PARTIDO POPULAR

Casado, Rivera, Iglesias... Los dardos del libro de Cayetana Álvarez de Toledo

"Políticamente indeseable" es un libro que no ha nacido para pasar desapercibido. Estos son algunos fragmentos relevantes

Cayetana Álvarez de Toledo

Cayetana Álvarez de Toledo / JOSÉ LUIS ROCA

Madrid

Políticamente indeseable, el libro en el que Cayetana Álvarez de Toledo repasa su tiempo en la política, no ha nacido para pasar desapercibido. Como su autora. Su impacto en la arena política es creciente según los lectores van recorriendo sus páginas y desmenuzando su contenido. A lo largo de 500 páginas, desfilan calificativos, anécdotas, pensamientos profundos o chismes venidos a más perfectos para el salseo en cualquier tertulia política que se precie.

Aquí algunos de sus dardos más notables.

La inteligencia de Pablo Casado

"Quería que me sumara a la campaña todavía soterrada para convertir a [Pablo] Casado en el próximo líder del PP. Le dije que siempre había trabajado para gente más inteligente y más valiente que yo, y no me sumé".

La 'teodorocracia' de Egea

"Porque García Egea es un arquetipo. Perfiles como el suyo proliferan en los partidos. Son políticos de los que no se recuerda una idea original o realmente valiosa, pero que acaban imponiéndose por la pura fuerza de su ambición. Ansían el poder. Buscan el poder. Y a menudo acaban ejerciendo el poder. Y de una manera despótica. Teocrática. Teodorocrática. El control absoluto que ejercen en el interior del partido intentan ejercerlo también fuera: con los medios, con los empresarios, con los jueces. Con la misma combinación de palo y zalamería."

Entre Casado y Egea

"¿Y Pablo? Al principio hizo de árbitro o eso quise creer. Pero, embestida a embestida, Teodoro fue imponiendo su ley y a sus peones. La noche avanzada, la arbitrariedad triunfante, mis compañeros y yo nos marchamos del Congreso, horrorizados".

El principio del fin en el PP

"Mi oposición frontal a las políticas identitarias; mi impugnación del nacionalismo, el feminismo de tercera ola y la memoria histórica; mi insistencia en la necesidad de ahormar una alternativa cultural a la izquierda.... Al final, creo que esto es lo que más incomodidad y malestar produjo en Pablo Casado y su entorno. Por eso, más que una destitución a cámara lenta, podría decir que la mía fue una cancelación a cámara lenta".

Egea y "la conversación más desagradable"

"Esa tarde recibí un mensaje de Teodoro. Me citaba al día siguiente, después del Comité de Dirección, en su despacho de Génova. No exagero cuando digo que es la conversación más desagradable que he tenido en mi vida. Sabía que García Egea podría ser injusto y avasallador. Pero jamás imaginé la sima de irracionalidad y despotismo en la que era capaz de hundirse. Un político dispuesto a aplastar cualquier signo de inteligencia, sensibilidad o criterio".

Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría

El PP de Rajoy tenía miedo a la izquierda. Y a mi esto me resultaba incomprensible. No entendía por qué el Gobierno -con mayoría absoluta, además- no aprovechaba el enorme terreno que le estaba dejando la deriva del PSOE para promover una alternativa política y cultural ilustrada, moderna, luminosamente reivindicativa de la libertad y la igualdad de los ciudadanos. Sí, también por esto apoyé a Casado en su disputa interna con Sáenz de Santamaría. Soraya era sinónimo de claudicación cultural.

Pablo Iglesias y Troya

"A pesar de sus vínculos con la narcodictadura venezolana, su condescendencia con ETA y su legitimación del golpismo, Iglesias llevaba prácticamente una década dominando la discusión pública española y dictando lecciones morales a cualquiera que no fuera de su cuerda. Había [...] captado el voto de gente tibia, jóvenes y no tan jóvenes que, impresionados por su ceño fruncido y por su retórica de caudillo, llegaron a confundir el rechazo a la corrupción con la demolición del sistema. Agente disruptivo y divisivo, se había convertido en un habitual de las cadenas mayoritarias, donde la daban pista y pasta .Como he comentado ya, hasta Rajoy le tenía especial simpatía y Rivera se hacía su colega [...] Llegó al corazón del poder, la Moncloa, y con un plan: socavar el orden constitucional de la mano de las fuerzas más reaccionarias y radicales de Europa. Era el burro de Troya de la democracia de la democracia española".

La oferta de Albert Rivera

"Me propuso ser la candidata de Ciudadanos a la Comunidad de Madrid. Su idea era que el histórico socialista Joaquín Leguina, ex presidente de la Comunidad de Madrid y también fundador de Libres e Iguales, fuera mi pareja política como candidato a la alcaldía"

Rufián y Peter Pan

"En La Vanguardia conocí también a Gabriel Rufián, el enfant aspirante a terrible de Esquerra Republicana de Cataluña. Al verle recordé la brillante frase de una amiga sobre el ex jefe de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas: "Tiene el síndrome de Peter Pan a la inversa. Quiere crecer pero no puede". La mentalidad de un niño en el cuerpo de un adulto: eso es Rufián. Lo que, pensándolo bien, es la definición de un nacionalista"

Echenique, la compasión o el estupor

"Se hizo un receso. Miré a mi alrededor. Pablo Echenique, el portavoz de Podemos, medio argentino como yo, conversaba con el portavoz del PNV desde su silla de ruedas. Su figura me inspiraba una mezcla de compasión y estupor. El odio sin destilar, la toxicidad, las mentiras que este hombre profería en sus intervenciones y comentarios en las redes sociales... ¿Pueden justificarse, disculparse?