TRAS LA CARTA DEL LÍDER DEL PP

Sánchez acepta las condiciones de Feijóo para reunirse el viernes: "Para usted la perra gorda"

La reunión se celebrará en el Congreso este viernes a las 10:30 de la mañana

Sánchez valora que "rectifique el plantón", pero dice no renunciar a un próximo encuentro en Moncloa y califica la propuesta de Feijóo como "inédita"

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el pleno del Congreso. Sánchez, de fondo.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el pleno del Congreso. Sánchez, de fondo. / JOSÉ LUIS ROCA.

La reunión entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se celebrará este viernes a las 10:30 de la mañana, pero no en La Moncloa, sino en el Congreso de los Diputados. El presidente del Gobierno acepta así las condiciones fijadas por el líder de la oposición: "Para usted la perra gorda, nos veremos el viernes en el Congreso y hablaremos de lo que usted quiera", respondió desde la tribuna del Congreso en el debate para hacer balance de la presidencia de turno de la UE. El presidente del PP decidió mover ficha antes de su primer cara a cara con el presidente en el Congreso, después de haber exigido durante días a Moncloa que le enviara un orden del día por escrito con todos los temas que tratarán. Al final, Feijóo optó por enviar el suyo propio a través de una carta y frenar así el desgaste que le estaba suponiendo no poner fecha a la cita con el presidente del Gobierno. En ella confirmaba su disposición a verse pasado mañana.

Sánchez aprovechó su comparecencia en la Cámara Baja, donde hizo balance sobre la presidencia de turno de la UE, para “celebrar” que Feijóo “haya rectificado en su empeño por tratar de darme plantón”. El presidente del Gobierno subrayó que quiere llegar a “pactos de Estado” en los temas que ya propuso -renovación del CGPJ, sistema de financiación autonómica y reformar por fin el artículo 49 de la Constitución-, pero abriéndose a añadir en el orden del día “todo lo que usted considere y desee”.

Eso era exactamente lo que quería el PP: influir en la agenda que se tratará en la reunión más allá de las peticiones de Sánchez. Desde la tribuna Feijóo respondió al presidente con su malestar por haberse enterado por los medios de comunicación "hace diez días" de su propuesta para verse sin que le contactara directamente con los temas que ambos deben hablar. Y también emplazó al socialista a verse en el Congreso de los Diputados, y no en el Palacio de la Moncloa, que es donde suelen tener lugar estos encuentros entre el presidente y el líder de la oposición.

Pese a aceptar esta propuesta para llevar la reunión a un terreno que fuentes populares califican de "neutral", Sánchez la descalificó por ser "inédita" y una pretensión de "jugar al escondite". "Me reúno, pero en el Congreso", añadió. Asimismo, trasladó que no desiste a que "en un futuro venga al Palacio de la Moncloa y le pueda recibir como jefe de la oposición". Tras reiterar la necesidad de dialogar y llegar a pactos de Estado entre los dos grandes partidos, el jefe del Ejecutivo concluyó que "lo único que le pido es entendimiento, no insulto".

Sánchez, que llegó al debate en el Congreso con la carta de Feijóo recién publicada, priorizó el diálogo “cómo quiera, dónde quiera y cuándo quiera”. Eso sí, le afeó al jefe de la oposición que quiere “diálogo y no berrinche”. También “entendimiento y no insultos”. Pese a las diferencias y al choque cada vez más intenso entre los dos principales partidos, Sánchez defendió que “no se puede mantener congelado el diálogo” durante toda la legislatura, volviendo a insistir en los pactos de Estado por "el bien del país".

Feijóo respondió directamente a las tres preguntas del presidente sobre la reunión: "¿Cómo? Sin mediador. ¿Le parece bien? Y en Ginebra no, en el Congreso de los Diputados. ¿Cuándo? Este viernes. Y sin soberbia, sin imposiciones y con orden del día oficial. ¿Será usted capaz? Yo sí". El líder del PP insistía en tener un intercambio por escrito de papeles, y al negarse el Ejecutivo a enviar los tres temas que ya eran totalmente públicos, Feijóo envió los suyos esta mañana.

Los temas que llevará Feijóo

El objetivo del PP con la carta de este miércoles busca garantizarse que Sánchez acepte hablar de lo que Feijóo llevará a la cita. En concreto, el PP propone hablar de la ley de amnistía, el Consejo de Estado y la Fiscalía, la despolitización de RTVE y EFE (tras el polémico nombramiento de Miguel Ángel Oliver, ex secretario de Estado de comunicación), medidas para garantizar la independencia judicial en el marco de la renovación del Consejo General del Poder Judicial y "el posicionamiento acerca de la prevaricación judicial que denuncian PSOE, Junts y ERC" en clara referencia a las comisiones sobre el 'lawfare'.

Además, Feijóo exige tener información sobre las negociaciones mantenidas en Ginebra entre el Gobierno y Junts y ERC, las subidas de impuestos pactadas con Sumar, la condonación de deuda y supuesta cesión del 100% de los tributos a Cataluña y Euskadi, y la moción de censura en Pamplona para darle la alcaldía a Bildu.

En el único punto que coinciden con exactitud ambas partes es en la modificación del artículo 49 de la Constitución para quitar la palabra "disminuidos" al referirse a personas con discapacidad.

Desgaste por no acceder a reunirse

La cuestión es que la negativa reiterada del PP a poner fecha a un encuentro, cuando en el gabinete del presidente habían ofrecido tres fechas concretas (el pasado lunes 18, el viernes 22 o el viernes 29) se estaba convirtiendo en un quebradero de cabeza para Feijóo.

Sobre todo, porque el líder del PP siempre había defendido su perfil institucional y la idea de que si el presidente le convocaba, siempre acudiría. Los conservadores trataron de echar un pulso a Moncloa porque este encuentro se produce en un momento muy complejo para ellos: con la tramitación de la ley de amnistía comenzada, la moción de censura pactada con EH Bildu para arrebatarle la alcaldía de Pamplona a UPN y a la espera de que se concreten las reuniones, "varias", dijo el propio Sánchez, con Carles Puigdemont y Oriol Junqueras en los próximos meses.

Sea como sea, en el PP reconocían "que no era un problema de calendario" porque "siempre van a surgir cosas con este Gobierno. Ponían el foco en que "nunca habían dicho que no fueran a acudir". Pero la realidad es que no terminaban de asumir una fecha y la imagen que quedaba era la de que Feijóo se negaba a verse con el presidente del Gobierno.