DEBATE SUCESORIO

Los barones del PSOE se quitan presión sobre sus relevos tras alejarse el congreso federal a 2025

Las consecuencias de las elecciones catalanas para la gobernabilidad obligan a dejar en pausa los procedimientos orgánicos, a la espera de estabilizar la legislatura. Algunos cargos autonómicos conjeturan que “tarde o temprano” pueda producirse algún tipo de crisis de Gobierno o cambios en la dirección federal

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado de varios barones del PSOE en la última reunión del Consejo Político Federal del partido, celebrada en septiembre de 2022 en Zaragoza.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado de varios barones del PSOE en la última reunión del Consejo Político Federal del partido, celebrada en septiembre de 2022 en Zaragoza. / JAVIER BELVER

Iván Gil

Iván Gil

La mayoría de federaciones socialistas asumen con alivio que Ferraz haya diluido sus prisas para celebrar un congreso federal este otoño y optado por encuadrarlo a finales del próximo año. Principalmente, porque de este modo no tendrán que precipitar sus propios procesos autonómicos, pues estos se suceden en cascada tras el federal. Después que se adelantasen los relevos de liderazgo en Extremadura, Comunidad Valenciana y Galicia, al dar un paso al lado sus secretarios generales, el resto de territorios admiten que no tenían encima de la mesa seguir estos pasos. Bien por entender que cuentan con liderazgos afianzados sin necesidad de renovarse, como es el caso de las tres comunidades donde gobiernan o cogobiernan (Asturias, Navarra, Castilla-La Mancha y Euskadi), bien por contar con más tiempo para preparar este proceso con consenso interno y evitar una competición en primarias, como es el caso de Aragón.

Pedro Sánchez urgió a acelerar los cambios en las direcciones autonómicas y "rearmarse" tras la debacle en las elecciones gallegas. Entonces, el presidente del Gobierno y líder de los socialistas apuntó a “la renovación de liderazgos territoriales” como una tarea pendiente, habida cuenta de la pérdida de poder institucional en las últimas autonómicas y municipales. “Cuando terminen las elecciones europeas tendremos que abordarlo”, conminó al partido. Ahora, ese calendario vuelve a alejarse.

El adelanto de las elecciones catalanas fue un elemento no previsto cuando se planificó esta hoja de ruta. Las consecuencias que puedan tener para la gobernabilidad obligan a dejar en pausa los procedimientos orgánicos, a la espera de estabilizar la legislatura. Así lo señalan en algunos territorios como una disrupción que impide avanzar cualquier tipo de planificación. Asimismo, algunos cargos autonómicos conjeturan que “tarde o temprano” pueda producirse algún tipo de crisis de Gobierno y también en Ferraz.

Una forma de reforzar la agenda planteada por el jefe del Ejecutivo después de plantearse su dimisión. Con estos cambios se amortiguaría el debate abierto sobre la sucesión tras los cinco días de abril en los que Sánchez reflexionó sobre su continuidad al frente del Gobierno. Los efectos en la gobernabilidad de las elecciones catalanas de este domingo y los posibles cambios tanto en el gobierno como en la ejecutiva federal son así los dos de los elementos que coinciden en señalar desde algunos territorios para evitar el adelanto de un congreso federal. “El panorama es complejo y hasta que se despeje no se puede planificar nada”, indica un dirigente territorial.

Procesos “en tiempo y forma”

En los territorios más afines con Ferraz no ponen pegas a que el congreso federal se celebre este otoño o el del próximo año. Destacan que ambas fechas serían “en tiempo y forma”. Los estatutos marcan que los congresos del partido se convocan de forma ordinaria entre el tercer y cuarto año desde la celebración del anterior. Sin embargo, todas las federaciones insisten en que no han abierto este debate y, con más o menos ahínco, se inclinan por no precipitar el calendario. “No tenemos ninguna previsión de adelantar” o “no está encima de la mesa” son algunas de las respuestas más comunes que dan cuenta de que la opción de no celebrar el federal este año va más acompasada con el sentir de las federaciones.

La mayoría de los congresos autonómicos tocarían como máximo a finales de 2025. Incluso a principios de 2026, como es el caso de Asturias, cuyo congreso se retrasó por contagiarse de convid varios de sus cargos, entre ellos el secretario general y presidente del Principado, Adrián Barbón. Su inclinación por no precipitar el calendario tiene que ver en algunos casos por afianzar liderazgos.

Liderazgos consolidados

Sobre todo, allí donde pese a perder la presidencia autonómica, sus secretarios generales buscan seguir al frente. Estos son los casos de Baleares, federación que lidera la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y Canarias, liderada por el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. Desde el entorno del este último destacan que en la federación no hay debate sucesorio y consideran que su liderazgo “está muy consolidado”. Donde los socialistas están gobernando, como el caso de Asturias, hablan de liderazgos “sólidos” y, por tanto, que sus procesos autonómicos se centrarán más en ratificarlos.

El caso más complejo es el de Aragón, federación crítica con Ferraz y donde la dirección federal busca promover un cambio de liderazgo. Desde la federación que lidera Javier Lambán, apuestan por priorizar los acuerdos y evitar un choque en primarias, pero sobre todo abogan porque no se fuerce desde Madrid un proceso que no quieren precipitar. De ahí que sean los que más aplauden esta decisión de alejar la celebración de un congreso federal para el próximo año.