MINISTRA DE ECONOMÍA

Calviño, una vicepresidencia de tránsito en espera de un puesto europeo

La titular de la cartera de Economía espera poder dejar su cargo el 1 de enero de 2024 si logra acceder a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones

Nadia Calviño.

Nadia Calviño. / EP

Rosa María Sánchez

La actual vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño (A Coruña 1968), conserva su puesto y tareas principales, salvo las competencias de Transformación Digital, que han sido desgajadas para un nuevo ministerio que ocupará José Luis Escrivá, el hasta ahora ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. 

Sin embargo, si se cumplen las expectativas del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidencia de Calviño será la más efímera de la historia. Si el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) acepta su candidatura como nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Calviño dejará el Gobierno español, a más tardar, el 1 de enero, para incorporarse al organismo europeo. Si, por el contrario su candidatura no logra imponerse a la de la danesa Margrethe Vestager (que es su principal rival para el cargo del BEI, aunque no la única), Calviño podrá conservar su puesto en el Ejecutivo español. Puede que, incluso en este supuesto, Calviño quede a la espera de otro puesto de relieve internacional. En estos momentos ocupa la presidencia del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) del Fondo Monetario Internacional.

Conservar la cartera de Economía hasta final de año, le permitirá a Calviño, además, mantenerse en su puesto hasta el final de la Presidencia Española de la UE y culminar las negociaciones para el diseño de unas nuevas reglas fiscales europeas. Cumplir este propósito antes de finalizar el año puede convertirse en el gran logro de la Presidencia de la UE que España ha ocupado en este semestre

De momento, el nuevo equipo de gobierno diseñado por Sánchez parece pensado para facilitar el tránsito. Si Calviño se va, o Teresa Ribera o María Jesús Montero podrían pasar a la vicepresidencia primera que dejaría la titular de Economía. Además, la separación de las competencias de Transformación Digital y su asunción por Escrivá puede ser interpretado de dos maneras. Se puede interpretar que Escrivá queda situado como posible candidato a sustituir a Calviño si esta deja las competencias de Asuntos Económicos. También se puede interpretar que si la cartera de Economía es asumida por otra persona distinta de Escrivá, el nuevo ministro o ministra quedará liberado del peso de las competencias digitales. 

Nadia Calviño ya fue vicepresidenta y ministra de Economía en la primera legislatura con Pedro Sánchez como presidente. Entonces jugó el papel de dique de contención de las aspiraciones maximalistas del partido de Pablo Iglesias al tiempo que el de baluarte del cumplimiento de las normas presupuestarias y de los compromisos con Bruselas. 

Calviño había sido directora general de Presupuestos de la Comisión Europea y era buena conocedora de los entresijos comunitarios, como ha demostrado en todos estos años en el Gobierno, sobre todo con el diseño del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) para el acceso a 164.300 millones de euros en subvenciones y prestamos de los fondos europeos Next Generation EU. Haber situado a España en el país más avanzado en la recepción de estos fondos es uno de los logros de esta experta conocedora de los mecanismos que mueven las ruedas de Bruselas. 

Calviño había llegado a la capital europea en septiembre del 2006 procedente del Ministerio de Economía, donde trabajó a las órdenes de Pedro Solbes. Fue directora general adjunta de Competencia, una de las carteras de mayor peso en Bruselas. En la Dirección General de Mercado Interior ayudó a diseñar las reformas financieras y bancarias bajo la batuta del entonces comisario y después negociador de la UE para el 'brexit', Michel Barnier. Los últimos cuatro años antes de incorporarse al Gobierno en España preparó y negoció los presupuestos europeos como directora general del equipo del comisario Günther Oettinger y con un objetivo: simplificarlos. Hija del primer director de TVE, José María Calviño, madre de cuatro hijos, se licenció en Derecho y Económicas, domina perfectamente inglés y francés y habla alemán.

Extremadamente organizada, exigente, con una energía desbordante, dedicada y muy comprometida. Así la describen quienes conocen a la vicepresidenta económica, que llegó a formar parte de la lista de candidatos a llevar las riendas del Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque finalmente se retiró la candidatura y la directora ejecutiva del Banco Mundial, Kristalina Georgieva fue la que acabó ocupando el cargo que dejó vacante Christine Lagarde para ir a presidir el Banco Central Europeo (BCE).