CRISIS CLIMÁTICA

Los hospitales ya abordan las olas de calor como emergencias médicas

Las víctimas de golpe de calor requieren terapia de choque para bajar su temperatura corporal que puede incluir intubación, ventilación mecánica e incluso reemplazo renal

Dos profesionales sanitarios caminan en los pasillos de un hospital de Barcelona.

Dos profesionales sanitarios caminan en los pasillos de un hospital de Barcelona. / Ferran Nadeu

Valentina Raffio

Valentina Raffio

Cada vez son más los estudios científicos que alertan sobre cómo el avance de la crisis climática y el aumento de las temperaturas están causando estragos en la salud de la población. Los estudios lo certifican desde el plano teórico. Y los hospitales y centros de salud lo corroboran desde la primera línea de atención a los pacientes. Por eso son cada vez más las entidades médicas que reclaman redoblar los esfuerzos para atender a los pacientes 'víctimas' del calor extremo, ya sea porque hayan sufrido un golpe de calor o una enfermedad desencadenada por las altas temperaturas o porque se han contagiado de una infección tropical propiciada por el calentamiento global. 

El momento en el que más se siente el impacto de la crisis climática en los hospitales españoles es en verano. Un nuevo estudio de ISGlobal muestra que el calor veraniego, cada vez más extremo, está provocando un aumento significativo de los ingresos hospitalarios en España. Durante este periodo, se calcula que los ingresos por insuficiencia renal aumentan un 77,7% en los veranos de temperaturas extremas; las hospitalizaciones por infecciones urinarias se incrementan un 74,6%; y las infecciones por sepsis, que en los casos más graves pueden resultar mortales, suben un 54,3% en los meses de calor. A estos, además, hay que sumarle el impacto de los ingresos por golpes de calor que, en los casos más graves, pueden producir fallos multiorgánicos y hasta la muerte.

Los golpes de calor tienen asociada una mortalidad que oscila entre el 5% y el 50%

El último Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, celebrado hace tan solo unos días en Barcelona, puso el foco en este problema. Sobre todo porque, tal y como alertaron al unísono decenas de especialistas, las unidades de cuidados intensivos de los hospitales españoles están recibiendo más casos y más graves relacionados con golpe de calor. "Estamos hablando de una emergencia médica con una mortalidad elevada que puede oscilar entre el 5% y el 50%", afirma Eduard Argudo, intensivista del Hospital Vall d’Hebron. Según explica este especialista, los pacientes afectados por este fenómeno no solo requieren una terapia de choque para bajar su temperatura corporal sino que, en muchos casos, "requieren intubación, ventilación mecánica y hasta terapias de reemplazo renal". 

El calor cada vez más extremo también está complicando el tratamiento de otros pacientes en estado crítico. En este sentido, Argudo explica que las personas en estado grave, como aquellas que requieren mecanismos de ventilación, empeoran en situaciones de calor por lo que en muchos casos requieren desplazarse en vehículos climatizados. "Si los desplazamientos son por tierra, vía ambulancia, es relativamente sencillo. Pero si se trata de transporte por aire es complicado porque no todos los helicópteros médicos tienen aire acondicionado y en casos de calor extremo estos vehículos no siempre pueden operar con normalidad", afirma el especialista en medicina intensiva. 

"Necesitamos cambios estructurales para atender los picos de demanda durante los meses más calurosos"

Ricard Ferrer

— Jefe de Medicina Intensiva del Hospital Vall d’Hebron

Enfermedades propiciadas por el calor

El calor extremo está disparando la incidencia de todo tipo de enfermedades en España, desde las cardiacas hasta las respiratorias. Según advierte Daniel Orts, especialista en salud pública, durante los días de ola de calor también se registra un aumento significativo de ingresos relacionados con la salud mental tanto en pacientes con enfermedades de base (ya sea esquizofrenia o adicciones) como en la población general. "Las altas temperaturas provocan un deterioro en la calidad y cantidad del sueño, lo que deriva en más estrés, más irritabilidad y más malestar que en algunos casos pueden derivar en cuadros graves que requieran ingresos", explica el especialista.

El aumento de temperaturas no solo provoca un aumento de la incidencia de ciertas enfermedades sino que, tal y como apuntan innumerables estudios, también está propiciando la llegada de nuevas enfermedades a los hospitales españoles. Sobre todo en el caso de aquellas infecciones tropicales transmitidas por mosquitos o garrapatas como la malaria, la fiebre del Nilo Occidental o el dengue. "Actualmente, la mayoría de los casos que tratamos en Europa son importadas por viajeros, pero si se dan las condiciones climáticas, podríamos empezar a ver casos autóctonos e incluso epidemias localidades de estas infecciones en España", explica el epidemiólogo Antoni Trilla, especialista en medicina preventiva del Hospital Clínic y catedrático de la Universidad de Barcelona. 

Según explica el doctor Ricard Ferrer, jefe del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Vall d’Hebron, urge adaptar los servicios de salud para atender, por un lado, las nuevas patologías asociadas al cambio climático y, por el otro, la evolución de patologías que ya se atienden pero que pueden verse agravadas por el aumento de temperaturas. "Necesitamos cambios estructurales para atender los picos de demanda durante los meses más calurosos. También necesitamos más formación para mejorar en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades que hasta ahora no se detectaban en España", afirma el especialista interpelado por la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC).