DEBATE SOBRE LA AMNISTÍA

Aragonès se reivindica en el Senado ante un PP que centra sus críticas en Sánchez

El motivo más confesable es poder defender "la amnistía y el fin de la represión" bajo más focos de los que tiene habitualmente en Cataluña

El presidente catalán, Pere Aragonès, durante su intervención en el Senado.

El presidente catalán, Pere Aragonès, durante su intervención en el Senado. / David Castro

Miguel Ángel Rodríguez

"¿Esto suele ser habitual?", le preguntaba una trabajadora del Senado a otra compañera poco antes de las 10 de la mañana de este miércoles. Frente a ella, ocho cámaras de televisión apuntaban hacia la puerta principal de la Cámara alta, por donde minutos después ha entrado el president de la Generalitat, Pere Aragonès, para darse ese baño de focos que venía buscando. El líder de ERC ha hecho lo que venía a hacer: defender la amnistía y recordar sus líneas rojas para la negociación con Pedro Sánchez. Después, ha dejado con la palabra en la boca a los 13 presidentes autonómicos del PP que, sorprendentemente, han salvado de sus críticas más duras a Aragonès para dirigirlas al presidente del Gobierno en funciones.

En catalán -como también lo ha hecho la presidenta de Baleares, Marga Prohens Alfonso Rueda en galego- y durante diez minutos, Aragonés ha reivindicado la amnistía como "paso imprescindible" y "punto de partida" de un camino que, ha dicho muy convencido, terminará en la celebración de un referéndum. "Acordado" y "reconocido" por todos, eso sí. También ha puesto sobre la mesa la condonación de la deuda de Cataluña, algo que levantado muchas asperezas en los presidentes populares, y el traspaso de las competencias de Rodalies.

Con todo dicho, se ha bajado de la tribuna y, haciendo valer su palabra, se ha marchado de la Cámara Alta sin escuchar a sus homólogos. Ni un minuto ha tardado desde que ha sentenciado que "Cataluña votará en un referéndum por voluntad, por perseverancia y por democracia" hasta que ha salido a la plaza de la Marina Española, donde le esperaba su coche bajo la lluvia. La cita, que le ha servido para reivindicarse en la negociación con Sánchez, se había acabado para él.

Todos contra el PSOE

En el antiguo salón de sesiones del Senado empezó entonces el desfile de los trece presidentes autonómicos del PP y de las dos ciudades autónomas. Los tres del PSOE -el asturiano Adrián Barbón, el castellano-manchego Emiliano García-Page y la navarra María Chivite-, el lehendakari, Íñigo Urkullu, y el jefe del Gobierno canario, Fernando Clavijo, no han asistido. Con todo el foco para ellos, los conservadores han afeado la marcha de Aragonès, aunque alguno, entre ellos el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, le han agradecido su asistencia. No han hecho lo mismo con Sánchez y el resto de miembros del Gobierno, a los que han criticado por no asistir a la cita.

La premisa sobre la que ha pivotado el discurso de los conservadores ha sido señalar que conceder la amnistía supone otorgar al independentismo la categoría de "víctima". "No sería perdonar, sería pedirles perdón", ha sentenciado Moreno y lo ha repetido después Prohens. "Si esta indignidad triunfa, pronto no habrá españoles", ha llegado a decir la madrileña Isabel Díaz Ayuso. Después ha llegado una retahíla de acusaciones contra el jefe del Ejecutivo en funciones por "mantener el poder a costa de lo que sea" y "subastar España a cambio de unos meses más de poltrona". Todo, han insistido una y otra vez, para conseguir los siete votos de Junts.

"El problema no es que el independentismo quiera imponer sus exigencias, lo realmente grave es que hayan encontrado a un político que tenga la voluntad de satisfacerlas", ha sentenciado el presidente de Murcia, Fernando López Miras. Entre los más críticos ha estado el jefe del Ejecutivo aragonés, Jorge Azcón, que ha sido tajante al afirmar que el referéndum y la amnistía que Sánchez negocia son "ilegales, sin género de dudas". "Seré un presidente rebelde frente a cualquier intento de quebrar la unidad de España", ha clamado. Y lo ha repetido después su homóloga extremeña, María Guardiola.

La respuesta

No solo habrá rebelión. También han avisado que, como ya dijo Alberto Núñez Feijóo, llevarán cualquier ley de amnistía o un futuro referéndum ante la Justicia. Lo mismo harán ante cualquier favor económico que reciba Cataluña. Justamente, la condonación de la deuda ha sido una de los puntos que más criticados por los populares. A este respecto, han aprovechado para reclamar un nuevo sistema de financiación -evitando las contradicciones que conviven dentro del PP- y muchos de ellos han achacado al Gobierno las carencias de sus territorios.

En el PSOE, silencio. La bancada azul del Gobierno ha estado toda la mañana vacía. Tampoco han estado los tres presidentes autonómicos socialistas que han alegado problemas de agenda. La respuesta del PSOE queda así en manos de su portavoz en esta comisión, el excandidato a la Junta de Andalucía, Juan Espadas, que hablará esta tarde. De momento, fuentes del PSOE critican el uso partidista de la Cámara Alta. "Esto es Génova 2", sentencian.