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El Partido Cannábico hace historia en Europa: "No vamos contra nadie; el cáñamo es patrimonio español"

Han obtenido dos concejales en la localidad navarra de Murillo el Fruto: "Queríamos constituir un club cannábico. Como no nos dejaron, montamos un partido"

El principal reclamo electoral fue la promesa de instalar una planta de cáñamo industrial

Los miembros del Partido Cannábico, celebrando sus dos concejales en Murillo el Fruto (Navarra)

Los miembros del Partido Cannábico, celebrando sus dos concejales en Murillo el Fruto (Navarra) / Cedida

David López Frías

David López Frías

 Durante la conversación telefónica que Fermín Les, presidente del Partido Cannábico, mantiene con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, se ve obligado a parar un par de veces la conversación. El motivo es que los vecinos le interrumpen para felicitarle por los inesperados resultados electorales que han obtenido en los últimos comicios municipales. "Llevamos así todo el día. Todos los vecinos nos están felicitando", reconoce.

No es para menos. El Partido Cannábico-Luz Verde, nacido en 2006 en Pamplona casi por casualidad, ha obtenido un hito histórico en Europa: ha conseguido sacar dos de los siete concejales que había en juego en el Ayuntamiento del municipio navarro de Murillo el Fruto, de poco más de 600 habitantes. 121 votos, que suponía el 32% de los sufragios escrutados. Algo que no ha sucedido antes en nuestro continente. "Tenemos constancia de algo parecido en Australia y en Israel. Pero en Europa es la primera vez. Nunca había pasado algo parecido".

Nunca un partido político de este corte había logrado entrar en las instituciones. Ni de derechas, ni de izquierdas. Cannábicos. "En realidad, nosotros no vamos contra nadie. Somos, como solemos decir nosotros, un partido yogur. Que tiene fecha de caducidad. Nosotros no tendríamos que existir. Y nuestro objetivo es desaparecer cuando la cuestión cannábica esté solucionada en España", confiesa Les en conversación telefónica y entre felicitación y felicitación de los vecinos.

El origen

Andrés Vallés y Germán Daniel son los nombres de los que se convertirán en los próximos días en los primeros ediles cannábicos de la historia. Pero el origen de esta historia no es reciente. "Todo esto empieza en 2006. Queríamos constituir un club cannábico. Pero como no nos dejaron, decidimos montar un partido político".

Lo resume Fermín Les desde su grow shop en Pamplona. Fermín es el presidente y uno de los fundadores de la iniciativa original. Un proyecto que ha ido cambiando de forma con el tiempo y que llegó a la cumbre en 2014 cuando, mediante una ILP, consiguieron que el Gobierno Foral aprobase la ley de clubes cannábicos.

Aquella Ley Foral 24/2014 fue objeto de todos los recursos judiciales posibles y se convirtió en el detonante de la ola de aperturas de asociaciones cannábicas en España que se dio en 2015. Especialmente en Barcelona. De aquellos polvos, aún quedan lodos. Porque en el partido recuerdan que la formación cuenta con presos. Gente que está cumpliendo condena por cuestiones relacionadas con el cannabis.

Miembros del Partido Cannábico muestran la bandera de Navarra con hojas de cannabis

Miembros del Partido Cannábico muestran la bandera de Navarra con hojas de cannabis / Cedida

Presos cannábicos

"Son Albert Tió y Víctor Segués. Dos activistas que fueron condenados a 5 años de prisión por una intervención de marihuana que hicieron en 2014 en la asociación de usuarios Airam de Barcelona. Ellos han hecho mucho trabajo reescribiendo los estatutos del partido dentro de prisión. Todavía tienen que ir a dormir a la cárcel", cuenta Fermín.

Con estas, y tras varias comparecencias en las urnas, la historia culminó el pasado fin de semana con la entrada del partido en el ayuntamiento navarro del municipio Murillo el Fruto, un pueblo de poco más de 600 habitantes en el que la formación cannábica ha obtenido el apoyo ciudadano suficiente para obtener dos concejales.

Durante el transcurso de la jornada electoral, además, hubo momentos de sorpresa: "Tuvimos virtualmente la alcaldía al principio del recuento, pero la candidatura de Adelante Murillo se adelantó en el recuento y ganó las elecciones por 253 votos a 121", cuentan desde el partido, que se quedó a sólo 8 votos de sacar un tercer concejal.

Éxito rotundo

"Para nosotros es un exitazo. Hemos pasado momentos complicados, como cuando la Audiencia Nacional nos quiso ilegalizar y disolver para que no nos presentásemos. Una medida que, como puedes ver, no salió adelante. Estamos, nos hemos presentado y hemos obtenido dos concejales", recuerdan desde la formación.

¿Quién financia al Partido Cannábico? ¿Tiene empresas ocultas u oligarcas escondidos entre sus inversores? Contesta rotundo Fermín: "Para nada. Esto del partido es palmar pasta todo el rato [ríe]. De hecho, te puedo detallar a todos los inversores: la revista Cáñamo, Plantasur (un mayorista de jardinería), Positronics (una marca de semillas de cáñamo) y Sweet Dreams, que es un productor de CBD (una sustancia legal contenida en el cannabis). Entre todo hemos sacado 1.800 euros".

Miembros del Partido Cannábico, dando un mitin en antes de las elecciones

Miembros del Partido Cannábico, dando un mitin en antes de las elecciones / Cedida

La conversación con Fermín discurre entre datos, proyectos y curiosidades: "¿Sabías que la estación de Atocha de Madrid se llama así porque era el lugar al que llegaba el cáñamo de otras partes de España?" explica. De hecho, la RAE todavía conserva la palabra 'atochar' como sinónimo de esparto. Y no es la única. Hay muchos municipios en España cuya raíz etimológica viene de esta planta, como Santa Cruz del Cáñamo en Ciudad Real o Torre del Cáñamo en La Rinconada, Sevilla.

"El cáñamo es también parte de nuestra identidad. Si hay cáñamo en América es porque lo llevamos los españoles; era un material que se utilizaba a menudo para, por ejemplo, reparar las cuerdas de los barcos. Y allí se quedó y se consolidó. El cáñamo también es identidad nacional y patrimonio de España. Y así hay que reivindicarlo", resume el presidente.

La promesa

Otra pregunta interesante es cómo ha convencido una formación política tan particular como el Partido Cannábico, con un programa tan concreto, a los vecinos de Murillo para obtener su confianza en las urnas. ¿Es que son todos fumetas? La respuesta es que, obviamente, no: la motivación de los vecinos puede haber llegado por una promesa empresarial. El punto estrella del Partido Cannábico en el municipio es la instalación de una planta de tratamiento de cáñamo, aunque aún está por decidir si se tratará de cáñamo industrial o de CBD (cannabidiol), uno de los químicos que contiene la planta del cannabis y que no está fiscalizado en España.

El CBD tiene propiedades medicinales y es utilizado en la industria farmacéutica y cosmética de todo el mundo. Y muchos de los descubrimientos relacionados con la planta tienen sello español: “En este sector estamos asistiendo a una fuga de cerebros importante. Gente muy preparada que se tiene que ir fuera a trabajar. Gente joven con mucho talento que está en Estados Unidos, Canadá o Uruguay, porque aquí en España es delito. Seríamos punteros en este sector, que además crearía muchos puestos de trabajo, sobre todo juvenil”.

Por eso, porque el cannabis es un sector en el que gran parte de los usuarios son jóvenes, creen los regulacionistas que han conseguido movilizar ese voto joven que a menudo se les escapa a los partidos políticos. “España es un país con cultura cannábica desde hace muchos años. Más que muchos de los países que ahora se han adelantado a la prohibición. Y la gente aquí ya fuma, eso no depende de la legalización o no. Lo que comportaría la legalización sería que el estado se beneficiaría mediante los impuestos. Y, por tanto, toda la ciudadanía”.

'Abuela Marihuana'

La victoria se la quieren dedicar a la conocida como ‘Abuela marihuana’. Una figura indispensable en la cohesión de los grupos y activistas cannábicos. Se trata de Fernanda de la Figuera, uno de los personajes más populares en los círculos del cannabis de nuestro país.

Conocida como la ‘apóstol del autocultivo’, Fernanda de la Figuera fue presidenta del partido y condenada a 9 meses de prisión y 10.000 euros de multa, tras la incautación en 2014 de 181 plantas de marihuana en una finca de Alhaurín el Grande (Málaga). Fernanda era la persona elegida para encabezar las listas en el proyecto político, pero falleció en Zaragoza en abril del año pasado a los 78 años de edad.

Ahora, la formación quiere asentarse en este pequeño municipio navarro y trabajar por la introducción paulatina del cáñamo y sus derivados en la vida cotidiana del pueblo. De ahí a las generales, con una certeza: “El cannabis tiene muchos más apoyos de los que parece en España. No tiene mucho sentido seguir con la prohibición. El mejor día del partido será cuando desaparezca, porque será la señal de que se ha conseguido la legalización”.