La solución de Arguiñano para que las pechugas de pollo no queden secas

La pechuga de pollo es una de las partes más magras y saludables de esta carne, además de uno de los alimentos más versátiles en la cocina. Existe una veridad casi infinita de recetas con pollo para todo tipo de gustos y ocasiones.

Se trata de una carne blanca con muy poca grasa, especialmente las pechugas, lo que hace que sea un alimento saludable y una buena fuente de proteínas. Pero esa ausencia de grasa también puede ser un inconveniente, pues es fácil que esa parte del pollo quede algo seca al cocinarla.

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El truco de Arguiñano para que el pollo quede jugoso

Por suerte, el famoso chef televisivo Karlos Arguiñano, en su libro Cocina fácil y rico, ofrece un truco muy sencillo y efectivo para que la pechuga no se seque y quede tierna y jugosa: "si quieres que las pechugas queden jugosas sin necesidad de rellenarlas, puedes dejarlas macerando durante una hora en una salmuera aderezada con hierbas aromáticas", explica el cocinero.

El truco consiste en dejar las pechugas macerando durante una hora en una salmuera aderezada con hierbas aromáticas. La salmuera es una disolución de sal y agua que ayuda a que la carne se ablande y se impregne de los aromas de las especias. Podéis usar las hierbas que más os gusten, como tomillo, romero, orégano, laurel, etc.

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Para preparar la salmuera, solo tenéis que disolver 60 gramos de sal en un litro de agua y añadir las hierbas que hayáis elegido. Luego, introducís las pechugas en la salmuera, las masajeáis bien y las metéis en la nevera durante una hora. Pasado ese tiempo, las sacáis, las secáis bien y las cocináis como más os apetezca: a la plancha, al horno, rellenas, empanadas...