NEGOCIACIONES DE COALICIÓN

Podemos señala la puerta al 'ministrable' de Yolanda Díaz para que no ocupe el puesto que exigen en el Gobierno

El empeño de la líder de Sumar por situar a Nacho Álvarez como ministro de Derechos Sociales choca con las pretensiones de los morados

Ione Belarra y Nacho Álvarez, en una imagen de archivo.

Ione Belarra y Nacho Álvarez, en una imagen de archivo. / Juan Barbosa

Podemos se cubre las espaldas para evitar que Yolanda Díaz supla la cuota morada de Gobierno con Nacho Álvarez, miembro de la ejecutiva de Podemos que ejerce como portavoz de Sumar. La vicepresidenta en funciones quiere impulsarle como ministro de Derechos Sociales, cartera ahora ocupada por Ione Belarra, pero el partido le rechaza como su representante y apunta a que, en caso de ocupar esta cartera, deberá dejar sus cargos morados para no contribuir a lo que consideran un equívoco malintencionado. Si es ministro, en definitiva, que lo sea únicamente por Sumar.

La formación lleva semanas pidiendo a Díaz mantener a Irene Montero como ministra de Igualdad, un extremo descartado tanto por socialistas como en Sumar, que hasta ahora ha desdeñado esta petición alegando que no es momento de hablar de nombres.

La vicepresidenta en funciones tiene otros planes para el Gobierno, y prevé integrar a Podemos a través de la figura de Álvarez. Ya lo hizo en campaña electoral, cuando le nombró portavoz económico, contrarrestando así las críticas del partido sobre su falta de visibilidad. Lo hizo también después en las negociaciones de Gobierno, donde Álvarez fue designado coordinador de las negociaciones con el PSOE junto al secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey. Con esta presencia, se blindaba de los ataques morados incorporando en su equipo cuadros de la ejecutiva del partido.

Irene Montero, única baza

Pero en Podemos están decididos a cortar el paso a este movimiento de cara a la conformación de Gobierno. Álvarez es el principal candidato de Díaz para ocupar el Ministerio de Derechos Sociales que aspira a revalidar en la nueva coalición. En las filas moradas mantienen firme su órdago a Sumar y defienden que quien debe estar en el Consejo de Ministros es Montero, que fue vetada de las listas electorales de julio en un agravio que los morados aún tienen muy presente y que vertebra ahora su estrategia.

La ministra de Igualdad, Irene Montero.

La ministra de Igualdad, Irene Montero. / efe

Podemos contempla a Montero como única ministrable, y en caso de no aceptarse esta exigencia por parte de Sumar, ya existirá un casus belli para la ruptura y para, en último término, concurrir en solitario para las elecciones europeas de junio -un extremo que todas las partes dan por hecho-. Esta cita sería un trampolín para impulsar de candidata a la todavía titular de Igualdad.

Señalan la puerta a Ávarez

En las últimas semanas, desde las filas moradas han cerrado la puerta a que Álvarez pueda representar a Podemos a la hora de ocupar un ministerio y hay quien considera que, para aceptar un cargo de Sumar, debería romper primero el carné morado. La formación ya planteó un mecanismo para evitar que esta situación se produzca.

En el documento que publicó la dirección para abrir un proceso de reflexión sobre su relación con Sumar, los de Belarra reafirmaron la prohibición de la doble militancia, obligando así a los cuadros de Podemos a elegir entre integrarse en Sumar o permanecer en el partido. O dicho de otro modo, amenazando con la expulsión a los cargos morados que se pasen a las filas de Yolanda Díaz.

Excluido de la agenda

Desde hace meses el economista era un perfil disputado entre Díaz y los de Ione Belarra. Álvarez es una persona extremadamente respetada por ambas partes, por su solvencia técnica y su perfil conciliador. Pero en los últimos tiempos su relación política se ha enfriado con los morados. Tanto es así que sus intevenciones ya no vienen reflejadas en la agenda de partido, donde ya no le consideran un representante de sus filas, y su nombre únicamente figura en las previsiones de Gobierno, de ámbito institucional. La última vez que Podemos incluyó a Álvarez en sus previsoines fue a mediados de junio, apenas unos días antes de su incorporación al equipo de campaña de Sumar. Un punto de inflexión que llevó al partido a retirarle la cobertura mediática.

El dirigente anunció su decisión de ser portavoz de Sumar a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, antes de hacerla pública, provocando un debate en la ejecutiva morada. La cúpula del partido, en su ofensiva contra Yolanda Díaz, no encajó bien la noticia, aunque Álvarez argumentó que su papel se vería reducido a la campaña, y que sus planes pasaban por abandonar la política en un corto plazo de tiempo por motivos familiares.

Nacho Álvarez junto a Pablo Iglesias, Ione Belarra y Yolanda Díaz en 2020.

Nacho Álvarez junto a Pablo Iglesias, Ione Belarra y Yolanda Díaz en 2020. / EFE

Pero después de la campaña, Álvarez recibió el encargo de la líder de Sumar de encarar las negociaciones con los socialistas. Un papel donde ya tenía experiencia, puesto que en 2019 formó parte del equipo negociador de Unidas Podemos para el primer Gobierno de coalición. Su relación con los negociadores del PSOE también es buena, después de decenas con algunos de sus protagonistas como María Jesús Montero a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado, que también se encargó de negociar por parte morada.

Pese a que el dirigente daba por cerrada su etapa en el Gobierno, Yolanda Díaz se empeña en situarlo en el Consejo de Ministros al frente de Derechos Sociales. Una oferta que, de aceptarse, obligará a consumar su ruptura con las filas moradas.