ERC pone en duda los acuerdos de Junts con el PSOE: "Hay mucha letra pequeña"

El acuerdo de última hora entre Junts y el PSOE para salvar los primeros decretos del Gobierno de Pedro Sánchez abre un nuevo paradigma en Cataluña: los posconvergentes han negociado mejoras competenciales para una Generalitat en la que ya no mandan. Es decir, el partido de Carles Puigdemont ha conseguido las competencias en inmigración, pero será ERC quien deberá asumir el reto de aplicar este acuerdo. ¿Cómo se lo han tomado los republicanos? Por ahora, con distancia.

La primera en expresar sus dudas ha sido la número dos de Esquerra en el Congreso, Teresa Jordà. No ha negado la capacidad de Junts de haber arrancado algunas mejoras al PSOE, pero ha avisado de que aún quedan muchos detalles por conocer del pacto. "Hay mucha letra pequeña", ha alertado. El caso de las competencias en inmigración es el más claro. El Estatut prevé que la Generalitat asume una parte de la gestión, pero no toda, y aún está por ver que encaje legal tendrá toda la operación.

Así, Esquerra sospecha que los socialistas y los posconvergentes han firmado el pacto sin tener claro cómo aplicarlo. Jordà ha ironizado que su partido ya tiene "un cierto recorrido" de pactar con el PSOE por lo que sabe que, una vez se ha firmado el acuerdo, luego hay que aplicarlo. Y eso no siempre es fácil. Los republicanos reivindican que ellos sí que han conseguido algo más tangible que es el traspaso del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Una reivindicación con más de dos años de trayectoria que ahora será una realidad.

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De todo el pacto Junts-PSOE, Esquerra considera que solo hay dos epígrafes aplicables a corto plazo: suprimir el artículo del decreto que los posconvergentes consideraban que afectaba negativamente la amnistía -y que ERC niega-, y los incentivos fiscales a las empresas para que regresen a Cataluña tras haberse ido en 2017. Del resto -inmigración, IVA del aceite y la publicación de las balanzas fiscales- consideran que no hay ninguna garantía.

El precedente de Torra

El nuevo paradigma abierto por Junts tiene precedentes, pero con los papeles intercambiados con ERC. Durante el Govern de Quim Torra (2018-2020), fueron los republicanos quienes alcanzaron algunos acuerdos con el PSOE que afectaban a toda la Generalitat, entonces liderada por Junts. El caso más evidente es cuando Esquerra pactó la creación de la mesa de diálogo en el que debían participar la Generalitat y el Estado. Torra lo criticó abiertamente.

También hay otros ejemplos durante la pandemia en las negociaciones sobre las prórrogas del estado de alarma. El entonces vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, negoció con el PSOE concesiones a Cataluña a cambio de los votos de ERC en el Congreso que luego Torra se encargó de comunicar a Sánchez que no vinculaba a todo el Govern.