Opinión | LA COLUMNA

Algunos datos recientes sobre el futuro del trabajo en pleno tsunami de inteligencia artificial: ¿listos para el tango?

La Inteligencia Artificial puede desbordar las capacidades humanas y convertirnos en una especie dominada por sus criaturas.

La Inteligencia Artificial puede desbordar las capacidades humanas y convertirnos en una especie dominada por sus criaturas. / sujin soman en Pixabay.

La inteligencia artificial generativa ha vuelto a poner sobre la mesa el miedo a la destrucción de empleos en un contexto de cambio tecnológico. Como es habitual, a la preocupación social le suceden informes con diferentes cifras cada cual más alarmante. Mencionaré tres a modo ilustrativo. Goldman Sachs predice que los avances podrían causar la pérdida de 300 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, lo que representa aproximadamente el 18% de la mano de obra mundial, aunque a su vez afirman que aumentará el producto interior bruto global un 7%. Investigadores del Stanford Digital Economy Lab han concluido después de estudiar su impacto en el sector de la atención al cliente, concretamente en un call centre, que el acceso a la inteligencia artificial aumenta la productividad un 14%, siendo este aumento mayor incluso en los trabajadores menos experimentados. Por último, la nueva edición del Futuro de los empleos hace las veces de bola de cristal del mercado laboral mundial y nos aconseja que de momento solo nos debemos preocupar por los robots, no por los chats. Más vale abrocharnos el cinturón ¿listos para el tango?

Desde su debut hace más de un lustro, el Informe bianual del Foro Económico Mundial sobre el Futuro de los Empleos ha sido una referencia para comprender el impacto de la Cuarta Revolución Industrial en el mercado laboral, ofreciendo una visión de la escala potencial de las transformaciones. La encuesta sobre la que se construye el informe, y que recoge información de 803 empresas que emplean a más de 11,3 millones de trabajadores en 45 economías, pone de relieve el papel protagonista que desempeñará la tecnología en la convulsión que viene. El 85% de las organizaciones sabe que lo digital será el motor de la transformación. Y aunque se espera que la revolución verde y la economía de los cuidados generen millones de empleos, no deberíamos mirar hacia otro lado ante una realidad: se destruirán puestos de trabajo -al menos tal y como los conocemos ahora-. El CEO de IBM ya ha avisado que en 5 años podrían ser sustituidos un 30% de sus trabajadores, y de momento frena las contrataciones para ciertas posiciones.

Los efectos más significativos sobre el empleo se derivarán de factores medioambientales, tecnológicos y económicos, incluyendo ralentización del crecimiento, problemas de abastecimiento y aumento del coste de la vida. Las empresas creen que crearán empleo como resultado de las inversiones para hacer su propia transición ecológica, a lo que se suma una mayor localización de las cadenas de suministro. La adaptación al cambio climático y el dividendo demográfico en las economías emergentes también se consideran importantes creadores de empleo. Sin embargo, en todos los casos se espera un cierto desplazamiento de puestos de trabajo. El progreso tecnológico a través de la adopción de tecnologías de vanguardia, junto con un mayor acceso digital, impulsarán el crecimiento en más de la mitad de las empresas, mientras que se espera el efecto contrario en una quinta parte de ellas.

De aquí a 2027, más del 75% de las empresas apostarán por más datos, más nube y más inteligencia sintética. A medida que la tecnología reconfigura las oportunidades de empleo, también debemos examinar las habilidades imprescindibles para los trabajos del mañana. El mercado laboral crece en áreas como la tecnología, la digitalización y la sostenibilidad. Dentro de ellas, algunos de los puestos en rápida expansión son especialistas en inteligencia artificial y aprendizaje automático; en sostenibilidad, en inteligencia empresarial o en seguridad digital. Una apuesta segura. A la que se suma prácticamente cualquier profesión relacionada con las energías renovables. En el lado contrario, 26 millones de puestos menos en empleos administrativos y de mantenimiento de registros, incluidos personal de caja. También contabilidad o nóminas. Todo esto lo hará la inteligencia artificial. ¿Qué competencias debemos desarrollar?

Seis de cada diez trabajadores necesitarán formación de aquí a cinco años, aunque sólo la mitad tienen acceso a ella. El pensamiento analítico se considera la prioridad. Sigue el pensamiento creativo. El tercer lugar lo ocupa formar a los trabajadores en saber usar la inteligencia artificial. Las empresas tienen previsto desarrollar las capacidades de los trabajadores en otras competencias como liderazgo e influencia social; resiliencia, flexibilidad o curiosidad y aprendizaje permanente. Parece que es hora de renovar estrategias, dedicar recursos al desarrollo de las personas y sincronizar las prioridades con la disrupción en la que estamos inmersas. Los cambios en los puestos de trabajo y en las cualificaciones tienen un enorme impacto en todo el mundo. Para gestionar estas disrupciones y mantener el crecimiento, es importante anticipar los cambios. Este llevamos años anunciándolo.