Opinión | TECNOLOGÍA

ChatGPT llega a la empresa: 10 preguntas para diseñar su política corporativa

La clave está en establecer directrices claras sobre cómo utilizar esta aplicación de forma ética y segura

Logotipo de ChatGPT

Logotipo de ChatGPT

La llegada de la inteligencia artificial (IA) conversacional, con ChatGPT como máximo exponente, obliga a actualizar los cimientos operacionales del mundo empresarial. Esta tecnología es capaz de mantener diálogos muy naturales, generar texto de forma automática y realizar un sinfín de tareas útiles para cualquier negocio. Su potencial es enorme, lo leemos cada día, y apenas estamos vislumbrando sus posibilidades. Sin embargo, como toda innovación disruptiva, también conlleva riesgos que hay que gestionar con proactividad. Muchas compañías se preguntan con cierta aprensión si están preparadas para la transformación que se avecina. Porque una cosa es la expectación que genera por sus amplias capacidades y otra muy distinta es saber cómo integrarla en el día a día de forma ordenada. En un reciente estudio de Salesforce a más de 4.000 profesionales se aporta un dato sorprendente: aunque el 54% de los trabajadores cree que la IA impulsará su carrera, un 62% admite que no tiene las habilidades necesarias para usarla de manera segura y efectiva.

La clave está en establecer directrices claras sobre cómo utilizar esta aplicación de forma ética y segura. Lo primero es comprender para qué se quiere, de qué es capaz y trazar una hoja de ruta para implantarla alineada con la estrategia y valores corporativos. Con un enfoque sensato y paso a paso, las compañías pueden lograr que esta innovación sea su aliada para trabajar de forma más productiva y competitiva. El futuro pinta bien si se aborda con una mentalidad abierta pero rigurosa, maximizando sus ventajas y minimizando los riesgos. Por ello, es recomendable tener políticas que fijen cómo y cuándo usarla de forma apropiada. Y no sólo eso, deben proveer pautas para un uso responsable, considerando aspectos éticos, de privacidad y transparencia.

Veamos diez preguntas clave que toda empresa debe responder antes de adoptar esta tecnología:

  1. Propósito: ¿Para qué tareas concretas vamos a utilizar ChatGPT? Convendría evitar la adopción caótica e indiscriminada y en su lugar, alinear su uso con nuestra estrategia. Definir con precisión sus casos de uso nos ayudará a enfocarlos en áreas de alto valor estratégico.
  2. Precisión: ¿Cómo validaremos la fiabilidad de sus respuestas? Es necesario mantener la supervisión humana en los procesos críticos. No se puede confiar ciegamente en la precisión del chat porque se inventa contenidos (alucinaciones) por lo que se requieren mecanismos de validación por personas
  3. Transparencia: ¿Sabremos cuando se está utilizando? Se debe asegurar que los usuarios sepan que interactúan con una inteligencia artificial -y todo lo que ello conlleva- para evitar equivocaciones o confusión. La transparencia debe ser la norma.
  4. Seguridad: ¿Cómo nos protegeremos de amenazas generativas? Se requieren protocolos de ciberseguridad adaptados.
  5. Privacidad: ¿Qué datos recogerá y cómo garantizaremos la privacidad? ¿Qué precauciones hay que tener en cuenta para no revelar información confidencial? ¿Es el proveedor fiable? Y Quizás lo más importante: qué datos se pueden y no se pueden compartir.
  6. Inclusión: ¿Reflejará la diversidad de identidades, culturas y perspectivas de nuestros públicos? ¿Qué hay que hacer para garantizar una mirada plural? Prevenir sesgos debe ser una prioridad máxima.
  7. Accesibilidad: ¿Podrá satisfacer necesidades de usuarios con discapacidad? La tecnología debe ser integradora.
  8. Integración: ¿Cómo lo combinaremos de forma óptima con el talento existente en una colaboración virtuosa? El factor humano sigue siendo insustituible. ¿Cómo integraremos esta tecnología con las personas? ¿Deberán formarse? ¿Cambiará el contenido de su trabajo? ¿Cómo se comunicará?
  9. Responsabilidad: ¿Quién supervisará para prevenir errores o usos indebidos? Se requiere un marco de gobernanza claro. Los roles y procesos para monitorizar a ChatGPT deben estar bien definidos, incluyendo comités de ética de inteligencia artificial y auditorías externas.
  10. Mejora continua: ¿Cómo evolucionará esta tecnología para subsanar carencias? La actualización constante es indispensable. Habrá que implementar mecanismos para recoger feedback de usuarios y así mejorar iterativamente las capacidades en nuestro contexto particular.

Hacerse las preguntas adecuadas es esencial para formular buenas políticas corporativas, que necesitarán ser actualizadas a medida que la tecnología evoluciona. Es la única forma de garantizar que los sistemas de inteligencia artificial se utilizan, lo son de manera responsable. Establecerlas permitirá cubrir los aspectos críticos indispensables para que las empresas puedan aprovechar su potencial y que lo hagan de forma alineada con sus valores. Con protocolos para su adopción, estas aplicaciones pueden convertirse en una palanca clave de productividad, competitividad e innovación. Pero ello requiere reflexión, visión a largo plazo y un firme compromiso con la gestión proactiva de los riesgos. Todo dependerá de cómo se gestione y de cómo se comunique.