ANTICORRUPCIÓN

Un yate, Rolex y coches de alta gama gracias a las comisiones por mascarillas para la funeraria de Madrid

Anticorrupción se querella contra el hijo del Duque de Feria y otro empresario que aprovecharon su amistad con un familiar del alcalde para dar un pelotazo de 6 millones de euros en material sanitario.

Impusieron los precios al Ayuntamiento, ocultando que más del 60 por ciento (un 81 por ciento en el caso de los guantes) correspondía a las comisiones en plena irrupción de la pandemia.

Luis Medina, en una imagen de archivo.

Luis Medina, en una imagen de archivo. / EP

Cristina Gallardo/Roberto Bécares/ Tono Calleja

Luis Medina, hijo del fallecido Duque de Feria y de la modelo Naty Abascal, compró un yate con la comisión de casi un millón de euros que presuntamente obtuvo como intermediario en tres contratos licitados por funeraria municipal de Madrid para la compra de material sanitario (mascarillas, test y guantes) al inicio de la pandemia de covid.

Así lo apunta la Fiscalía Anticorrupción en la querella que ha presentado contra él y su socio en este 'pelotazo', Alberto Javier Luceño, quien con los 5,1 millones de dólares (4,6 millones de euros) en comisiones que obtuvo en este negocio sufragó una vivienda en Pozuelo de Alarcón (Madrid), además de tres relojes Rolex y más de una decena de vehículos de alta gama entre los que incluyó Ferrari, un Lamborghini, un Aston Martin y varios Mercedes por más de dos millones de euros.

Anticorrupción imputa a los dos empresarios los delitos de estafa agravada, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales en relación con tres contratos millonarios para la compra de 1 millón de mascarillas -por un precio total 6.689.300 dólares (5,9 millones de euros); 2.500.000 guantes de nitrilo por 5.000.000 dólares (4,5 millones de euros) y 250.000 test rápidos Covid-19, por un precio total de 4.250.000 dólares (3,8 millones de euros).

LUCEÑO IMPUSO LOS PRECIOS AL AYUNTAMIENTO

Los precios, según señala la Fiscalía en su querella, los fijó Luceño y los impuso al Ayuntamiento de Madrid, amparándose en su falsa posición de fabricante y agente exclusivo de la compañía vendedora. Al hacerlo, ocultó que un elevado porcentaje del precio ofertado (aproximadamente el 60 % en el caso de las mascarillas, el 81 % en el caso de los guantes y casi el 71 % en el caso de los test) correspondía a comisiones que los querellados iban a percibir.

En el caso de Luis Medina, según Anticorrupción, fue la persona que inicialmente contactó con el Ayuntamiento de Madrid "aprovechando su condición de personaje conocido en la vida pública y su amistad con un familiar del alcalde de Madrid", su primo Carlos Martínez-Almeida Morales.

Los contratos, por un total de unos 12 millones de dólares, fueron encargados por la Funeraria Municipal, cuyo consejo de administración, en el que están representados todos los partidos con representación en el Ayuntamiento de Madrid, los aprobó en un consejo celebrado por WhatsApp a las dos de la madrugada del 23 de marzo, tal y como avanzó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

El contacto con el Ayuntamiento se facilitó a través de la coordinadora general de Presupuestos y Recursos Humanos del Área de Gobierno de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Madrid, que era consejera de la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid. Desde este momento, las negociaciones ulteriores se llevaron a cabo entre esta responsable municipal y Alberto Luceño, que se presentó como experto en importación de productos procedentes del mercado asiático, con fábricas en China a su disposición y como agente exclusivo de una empresa a través de la cual se iba a realizar la importación.

COLABORAR EN LA LUCHA CONTRA LA PANDEMIA

Asimismo, dijo actuar movido por el deseo de colaborar en la lucha contra la pandemia. En realidad, ni tenía experiencia significativa en negocios de importación ni disponía de fábricas en China, según las investigaciones, del mismo modo que tampoco era agente exclusivo de ninguna empresa malasia.

Medina obtuvo como comisión en la obtención de estos contratos (mediante una carta que le acreditaba como agente exclusivo de la compañía EEE para el suministro y obtención de productos sanitarios) un total de 1.000.000 de dólares (916.000 euros) procedentes de Malasia y los transfirió a una cuenta personal. Con este dinero, según detalla la querella adquirió un yate modelo Eagle 44, llamado “Feria”, que registró a nombre de una sociedad gibraltareña cuya titularidad comparte con su hermano.

Para justificar las transferencias recibidas, el hijo del duque de Feria utilizó una documentación que le remitió su socio en la que aparecían como agentes exclusivos de la compañía EEE para el suministro y obtención de productos de carne congelada (incluidos productos de protección sanitaria) para su importación y exportación a China y otros mercados asiáticos. "Tampoco estos documentos son auténticos, sino que fueron elaborados por Alberto Luceño a partir de los que él mismo había presentado en su entidad bancaria con firmas simuladas, y a los que añadió la firma que Luis Medina le envió por correo electrónico", añade la querella.

Con sus casi cinco millones de euros de comisión, Luceño compro tres relojes Rolex de acero, oro rojo y acero oro por un importe total de 42.450,00 euros.También una vivienda en Pozuelo de Alarcón (Madrid) con tres plazas de garaje por 1.107.400 euros y vehículos de lujo por más de dos millones.

AFICIÓN POR LOS COCHES

Seis de ellos - un Ferrari 812 Superfast, un Mercedes AMG GT 63S, un Mercedes SCL 300, un Range Rover Sport un KTM X BOW y un BMW I8 Roadster fueron facturados a una sociedad de la que Alberto Luceño es administrador y accionista único, y a la que imputó el cobro de las comisiones percibidas por las operaciones de compraventa de material sanitario de la funeraria madrileña.

Con el dinero de esa cuenta también se pagó un Aston Martin DBS Superleggera, un Porsche Panamera, un Lamborghini Huracan Evo Spider, un McLaren 720S y un Mercedes A 200 AMG. Como parte del precio de éstos últimos, el empresario entregó al vendedor algunos de los coches que le había comprado anteriormente.