REUNIÓN CON SÁNCHEZ EN MONCLOA

Feijóo enmienda a Casado y no exige el cambio de ley para renovar el CGPJ

La reunión deja sensaciones encontradas con la única certeza de que se reanudan las conversaciones para desbloquear el CGPJ

Feijóo se desmarca de la línea roja de Casado y no descarta el calendario del Gobierno mirando al 12 de junio

En los próximos días ambos designarán los equipos negociadores

El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparece tras la reunión con el presidente del Gobierno.

El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparece tras la reunión con el presidente del Gobierno. / Alberto Ortega / Europa Press

Las sensaciones de la primera reunión entre el presidente del Gobierno y Alberto Núñez Feijóo como líder del PP dejaron algunas contradicciones. Las dos partes señalan un clima de cordialidad que no era habitual desde hacía tiempo entre los dos grandes partidos. Las formas son claramente distintas. Pero tampoco hubo avances sustanciales en ningún ámbito y menos aún concreción de posibles grandes acuerdos. El dirigente gallego tildó el encuentro como “mucho menos fructífero de los esperado” y Pedro Sánchez, de camino a Rabat, reconocía “más incógnitas que certezas”.

Con estas reservas y a la espera de avances, lo que sí quedó claro es un cambio dentro del PP, sobre todo en uno de los asuntos de mayor relevancia: la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Ambos líderes acordaron “retomar las conversaciones” y, según confirman fuentes cercanas al líder gallego, en los próximos días designarán los equipos que vayan a llevar las conversaciones. 

El objetivo del Ejecutivo es cerrar el acuerdo antes del 12 junio, fecha límite para la actualización pendiente del Tribunal Constitucional (un tercio, que debe ser elegido por el CGPJ). El acuerdo implicaría un paquete para los dos órganos. Y Feijóo, a diferencia de Pablo Casado, no ha puesto como línea roja una reforma de la ley orgánica para modificar el sistema de elección de los vocales. Esta era la principal exigencia del presidente del PP en los últimos meses (las fue modificando) y la no aceptación por parte del Gobierno llevó a un bloqueo que ya supera los tres años.

El nuevo líder del PP sí ve con buenos ojos avanzar en un cambio de sistema que cumpla con las exigencias europeas de avanzar hacia una mayor independencia judicial. Pero, al menos por ahora, se queda en que haya una “garantía” que camine en esa dirección. Podría valer un formato que Casado ya rechazó, como una subcomisión parlamentaria en el Congreso para estudiar otro sistema y analizar el del resto de países europeos. Se trata, en todo caso, de una enmienda a la posición de la anterior dirección popular.

Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez, durante su encuentro.

Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez, durante su encuentro. / David Castro

Aunque fuentes del Gobierno señalan que el líder del PP “no llevaba muy preparado el tema del CGPJ” y que “pidió tiempo” para estudiarlo con su equipo, la única certeza al respecto fue la afirmación de que las conversaciones se reanudarán muy pronto. Así lo expresó el propio Feijóo evitando entrar en más detalle y desvelando que lo acordado con el gallego fue “retomar las conversaciones”.

El presidente del Ejecutivo, en una charla informal con periodistas durante el viaje a Marruecos, reconoció ver “una mayor disposición” en el nuevo líder popular, pero también insistió en que el acuerdo debe estar hecho antes del 12 de junio. Feijóo no se opuso en ningún momento a ese calendario, abriendo la puerta a que la renovación esté lista para esa fecha. 

SIN ACUERDOS CLAROS

En lo que más chocaron los dos dirigentes fue en la política económica. Feijóo no escondió su decepción al constatar que el Gobierno no tiene la intención de asumir ninguna de sus propuestas fiscales. Por ese motivo, el PP mantiene que no apoyará el real decreto ley de medidas económicas para paliar los efectos de la guerra. En este momento, los populares siguen en la abstención. Como ya publicó este diario, Feijóo necesitaba un gesto fiscal este jueves para cambiar su posición.

Sánchez no ve con buenos ojos la rebaja fiscal en el IRPF que el gallego plantea para que los hogares hagan frente a la desbocada inflación (cercana ya al 10%). Estudiará, aunque admitió serias dudas de que se pueda hacer, la propuesta de destinar el 7% de los fondos europeos (en torno a 4.900 millones) a un paquete fiscal que serviría, entre otras cosas, para sufragar deducciones fiscales que ya están en vigor. La medida requeriría una negociación con la Unión Europea que el PP ha estudiado a fondo y que el Gobierno no termina de contemplar.