INVESTIGACIÓN

Río de Janeiro, Doha y París, hoja de ruta del 'Qatargate'

En enero de 2010 el Emir se reunió en un club de Golf de Río de Janeiro con Ricardo Teixeira, Nicolás Leoz, Julio Grondona y el expresidente de FIFA Joao Havelange

En primavera qataríes y rusos cerraron el pacto de Doha y el 23 de noviembre, nueve días antes de la votación, Sarkozy se reunió en el Elíseo con Platini, el hijo del Emir y quienes comprarían el PSG un año después

Sarkozy y Platini, durante un encuentro de ambos antes de que estallase el 'Qatargate'.

Sarkozy y Platini, durante un encuentro de ambos antes de que estallase el 'Qatargate'. / Laurent Gillieron/EPC

La elección de Qatar como sede del Mundial de 2022 vivió varios momentos claves que provocaron un cambio en la intención de voto que terminó proclamando como sede al país árabe, frente a Estados Unidos, que en los informes de FIFA era la candidatura mejor valorada para albergar esta Copa del Mundo.

Río de Janeiro, primera parada

La primera cita decisiva se produjo, como revela el ‘Informe García’ [encargo por la FIFA a un fiscal de Nueva York] en su página 166, “el 19 de enero de 2010 en el Itanhanga Golf Club de Río de Janeiro”. Allí “se reunieron el Emir de Qatar con los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA Julio Grondona, Nicolás Leoz y Ricardo Teixeira, así como con el expresidente de la FIFA, Joao Havelange”. La reunión se produjo “poco antes de la visita de estado del Emir a América Latina cuando representantes de la oficina del Emir, el Amiri Diwan, se acercaron a varias organizaciones qataríes para indagar sobre temas de interés, existentes relaciones y personas con las que reunirse en cada uno de los países del itinerario del Emir”.

Entre los ‘conseguidores’ que dibujaron la hoja de ruta del jeque y concertaron las diferentes reuniones estaban Andreas Bleicher y Sandro Rosell. Pese a que Grondona advirtió posteriormente que “durante el proceso de candidatura no recuerdo haber viajado con ningún funcionario público de Qatar en un avión privado propiedad del gobierno de Qatar”, hay evidencias y emails de Bleicher en los que escribió: “Es necesario organizar un avión privado-gubernamental para Ricardo Teixeira y Jorge Grondona”. Aquel fue el primer contacto con los sudamericanos, no el último.

Sandro Rosell bromea con el presidente de la CBF, Ricardo Teixeira, al que le unía una estrecha amistad

Sandro Rosell bromea con el presidente de la CBF, Ricardo Teixeira, al que le unía una estrecha amistad / EPC

Qatar jugaba con dos barajas. En la primavera de 2010 el viceprimer ministro de Rusia se reunió con tierras qataríes con dirigentes del país árabe para cerrar una estrategia conjunta para la captación de votos para sus candidaturas. Desde diciembre de 2008, la FIFA había aprobado un sistema de alternancia en las sedes de los Mundiales para que no repitiesen continente. Y en la elección que se iba a producir el 2 de diciembre de 2010 en Zúrich, se decidieron las sedes de dos ediciones, la de 2018 y la de 2022. Al ser 2014 en Brasil, la siguiente ‘tocaba’ en Europa y la de 2022 fuera del Viejo Continente. Así que en aquel encuentro primaveral entre qataríes y rusos se cerró el llamado Pacto de Doha para desarrollar una estrategia común. Sin embargo, Qatar ya había logrado el apoyo de Ángel María Villar, y con ello se acercaba a los países sudamericanos.

Doha y las 'dolce vita' de Teixeira

El siguiente encuentro decisivo se produjo también en Doha, donde el 17 de noviembre de ese mismo año Brasil y Argentina se midieron en un amistoso. Un partido que según “la información proporcionada a la Sala de Instrucción indica que Swiss Mideast Finance Group AG, entidad suiza propiedad del conglomerado empresarial qatarí GSSG financió el evento, en parte para promover un interés en inversiones relacionadas con el deporte”. “SMFG pagó 8,4 millones de dólares a Kentaro AG para asegurar la participación de AFA (Argentina) y la de la CBF (Brasil). Kentaro poseía derechos exclusivos para organizar amistosos internacionales de la CBF y negoció un acuerdo con el agente exclusivo de AFA para ese amistoso de noviembre”. En el informe revela que el presidente de la CBF, Ricardo Teixeira había exigido en el acuerdo los siguientes requisitos para el director de la delegación brasileña. Es decir, para él. “Un automóvil con chófer, una suite presidencial en el hotel en el que se alojaban los jugadores, y pasaje aéreo en primera clase”.

En el documento también se revela que Teixeira acudió con su esposa e hija y se alojó junto a la selección de Brasil “en el Four Seasons. Según una carta del 11 de noviembre de 2010 de un gerente del hotel Four Seasons, “se modificó la reserva inicial para agregar una suite adicional con una tarifa especial de 20.000 riales qataríes por noche (5.490 dólares), entre el 14 al 18 de noviembre. En contraste, los futbolistas Lionel Messi de Argentina y Robinho de Brasil se hospedaron en habitaciones con tarifas nocturnas de 1.100 riales (300 dólares) y 650 (178), respectivamente”.

Pero lo más llamativo que aparece en las investigaciones es que apareció un documento del Hotel Four Seasons que desglosaba los gastos del amistoso del 17 de noviembre de 2010, con los cargos imputados a cada habitación, el nombre del huésped, el ‘Grupo’ con el que viajó, su ‘Posición’ y la ‘Fuente’ que pagaría los costes. La ‘Fuente’ responsable de todos los gastos asociados con el ‘Grupo del ‘Equipo de Brasil’ era “Kentaro”, con una excepción: la ‘Fuente’ asignada para pagar los 23.900 dólares cargados a la habitación de Teixeira era “Bid 2022”. Y mientras la ‘posición’ de todos los invitados del grupo ‘Equipo de Brasil’ era ‘Jugadores’, ‘Oficiales’ o ‘Personal’, la tabla identificó la "Posición" de Teixeira como “FIFA EXCO”.

Imagen del Brasil-Argentina que se jugó en Doha el 17 de noviembre de 2010. 

Imagen del Brasil-Argentina que se jugó en Doha el 17 de noviembre de 2010.  / Mohammed Dabbous/EPC

El tercer vértice del triángulo, después de Río de Janeiro y Doha, fue París. También, sin duda el más decisivo. Como declaró después Joseph Blatter ante la fiscalía suiza, antes de la reunión de Platini y Nicolas Sarkozy con el hijo del Emir de Qatar, Estados Unidos era favorito para ser proclamado sede por 12 votos a 10. Después de la reunión del Elíseo los qataríes terminaron ganando por 14 a 8 a los estadounidenses.

El Elíseo lo cambió todo

¿Qué pasó en aquel encuentro en el Elíseo? ¿Quiénes estaban presentes? En la página 181 del ‘Informe García’ se puede leer lo siguiente: “Platini había votado a Qatar siguiendo las instrucciones del presidente francés Nicolas Sarkozy, quien, según los informes, quería que los qataríes invirtieran en Francia”. France Football reveló más tarde que “el 23 de noviembre de 2010, Platini se reunió en el Palacio del Elíseo con el presidente Sarkozy, el hijo del Emir de Qatar, y un representante de Colony Capital, dueños del Paris-Saint-Germain”. En dicha reunión “el grupo discutió la posibilidad de que Qatar comprase el Paris Saint-Germain porque se encontraba “plagado de dificultades financieras”; además de aumentar su participación en la empresa de medios francesa Lagardère Group; y crear un canal de deportes para desafiar otra red que Sarkozy supuestamente “quería debilitar. Todas a cambio de una promesa: Platini no daría su voto, como había planeado, a Estados Unidos, sino a Qatar”. Y con él tres miembros más del Comité Ejecutivo de FIFA.

Finalmente Qatar compró el París Saint-Germain en junio de 2011, financió y puso en marcha ‘Bein Sport’, y el canal de televisión que firmó un acuerdo para inyectar 150 millones de euros a la Ligue 1 francesa durante los cinco años siguientes. A lo que se suma, según el informe, “que los qataríes poseían casi “diez mil millones de dólares” en activos en Francia, y el presidente Sarkozy les concedió una exención de impuestos sobre sus activos franceses”.

Platini fue llamado a declarar y en la sala de instrucción advirtió haber votado “con total independencia por un país que nunca ha tenido una Copa del Mundo, no porque Sarkozy me lo pidiese”. El exjugador y exdirigente de la UEFA señaló que se reunió con Sarkozy en el Elíseo en noviembre de 2010 porque pensaba que “era un almuerzo privado”. Al llegar se encontró al primer ministro de Qatar y al hijo del Emir, “lo que me causó mucha sorpresa y un poco de vergüenza porque iba vestido de forma informal". Platini reiteró que no se sintió presionado por Sarkozy para votar a favor de Qatar, y puntualizó que “lejos de involucrarse en la compra del Paris Saint-Germain por parte de Qatar, se opuso a esa transacción”. E incluso aseguró, según consta en la instrucción, que le pidió al propio Emir que no comprara el PSG durante un almuerzo en Qatar. Platini concluyó su testimonio ratificando que votó a Qatar solo porque creía que serviría “al mejor interés del fútbol”.

Nunca se descubrió una evidencia que vinculase el voto de Platini con la inversión qatarí en Francia, la Sala de Instrucción advirtió que no era necesaria ninguna otra acción. En 2015 el Comité de Ética de la FIFA inhabilitó a Joseph Blatter y a Michel Platini durante ocho años, inhabilitación que impidió a Platini presentarse a las elecciones a la presidencia para relevar a Blatter, que dimitió por el escándalo del ‘FIFA-Gate’ en junio de ese año. Posteriormente, la Comisión de Apelación de la FIFA redujo la sanción a ambos a seis años y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en mayo de 2016 la bajó a cuatro años.

Pero lo que ocurrió en aquella reunión en Elíseo cambió el sentido de la votación que se produjo nueve días después, el 2 de diciembre en Zúrich y provocó que hoy se esté jugando un Mundial en Qatar. Río de Janeiro, Doha y París se convirtieron, por tanto, en el Triángulo de las Bermudas en el que Estados Unidos perdió el Mundial.