DESIGUALDAD

La pobreza infantil se agrava con casas cada vez peores

En 2021, el 20,5% de los niños, niñas y adolescentes más pobres vivía en situación de hacinamiento

El 52,1% de los menores españoles vivían en 2022 en hogares con dificultades para llegar a fin de mes

Un niño juega en el balcón de su casa e Madrid.

Un niño juega en el balcón de su casa e Madrid. / DAVID CASTRO

Ana Ayuso

Ana Ayuso

Los índices de pobreza infantil no paran de traer malas noticias por la situación en nuestro país. De acuerdo con un reciente informe de Unicef, la tasa de pobreza infantil de España en 2021 fue la más alta de toda la Unión Europea y ocupó la posición número 36 de entre 39 estados analizados de Europa y de la OCDE.

Este martes, la Plataforma de Infancia ha presentado el estudio Un hogar para la infancia, que analiza la pobreza entre niños, niñas y adolescentes españoles desde la perspectiva de su acceso a la vivienda, a través de microdatos de estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE), como la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), el Censo de 2022 e informes oficiales del Observatorio de Vivienda y Suelo.

Los españoles menores de 18 años son el grupo de edad que soportan los niveles más altos de pobreza y/o exclusión social. En 2022, el 32,2% de los niños, niñas y adolescentes se encontraban en situación de riesgo de pobreza y exclusión social, mientras que el valor para el conjunto del país es del 26,3%.

La carencia material severa marcaba el año pasado su punto más alto desde 2008, al ascender hasta el 10,1%, lo que significa que parte de los menores de nuestro país no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada, una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días o disponer de electrodomésticos tan necesarios como una lavadora. "Es un problema estructural y sistemático", recalcó Ricardo Ibarra, director de la Plataforma de Infancia.

Alquiler, menos luz y más hacinados

La vivienda, una de las ocho dimensiones a través de las que se mide la exclusión social, supone un derecho de difícil acceso para muchas familias españolas. En las viviendas en propiedad, "la forma de tenencia más segura que existe", según la Plataforma de Infancia, también residen menos niños y adolescentes, lo que provoca que se encuentren más expuestos a la pérdida de la vivienda por el fin de los contratos o la devolución del inmueble a su propietario. El 38,4% de los menores de 18 años del quintil más pobre vive de alquiler.

La Plataforma de Vivienda alerta de cómo las calidades de las viviendas también merman año tras año. En 2021, el 20,5% de los niños, niñas y adolescentes más pobres vivía en situación de hacinamiento, que, según la Plataforma de Infancia, significa disponer de menos de 15 metros cuadrados. Y de ese porcentaje, el 5,3% cuenta con una superficie por persona de menos de 10 metros cuadrados. Estos datos se traducen en un 12,1% si se amplía a toda la población.

No sólo tenemos más problemas para pagar la vivienda, sino que se paga por inmuebles peores"

Débora Quiroga

— Autora del informe 'Un hogar para la infancia'

Esta red, compuesta por más de 70 entidades de infancia, destaca que el 18,9% de la población infantil que habita en viviendas con falta de espacio se sitúa en el umbral de pobreza e insiste en que esta problemática se agrava en el caso de las familias monoparentales y las numerosas. La falta de espacio afecta al desarrollo social de las familias y en la creación de sus redes de apoyo, puesto que supone un obstáculo para mantener relaciones con amigos y familiares. En el caso de las niñas, niños y adolescentes, se asocia a problemas conductuales y académicos y puede llegar a generar hiperactividad y agresividad, como ya avisó Save The Children en su informe Aquí no hay quien viva, publicado en marzo de este año.

La pandemia ha agravado esta situación. Los factores de calidad de la vivienda que mide la Encuesta de Condiciones de Vida del INE han empeorado. Dos muestras de esa degradación de los inmuebles se reflejan en que en el 11,2% de las viviendas existe escasez de luz natural, frente al 5,8% de 2019; y en que en el 21,5% se escuchan ruidos producidos por vecinos o procedentes del exterior, en comparación con el 13,9% de un año antes.

"No sólo tenemos más problemas para pagar la vivienda, sino que se paga por inmuebles peores", concluye la coordinadora del informe, Débora Quiroga. El 21,3% de las casas tienen goteras y humedades, el 13,4% de las viviendas se ubican en zonas con delincuencia y vandalismo y el 11,8% en barrios con contaminación o suciedad (11,8%).

Dificultades para llegar a fin de mes

En 2022, el 52,1% de las niñas, niños y adolescentes vivían en hogares que manifestaban tener dificultades para llegar a fin de mes. De ese porcentaje, el 25,6% reside en hogares con dificultad o mucha dificultad y el 26,5%, con cierta dificultad. Se trata de un dato llamativo por su crecimiento desde el periodo anterior, que se ha cifrado en 3,2 puntos.

La Plataforma de Infancia recalca que la pobreza energética es uno de los grandes problemas actuales que afecta tanto a los adultos como a las personas menores de 18 años. Sin embargo, sus efectos sobre los niños y niñas, en especial durante la primera infancia, suelen ser mayores, debido a que pasan más tiempo en el interior de los domicilios. La tasa de personas que no pueden permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada alcanzan al 16,1% de los hogares con menores, lo que representa unos 1.300.000 niños, niñas y adolescentes. El dato supone el máximo histórico tras tres años de crecimiento ininterrumpido.

Casi el 40% de los niños vive en familias que dedican casi la mitad de sus ingresos a los gastos de la vivienda. La gravedad de la situación contrasta, de acuerdo con esta red de entidades de infancia, con la escasa inversión de España para acabar con la pobreza infantil. Nuestro país sólo destina el 1,6% del PIB a este fin, cuando la media europea se sitúa en el 2,5%. "La agenda de pobreza infantil tiene más peso en políticas públicas, pero no suficiente", critica Ricardo Ibarra, que informa de que la Plataforma de Infancia se encuentra en conversaciones con los ministerios de Vivienda, encabezado por Isabel Rodríguez, y con el de Derechos Sociales, por Pablo Bustinduy, para impulsar medidas que contribuyan a paliar esta desfavorable coyuntura.