El Ayuntamiento asegura que la empresa que esparció excrementos de animal en las calles de Madrid para un anuncio lo hizo sin permiso

Nerea de @Ohlileven, una cuenta en redes sociales dedicada a viajes y lifestyle, compartió el 11 de octubre un vídeo que generó cierto susto. Se dirigía esa mañana en la zona de las Cuatro Torres, en Madrid, a hacerse "unos análisis", cuando se encontró con un coche de la marca Volkswagen abollado por el techo y rodeado de excrementos de un animal grande que, según afirmaba, "huelen fatal". "Parece que lo ha pisado un elefante", señalaba la joven.

"Flipad, porque está todo el mundo por aquí y no os vais a creer la teoría que tienen: hay un zoológico cerca y se ha escapado un elefante", expresaba sorprendida esta influencer, a lo que le respondían que no se ubica ningún recinto de ese tipo cerca de esta área de negocios madrileña. Ya desde ese vídeo, algunos usuarios de TikTok levantaron la liebre. "Si te pagan por hacer un anuncio tienes que etiquetarlo como publicidad, juraría", indicaba uno de ellos.

Así lo ha confirmado otro de los influencers que ha participado en la campaña, Mario Marzo, que este martes por la noche publicaba en sus redes sociales un vídeo en el que explica que "estos incidentes sí que fueron causados por animales que se habían escapado del zoológico iluminado más grande del mundo". Él grabó otro vídeo para redes sociales en un restaurante Bel Mondo, en la calle Velázquez, destrozado por la entrada de un gran animal, que también había dejado sus excrementos en gran parte de esta conocía vía.

Formaba parte, por tanto, de una campaña publicitaria, como ya confirmaron ayer fuentes cercanas a las acciones promocionales a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Se refería el copresentador del pódcast ¿Quieres ser mi amigo? al espectáculo de figuras luminosas que va a ofrecer la empresa Brilla Investments en el parque Juan Carlos I de Madrid del 23 de noviembre al 14 de enero.

Brilla Madrid Zoo es un evento privado de ocio que se realiza en un espacio público, el mencionado parque, y para el que los interesados en verlo tendrán que pagar 21,99 euros, según la web de El Corte Inglés, que vende las entradas. Ni en el Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, dirigida por Borja Carabante, como en la de Vicealcaldía, Portavoz, Seguridad y Emergencias, de Inmaculada Sanz, mano derecha del alcalde, recibieron ninguna notificación de las acciones que se realizaron en las calles de Madrid para promocionar este espectáculo.

Fuentes del Ayuntamiento aseguran que tuvo que acercarse a uno de los lugares de estas propuestas publicitarias -no indican a cuál de los dos- un equipo del Servicio de Limpieza Urgente (Selur) para que la vía pública volviese a verse en el estado en el que se la encontraron en Brilla Investments antes de simular la entrada de un animal en Bel Mondo y en la calle aledaña a las Cuatro Torres.

Desde el consistorio indicaban a este periódico que podrían "pasar la factura" del Selur a quien haya ensuciado las calles de esa manera. Se trata, de hecho, de una infracción grave, de acuerdo con la Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y de Gestión de Residuos del Ayuntamiento de Madrid, dado que, tal como estipula el artículo 21 de esta norma, "las personas que lleven animales de cualquier especie serán responsables de cualquier acción de los mismos que ocasione suciedad en las vías y espacios públicos, así como en los parques y demás zonas verdes". Habría que ver en este caso, al no tratarse de un animal real, cómo se catalogan esos residuos.

La empresa dice que actuó "con todos los permisos en regla"

Brilla Madrid, así como el resto de empresas que intervinieron en la campaña publicitaria, Engine-Agency (productora), Delirio Twin (agencia creativa) y Newlink (agencia de comunicación, PR e influencers), han trasladado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que "en todo momento se ha actuado en todas las intervenciones realizadas en la vía pública de forma responsable y con todos los permisos en regla por el Ayuntamiento de Madrid".

En la acción del vehículo ubicado en la calle Padre Francisco Palau y Quer, 2, solicitaron un permiso de rodaje "en frente de la oficina del Catastro" y abonaron "las tasas pertinentes y autorizaciones necesarias". Sostienen que "esta zona, además, fue revisada al finalizar por un técnico de limpieza del Ayuntamiento para comprobar que todo estaba correcto".

En la segunda grabación, en la del restaurante Bel Mondo, "se mandó un acto comunicado de la realización de la acción en la puerta de Bel Mondo, según normativa. En este caso, no fue necesario tramitar permiso de ocupación". "Se ha certificado la correcta ejecución de esta acción, y el restaurante puede acreditar que eso quedó perfectamente limpio después de la acción", insisten. Desde Big Mamma, empresa matriz de Bel Mondo, apoyan que los técnicos recogieron la zona del restaurante nada más terminar la acción.