INVESTIGACIÓN

El "gran jefe" de la red de tráfico de diamantes de sangre elude comparecer ante la Justicia

El juez Abascal rechaza que el imputado Manuel Terrén Parcerisas tenga acceso a la investigación sin antes presentarse en la Audiencia Nacional

Imagen de una mina a cielo abierto de diamantes en Sierra Leona

Imagen de una mina a cielo abierto de diamantes en Sierra Leona / EPE

Tono Calleja Flórez

El juez Alejandro Abascal ha frenado el intento del ciudadano español Manuel Terrén Parcerisas, cuyo último paradero conocido es el estado brasileño de Paraiba, de tener acceso a la investigación que se desarrolla en la Audiencia Nacional contra la supuesta organización criminal radicada en Andorra que creó empresas pantalla en Liberia para exportar como contrabando los conocidos como diamantes de sangre, que en realidad habían sido extraídos de Sierra Leona.

En el momento de los hechos, Naciones Unidas había prohibido la venta de estas piedras preciosas con la finalidad de evitar que los contendientes de la guerra civil de Sierra Leona, que provocó la muerte de más de 70.000 personas y 2,6 millones de desplazados, se financiaran con este negocio, que se aprovechaba de mano de obra esclava para extraer las piedras preciosas de las minas.

Sin embargo, tal y como consta en la querella admitida a trámite en la Audiencia Nacional, la organización criminal en la que presuntamente participaba Terrén Parcerisas financió las actividades del Frente Revolucionario Unido (FRU) de Sierra Leona, un grupo armado que utilizó los fondos que recibía de la venta ilegal de diamantes de sangre para comprar material de guerra.

Martínez Torrijos

El instructor, en sintonía con el fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Martínez Torrijos, ha rechazado la personación del investigado, al constatar que éste "no se encuentra a disposición de las autoridades judiciales españolas, y sin ni siquiera haber prestado declaración como imputado con el consiguiente traslado de la querella y de la imputación", según consta en una providencia de 26 de mayo, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

Pero el representación legal de Terrén Parcerisas no se mostró de acuerdo con la decisión del magistrado asturiano, que tras recibir un recurso del abogado de este empresario reiteró su decisión en un auto de 7 de junio, también en poder de esta redacción.

El juez Abascal admitió a trámite a principios de año la querella por crímenes contra la humanidad, esclavitud, delitos contra las personas en caso de conflicto armado y pertenencia a organización criminal contra Terrén Parcerisas, que interpuso un ciudadano de Sierra Leona que había sido obligado a trabajar como esclavo durante al menos tres años. El denunciante considera que Terrén era el "gran jefe" de la organización criminal que tenía como base Andorra, pero que también estaba desplegada en los mencionados países africanos y en Bélgica, país en el que eran tallados los diamantes de contrabando.

Jordi Cinca

Terrén Parcerisas era accionista de Orfund Holding, la empresa ya desaparecida que era matriz del conglomerado de sociedades con las que la organización conseguía comercializar las piedras preciosas, un negocio que prohibía de forma expresa Naciones Unidas. Precisamente, entre los directivos de Orfund se encontraba el exministro de Finanzas de Andorra Jordi Cinca, que fue accionista de la desaparecida Orfund Transafricana de Comercio SA.

En la actualidad Cinca es presidente de la Comisión Gestora del Fondo de Reserva de Jubilación, un organismo público del Gobierno de Andorra; y miembro del consejo de administración de la Caja Andorrana de Seguridad Social, a propuesta del Ejecutivo de este país pirenaico.

A Terrén Parcerisas, que ha tratado sin lograrlo de tener acceso a las investigaciones realizadas hasta el momento por la Audiencia Nacional, se le acusa de haber participado en una organización que operó entre 1992 y 2002 a través de dos empresas pantalla ubicadas en Liberia, denominadas DiAndorra y Blue Stone. Con ellas se exportaban a la empresa Cindam, radicada en Amberes (Bélgica), los diamantes en bruto como si fueran de Liberia. Sin embargo, los expertos han constatado que la piedras preciosas de este último país no tienen la pureza de los de Sierra Leona.

Contactó con 'Mosquito'

Tal y como adelantó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el "intermediario" o "eslabón necesario" de la organización andorrana en Liberia fue, siempre según la querella, el empresario africano afincado en Monrovia, Alhaji Sekou Fofana, con quien la organización ya había hecho negocios en Costa de Marfil. Su papel era relevante, pues se puso en contacto con el jefe interino del grupo rebelde del FRU, Sam Bockarie, alias Mosquito, al mismo tiempo que era amigo del presidente liberiano, Charles Taylor. Por eso, la empresa andorrana Orfund Group le nombró presidente de sus filiales en Liberia.

Fofana y el Terrén Parcerisas eran los encargados de supervisar las minas de Liberia, que permitían a la empresa Orfund crear una "fachada ideal" para vender los diamantes de alta calidad de Sierra Leona. Este ciudadano español controlaba el trabajo diario de las firmas andorranas que movían dinero entre España, Andorra y Liberia. Él aprobaba los gastos de salarios, hoteles, seguridad y transportes.