AÑO BISIESTO

2024 es bisiesto: ¿por qué añadimos un día más cada 4 años?

La tierra tarda 365 días 5 horas, 48 minutos hora y 45,10 segundos, un hecho que obliga a que cada 4 años tenga que haber una compensación de casi un día acumulado no contabilizado en el calendario actual

Un calendario.

Un calendario.

Cada 4 años añadimos a nuestro calendario un día extra, lo qué hace qué febrero termine el día 29 y no el 28 como es de costumbre. A esto se le denomina año bisiesto y es una acción que se lleva a cabo para compensar la vuelta que da la tierra alrededor del Sol. Pero, ¿por qué se hace?

Aunque se establece que la duración de un año es de 365 días, esto no es algo exacto, ya que en realidad la tierra tarda 365 días 5 horas, 48 minutos hora y 45,10 segundos, un hecho que obliga a que cada 4 años tenga que haber una compensación de casi un día acumulado no contabilizado en el calendario actual, que es el gregoriano, usado en Occidente desde 1582. Por lo que llegado el momento se añade al mes de febrero pero ¿por qué ahí y no en otro mes?

En la Roma del siglo VIII a.C se usaba el calendario Romulus, que tan solo contaba con 10 meses y comenzaba el 1 de marzo en honor al Dios de la guerra Marte, que además coincidía con el equinoccio de primavera y finalizaba en diciembre, pero que no contaba con los meses de enero y febrero. Este calendario fue usado hasta el año 732 a. C, cuando el rey Numa Pompilio añadió dos meses más para alargar el año. En este punto el año contaba con 355 días, siendo el último mes febrero, al que le tocó acabar en par, mientras que el resto de meses contaban con 29 o 31 días. Esta solución no convenció a los romanos que finalmente dejaron a febrero con 24 días y una nueva descompensación en el calendario.

Con la llegada de Julio César e influenciado por la sociedad egipcia se sirvió del astrónomo Sosígenes de Alejandría, que le configuró un calendario de 365 días donde los meses de 29 pasaron a tener 30; sin embargo, febrero se quedó con 28. A pesar de que se acercaba mucho, al tiempo real que tarda la tierra en dar una vuelta alrededor del Sol, seguía habiendo un fallo que se corrigió más adelante con la implantación del calendario gregoriano compensando este desajuste cada 4 años con un día más al final de febrero.