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La semana decisiva

Si esto no desencalla, si no hay por lo menos una posibilidad de redactar unos Presupuestos Generales todas las actuaciones que anuncia el Ejecutivo se quedan en políticas de gestión sin impacto porque no hay relato de la legislatura

Carles Puigdemont interviene ante Pedro Sánchez en el Parlamento Europeo, el pasado 13 de diciembre.

Carles Puigdemont interviene ante Pedro Sánchez en el Parlamento Europeo, el pasado 13 de diciembre. / EFE / RONALD WITTEK

Dicen que esta es la semana del todo o nada en política nacional, de la otra se ve que estamos más cerca de la guerra total, pero hacemos como que no va con nosotros, adaptados como estamos a ver el campo de concentración de Gaza desde nuestra zona de interés.

El jueves se reúne la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados y se votará de nuevo la proposición de ley de la amnistía, parece que volverá a ser un sí que se elevará al Pleno. En ese trayecto puede volver a aparecer un camino de autos sobre terrorismo, venta de secretos a Rusia o Comisiones de Venecia. Puigdemont después del resultado de las elecciones gallegas, del acuerdo de Esquerra Republicana con el PSC para los presupuestos de la Generalitat de Cataluña y de las actuaciones del Tribunal Supremo llegó el fin de semana pasado a la conclusión de que empieza una etapa nueva, dejando atrás el exilio. Seguir la actualidad es la que le ha ayudado a tomar la decisión e incluso el tour televisivo del señor Ábalos le ha podido impresionar. No le quedan muchas más oportunidades porque o la situación sale de la pausa que se vio forzado a tomar el Gobierno hace más de un mes o el Gupo Mixto puede seguir creciendo sin parar.

Si esto no desencalla, si no hay por lo menos una posibilidad de redactar unos Presupuestos Generales todas las actuaciones que anuncia el Ejecutivo se quedan en políticas de gestión sin impacto porque no hay relato de la legislatura, y no se avecina un tiempo posible para desarrollarlo. La investidura de Pedro Sánchez se hizo, tragando bastantes sapos, sobre la necesidad de un tiempo nuevo de reconciliación con Cataluña. Si ya no hay tiempo no habrá legislatura. Si a la división de Sumar, se le une el impacto del caso Koldo impredecible hasta que se diligencie el sumario, más la oposición del Partido Popular que puede elegir entre un día amnistía al otro mascarilla con el mismo objetivo, Pedro Sánchez, le urge tomar la iniciativa para dejar solo de sobrevivir en aguas turbulentas.

La guerra abierta del campo, el debate del reparto hidrológico que irá a más cuando termine este segundo invierno, el coste de la cesta de la compra, o la vivienda en las zonas tensionadas necesita de una acción política que a su vez necesita de una mayoría legislativa. Esta semana empieza con el recuerdo de lo que nunca debimos ser, víctimas del mayor atentado de nuestra historia y de las mentiras posteriores en busca del beneficio electoral. Corrupción y mentira deberían ser penalizadas socialmente, pero la inmediatez lo borra todo. Ya verás que pronto aparece otra semana histórica.