar levantarán una gran torre de oficinas y un "espacio ajardinado". La empresa pondrá fin así a 32 años de historia. El Corte Inglés se instaló en Méndez Álvaro en 1992, en el contexto de un plan municipal para revitalizar la zona —antaño llena de talleres, casas bajas ocupadas, droga y prostitución— y crear un nodo de oficinas en el sur de la ciudad.

La calle Méndez Álvaro, con la estación de autobuses y edificios de oficinas

La calle Méndez Álvaro, con la estación de autobuses y edificios de oficinas / Ayuntamiento de Madrid

"La idea era extender la centralidad hacia el sur: aprovechar la M30 para que hubiera oficinas no solo en Castellana, sino en otros ejes", cuenta José María Ezquiaga, el arquitecto que elaboró ese plan. "Ahora lo vemos natural, pero en ese momento no era fácil. De hecho, que ahora se planteen sustituir el centro comercial por edificios de oficinas significa que está consolidado, que Méndez Álvaro es ya un eje muy potente y poderoso".

Méndez Álvaro es hoy un 'hub' empresarial de primer orden. Acciona ha rehabilitado una nave de motores para instalar su división inmobiliaria, Repsol tiene la sede central y Catalana Occidente está construyendo una torre de dieciséis plantas. Parte del éxito tiene que ver, precisamente, con que se instalara El Corte Inglés allí. "Fuimos con toda la artillería disponible", continúa Ezquiaga. "Se puso la estación de autobuses, que antes estaba en Palos de la Frontera, porque ahí tiene mejor conexión con Atocha y con la M30. Se generó un complejo de ocio, los cines, que siguen abiertos. Y la presencia de un Corte Inglés en el sur de Madrid, cercano a la M30, era un atractivo para toda la zona, que no tenía tan cerca un centro comercial".

El plan original contemplaba que el edificio fuera más bajo, con la cubierta como una especie de "plaza pública", como muestran las fotografías de las maquetas que aún conserva Ezquiaga.

Plan original para Méndez Álvaro, con El Corte Inglés más bajo que el actual

Plan original para Méndez Álvaro, con El Corte Inglés más bajo que el actual / José María Ezquiaga

La sentencia que obliga a demoler

El Ayuntamiento de Madrid aprobó en 2023 un plan especial para hacer el cambio de uso de la parcela de comercial a terciario de oficinas, necesario para sustituir el centro por la torre y la zona ajardinada. Estaba pendiente del visto bueno de la Comunidad de Madrid, que tras denegarlo en primera instancia lo aprobó el pasado 15 de febrero. Justo a tiempo para cerrar y derribar. Desde el momento en que se aprueba por la Comunidad, aclara el concejal socialista Antonio Giraldo, la empresa puede pedir la licencia de demolición.

El Corte Inglés propuso al Ayuntamiento estas modificaciones argumentando que el "aislamiento" del ámbito no favorecía la "actividad comercial" y que una forma de "dinamizarlo" era poniendo allí más oficinas ("intensificando" este uso). De fondo hay una sentencia, confirmada por el Tribunal Supremo, que obliga a la empresa a demoler parte del centro por una ampliación que hizo y que la Justicia consideró nula. Esa misma sentencia considera nulas las ampliaciones de El Corte Inglés de Serrano y de Campo de las Naciones y obliga a demolerlas, si bien la empresa no tiene planes de hacerlo. "Estamos operando con normalidad y no vamos a comentar nada sobre este tema", explica una portavoz a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

El Ayuntamiento aceptó la propuesta de El Corte Inglés y redactó un plan en esa línea: incrementar las oficinas y combinarlas con "actividades asociadas" como la hostelería o un aparcamiento cercano a la estación de autobuses, justo al lado.

"Creo que el cambio tiene que ver con que los formatos comerciales que se ofrecían en grandes superficies, vinculados a infraestructuras de carreteras, están en crisis y se ofrecen ahora en formatos intermedios", considera Ezquiaga. "Lo hacen Mercadona, Alcampo, Ahorramás... Las superficies medianas dan mejor servicio porque no obligan a usar el coche. Y, evidentemente, está el tema del comercio electrónico".

Para Giraldo, el plan del Ayuntamiento está hecho "a medida para lo que necesita El Corte Inglés", que por un lado está obligado a demoler el centro y por otro sacará más rentabilidad de una torre de oficinas que de un centro comercial. De hecho, la Comunidad de Madrid denegó la primera versión del plan especial porque no veía claro cómo satisfacía el interés general.

Los vecinos: "Nos quedamos huérfanos"

El hueco que dejará El Corte Inglés de Méndez Álvaro será grande, no solo física, sino emocionalmente. "Llevo aquí 32 años, desde que abrió. Entonces no había ni autobuses. El día que cerremos lloraré, porque además sé que los vecinos del barrio están tristes. Hay clientela a la que conocemos desde hace muchos años", dice una empleada que ha pedido traslado a los centros de Callao, Preciados o El Bercial, en Getafe. "Esto tardó un tiempo en despegar. Ahora iba bastante bien. Aunque hay cosas que han cambiado por la pandemia y la venta online, viene gente de muchos sitios: de Rivas, Arganda, Pacífico y toda la que se ha venido a vivir aquí".

Además de oficinas, en la zona de Méndez Álvaro se han construido multitud de bloques nuevos de viviendas. Administrativamente pertenecen al barrio de Atocha y distrito de Arganzuela, aunque geográficamente están lejos del meollo de la estación.

Estación de autobuses de Méndez Álvaro

Estación de autobuses de Méndez Álvaro / Wikimedia

"Estamos separados. Y el hecho de que desaparezca el único centro comercial que hay hace que nos quedemos sin comercio, a excepción de un pequeño Alcampo que tiene precios de gasolinera", dice Miguel Ángel de la Cruz, presidente de la asociación de vecinos Por Méndez Álvaro / Arganzuela. "Vamos a tener que coger el autobús para todo. El barrio se ha centrado en la hostelería y el gran problema es la falta de comercio".

El arquitecto Ezquiaga coincide, en parte, con la visión vecinal. Cree que se debería "potenciar" la instalación de supermercados y comercios de tamaño mediano en el barrio, aunque en el solar que deja El Corte Inglés él hubiera esperado un gran centro de ocio y restauración que diera servicio a los oficinistas de la zona. "Méndez Álvaro sigue siendo un sitio duro, donde no apetece salir a la calle a comerse un sándwich como sucede en Londres o Nueva York", apunta. "La calle no ha cambiado, habría que arborizarla y meterle usos distintos para que fuera más amable. Y reflexionar sobre si debería meterse más vivienda en estos ámbitos, para que los espacios sean diversos, no solo oficinas o residencial".

Cuenta De la Cruz que El Corte Inglés de Méndez Álvaro, que además de Corte Inglés es Hipercor y cuenta con un enorme supermercado, no solo vende ropa, muebles o electrodomésticos. "Nos da un montón de servicios: hay zapatería, relojería, para hacer llaves, una administración de Loterías", cuenta. Por tener, el centro comercial tiene hasta una oficina de Correos. Y todo eso desaparecerá con la demolición. Desde la asociación pidieron al Ayuntamiento permiso para montar un rastrillo los sábados, que los comerciantes de todo tipo (no solo de alimentación) vendieran sus productos. "Nos dijeron que no", cuenta.

"Entendemos que quitan el centro por decisión judicial, pero el descontento y cabreo en el barrio es grande. Nos quedamos huérfanos", zanja. "Y está el enfoque humano: yo, por ejemplo, llevo aquí veinte años y conozco a los trabajadores del Hipercor. Son muchos años".