LIMÓN & VINAGRE

Dani Esteve, las caras de la ultraderecha

Desokupa es una causa. La imagen de matones de sus trabajadores, pura propaganda. Sus seguidores, adeptos. Y Esteve, el líder. Inventa, manipula y crea bulos sin escrúpulos

Dani Esteve dueño de desokupa.

Dani Esteve dueño de desokupa.

Emma Riverola

Emma Riverola

Podemos quedarnos con ese rostro iracundo que nos grita desde Atocha. Una inmensa lona con el semblante compungido de Pedro Sánchez en blanco y negro y el gesto furioso y vociferante de Dani Esteve, el dueño de Desokupa. El mensaje no es precisamente sutil: "Tú a Marruecos. ¡Nosotros a la Moncloa!".   

Sí, podemos quedarnos con ese rostro que destila agresividad y odio. Pero también podemos bucear en las redes sociales: el lugar donde triunfa Esteve. Ahí le encontraremos con un semblante más amable y reflexivo, incluso socarrón. La retórica incendiaria se rebaja un grado, solo uno, lo justo para adquirir tono de homilía. Ahí se construye su imagen de falso benefactor. "Las abuelas, los niños y los animales no se tocan", gusta de afirmar. Señala a las fuerzas de seguridad como aliados (aunque en los despachos policiales preocupa su ascendencia) y se permite escenas pretendidamente emotivas como mostrar el colgante que le regaló una anciana a la que ayudó a recuperar su vivienda. 

Los dos rostros de Esteve nos ayudan a entender unas encuestas que aúpan a Vox hacia el Gobierno. ¿Cómo es posible cuando la coalición progresista ha conseguido logros económicos indiscutibles en un periodo terrible y ha sacado adelante un amplio abanico de mejoras sociales y laborales? En la burbuja ultra se inventan o magnifican problemas menores, se instrumentaliza el miedo y se acalla la única vía real de progreso: el combate contra la desigualdad.

Esteve (Barcelona, 1970) fue boxeador, portero de discotecas, guardaespaldas y pronto vio las posibilidades empresariales de la seguridad. Antes de Desokupa creó Morososbcn.com, una aventura que acabó aportando a su currículo antecedentes policiales por extorsión, detención ilegal, lesiones, vejaciones…

Una crónica de 2009 de El Periódico, editado por Prensa Ibérica, como EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, sobre los métodos de Morososbcn.com pone los pelos de punta: "Dos de las víctimas relataron cómo les colocaron un cuchillo en el cuello y fueron trasladados a un siniestro aparcamiento de Castelldefels. Con la música alta para silenciar los gritos, fueron obligados a desnudarse y a ponerse a cuatro patas mientras uno de los delincuentes, que lucía una esvástica tatuada en el pecho, se masturbaba y amenazaba con violarlos". La banda mafiosa, perdón, la empresa vivió una época dorada con los impagos en plena crisis económica.

Ahora, Desokupa juega con la legalidad. Colectivos defensores de los derechos humanos señalan a la empresa por utilizar métodos intimidatorios y prácticas agresivas. Los Mossos han abierto una treintena de diligencias sobre trabajadores de Desokupa. Pero Esteve paga a abogados listos, sabe moverse en los márgenes. Una condena reciente desmiente el mensaje de su lona de Atocha: "En ocho años hemos recuperado las casas de 7.600 familias. Cero condenas". 

Desokupa es mucho más que una empresa. Es ideología ultra pura y dura. Las cifras de Interior desmontan el discurso alarmista de las ocupaciones de viviendas. Los datos y los hechos refutan las leyendas de asaltos fulgurantes a pisos habitados. Otra cosa es la propaganda, claro. En los pocos casos en que un piso habitado es ocupado, la policía interviene de inmediato. Sí existen ocupaciones de viviendas vacías, mayoritariamente propiedad de entidades financieras. Y existen mafias. El distrito de Barcelona donde Vox ha conseguido mejores resultados tiene algunos de los barrios con más ocupaciones. Hay un vínculo entre ambos fenómenos y Desokupa ha sabido explotarlo emocionalmente.   

Esteve ha convertido su objetivo empresarial en una causa política. Algunas de las perlas de sus últimas arengas: "Espero que las urnas echen a estos tíos de por vida (Gobierno de Sánchez) y que se cierren las fronteras de una puta vez… Si no, nos veremos en las calles". "Te limpio España en tres días y me sobran dos". 

Desokupa es una causa. La imagen de matones de sus trabajadores, pura propaganda. Sus seguidores, adeptos. Y Esteve, el líder. Inventa, manipula y crea bulos sin escrúpulos. Criminaliza a los migrantes y exhibe su racismo. Alimenta la sensación de inseguridad y se beneficia del miedo que provoca. Es el hombre que quiso irrumpir en las elecciones municipales de Barcelona y que ahora reta a Sánchez. Domina las redes y su imagen impacta en los jóvenes que huyen de la política y los medios tradicionales. Por ahora, es el brazo musculoso de Vox. Quizá algún día avance con su columna hacia Madrid.