DEJA EL PARLAMENTO

Teresa Rodríguez deja su escaño y vuelve al instituto: “No somos como ellos”

La líder de Adelante Andalucía renunciará al Parlamento y volverá a su profesión, que combinará con el liderazgo del partido

La política andalucista, exlíder de Podemos, entró en política en 2015 y a los ocho años de "pisar moqueta" en la Cámara andaluza anuncia su marcha para cumplir su palabra

La portavoz del Grupo Mixto-AdelanteAndalucía, Teresa Rodríguez

La portavoz del Grupo Mixto-AdelanteAndalucía, Teresa Rodríguez / Joaquin Corchero - Europa Press

Teresa Rodríguez se vuelve a su instituto. Volverá a dar clases de Secundaria. Deja su escaño en el Parlamento andaluz, que ocupará el siguiente en la lista, José Ignacio García. La líder de Adelante Andalucía ha colgado un vídeo en las redes anunciando su dimisión pero dejando claro que no deja la política, puesto que seguirá siendo líder de su partido. “No queríamos parecernos a ellos ni en los andares”, arranca su mensaje, que defiende que “la política no es una profesión” y que ella será coherente con su defensa de la limitación de mandatos y de salarios.

Será un nuevo salto para un partido, Adelante Andalucía, nacido tras una dura guerra con el resto de fuerzas de la izquierda y tras su conflictivo divorcio de Podemos. Una fuerza andalucista que se define como la única con soberanía andaluza, sin responder a tutelas ni liderazgos desde Madrid, y que concurrirá a las municipales y posteriormente a las generales, con la ambición de hacerse hueco en el Congreso.

“Después de dos legislaturas hay que volver al trabajo”, defiende Rodríguez en su mensaje a la militancia, donde recuerda que Adelante Andalucía ha promovido en muchas ocasiones sin éxito en el Parlamento que se acaben “los privilegios” para la clase política, con iniciativas que defendían la devolución de las dietas de transporte o los coches oficiales. “Hay que hacer política sin cambiar de barrio”, apunta, en un mensaje que tanto ella como su pareja, el alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, que también dará un paso atrás y no concurrirá en las municipales, han defendido frente a otros compañeros de su expartido Podemos. Sonado fue el encontronazo con Pablo Iglesias e Irene Montero cuando la polémica por la vivienda de ambos dirigente se convirtió en una consulta a las bases. “Tenemos una moral diferente” o “queremos cambiarlo todo”, sostiene en su discurso.

El peligro de "la burbuja"

“Las instituciones del Estado son una burbuja de privilegios económicos y simbólicos”, denuncia la líder de Adelante Andalucía, convencida de que “pisar moqueta es un acto que te cambia necesariamente, ya no eres la vecina de nadie ni la compañera sino su señoría”. “De repente te descubres ensayando un tono para la tribuna como quien ensaya un orgasmo”, asegura, advirtiendo del riesgo de acabar formando parte de eso que en 2015 llamaban casta. “De repente estás a un paso de afiliarte al sindicato de la clase política”, advierte.

Rodríguez aspira a una pirueta complicada, seguir liderando su espacio político sin tener escaño y viviendo una vida ‘normal’, alejada de las instituciones. “Quiénes somos nosotras para dedicarnos a vivir cómodamente”, se pregunta la dirigente gaditana, que se muestra “orgullosa de haber abierto un nuevo espacio político para que Andalucía levante la voz con su propio acento”.

Su ambición es que Adelante Andalucía siga creciendo desde la calle. “Las grandes conquistas fueron anónimas”, recuerda en su mensaje, convencida de que “lo que importa es el activismo y la militancia”. “Seguiré estando ahí”, avisa, “seguiré siendo portavoz de Adelante Andalucía”, pero lo hará, por “sus principios”, desde su instituto, “tomando de nuevo tierra”.

Rodríguez fue en la lista de Podemos al Parlamento europeo en 2014, en 2015 fue cabeza de lista al Parlamento andaluz y en 2018 repitió al frente de Adelante Andalucía, tras convencer a Pablo Iglesias de la unión con IU bajo una nueva marca. Esta última de junio fue su tercera vez, esta vez como Adelante Andalucía pero en solitario, al margen del resto de fuerzas de la izquierda y tras meses de una dura batalla campal que acabó con su expulsión del grupo parlamentario tras una maniobra orquestada en Madrid para declararla tránsfuga. Ella siempre ha respondido que su compromiso pasaba por estar ocho años y que aún le quedaba. Se cumplen al empezar 2023.

Con su voz y su acento se colocaron en la agenda de la política asuntos que antes no se abordaban, desde los privilegios de los políticos hasta el acoso a las mujeres en la política. En su equipo aseguran que “en principio” no irá en más listas a las elecciones generales pero dejan claro que para eso “aún queda una eternidad”. Su marca electoral es su liderazgo, muy reconocible, y en sus filas no cabe duda de que le pedirán que vuelva a ser cabeza de lista en las elecciones al Congreso. Es el siguiente gran paso para una fuerza que presume de ser la única con soberanía andaluza y sin tutelas de Madrid: hacerse con escaños en las Cortes. Es la meta. Ella lo niega: “Me vuelvo al instituto”, insiste.