MUNDIAL DE QATAR

Un gol en el nombre del padre: Tim consigue lo que George Weah no pudo

El segundo hijo del Balón de Oro de 1995 logró anotar frente a Gales y participar en un Mundial, algo que no consiguió su padre, actual presidente de Liberia

"Él está viviendo este momento a través de mí. Estoy muy feliz de marcar este tanto para dedicárselo a mi familia", aseguró el futbolista del Lille

Timothy Weah, jugador de EEUU, celebra el gol contra Gales en su debut en el Mundial.

Timothy Weah, jugador de EEUU, celebra el gol contra Gales en su debut en el Mundial. / AFP

Denís Iglesias

Denís Iglesias

George Weah fue uno de los mejores jugadores de los años 90. Un delantero indomable que se caracterizaba por su excelente visión de juego. El campo se hacía pequeño cuando cabalgaba entre los rivales. En 1995 se convirtió en el primer jugador no europeo en conquistar el Balón de Oro y todavía sigue siendo el único futbolista africano en alcanzar dicho galardón. 

Sin embargo, este sobresaliente ariete, que destacó, entre otros, en las filas del Milan, no fue capaz de lograr lo que su hijo, Timothy, consiguió en el debut de EEUU en el Mundial de Qatar ante Gales. Anotar un gol y participar en el evento más importante del fútbol de selecciones. Weah optó por representar a Liberia, el país que hoy presidente y que nunca ha conseguido clasificarse para una fase final. Eso sí, a pesar de sus altas funciones gubernamentales, no quiso perderse el estreno de su hijo en el Mundial.

CRIADO EN EL FÚTBOL

“Es una gran sensación. Creo que mi padre está viviendo este momento a través de mí. Estoy muy feliz de marcar este gol para dedicárselo a mi familia”, aseguró el delantero del Lille después de su estreno triunfal. Su tanto fue de bella factura. Aprovechó un gran pase de Pulisic que obligó a Gales a navegar a contracorriente en su regreso a los Mundiales después de 64 años. Bale empató con un penalti y frustró el triunfo estadounidense. 

“Creo que bajamos un poco el ritmo, el cansancio de la segunda parte nos lo hizo mucho más difícil, pero así es el futbol. Como equipo, aprendemos de nuestros errores y tenemos que recuperarnos”, aseguró sobre el desenlace de un encuentro que fue un sueño cumplido para ‘Tim’, el segundo hijo de Weah. A pesar de que tiene nacionalidad francesa, optó por representar a EEUU, donde nació hace 22 años.

Criado en Brooklyn, recibió una formación donde el fútbol fue el eje central. Eso sí, en el país del soccer, alejado de Liberia, un país, precisamente, fundado por los negros liberados de la esclavitud en EEUU. Los padres del goleador mundialista se conocieron en Nueva York. Su madre, Clar Marie Duncan, trabajaba en una sucursal bancaria a la que acudía George, quien ha tutelado siempre el crecimiento futbolístico de Timothy. Se formó en la academia del New York Red Bulls y después pasó a formar parte de la cantera del PSG, donde su padre jugó entre 1992 y 1995.

ATASCO EN EL PSG

Aunque nunca se ha visto beneficiado por ser “hijo de”. Sufrió el atasco de un club parisino lleno de estrellas como Mbappé, su ídolo. “Tomamos la decisión con mi madre de fichar por el PSG porque mi padre había jugado allí, porque yo tenía familia allí y porque sabía que el presidente era una buena persona. Cuando llegué, estaba Zlatan, Di María, Thiago Silva. Jugadores que vi en la televisión. Para mí fueron modelos a seguir”, comentó en su día.

Tim vivió una cesión breve en el Celtic para acabar recalando en el Lille, donde ha conseguido explotar. Con apenas 20 años aportó cinco goles en la temporada en la que Christophe Galtier, actual entrenador del PSG, se coronó campeón de la Ligue 1. Sus actuaciones le permitieron debutar con la selección absoluta de EEUU en un amistoso contra Paraguay en 2018.

“He estado esperando por este momento toda mi vida”, reconoció uno de los componentes de un combinado norteamericano que destaca por su juventud. Ahora Tim piensa en la clasificación para octavos en un grupo en el que también están Inglaterra e Irán, para así seguir prolongando la leyenda del apellido Weah.