Biodiversidad

Así invaden España las especies exóticas

200 animales y plantas ajenos a nuestros hábitats están ya en ríos, montes y costas.

Compiten con la biodiversidad autóctona, a la que desplazan y destruyen

Cotorra argentina, especie exótica invasora en España

Cotorra argentina, especie exótica invasora en España / Antonio Acero/SEO

Titulares como ‘Las cotorras argentinas invaden Madrid’ o ‘Detectan un caracol gigante en Canarias’ se han podido leer durante estos últimos meses en los medios de comunicación españoles. En ambos casos, estos animales no son autóctonos de España, sino que su lugar de origen está muy lejos: las cotorras habitan en las selvas tropicales y el caracol gigante proviene del este de África. Estos animales se conocen como especies exóticas, pero ¿en qué momento una especie exótica pasa a ser una especie invasora?

Las especies exóticas invasoras son aquellas «especies foráneas introducidas de forma artificial, accidental o intencionadamente y que, después de cierto tiempo, consiguen adaptarse al medio y colonizarlo», tal y como explica la organización ecologista WWF España. Por lo tanto, para que una especie pase de ser simplemente exótica a ser invasora, debe adaptarse a un medio distinto al de su origen en un tiempo determinado, que varía en función de su adaptabilidad y de las condiciones climáticas.

La forma en que llegan estos organismos puede ser intencionada o accidental. En el primer caso, la manera más frecuente es a través del comercio. Algunas «llegan porque se utilizan como mascotas, como es el caso del mapache, y otras se emplean para fines comerciales, como fue en su momento la introducción del cangrejo rojo americano o varias especies de plantas» para la jardinería, explica la bióloga Laura Capdevilla-Argüelles del Grupo Especialista de Especies Invasoras de dicha entidad.

Son especies poco exigentes y por ello tienen una mayor facilidad para adaptarse a los nuevos ecosistemas

Pero también pueden introducirse de forma accidental, ya que «muchas especies utilizan los medios de transporte comerciales, ya sean barcos de carga, coches o embalajes, como vehículo propio», explica Capdevilla-Argüelles. Y es que el comercio es la vía más rápida y la más común para su llegada, ya sea de forma intencional o accidental.

Mapache, un animal cada vez más presente en los ecosistemas españoles

Mapache, un animal cada vez más presente en los ecosistemas españoles / Pinterest

Parte de su éxito colonizador se debe que son especies que «no tienen unos requerimientos de hábitat concretos», es decir, son poco exigentes y por ello tienen una mayor facilidad para adaptarse a las características de los nuevos ecosistemas.

Otro aspecto que facilita la invasión es el tipo de reproducción que tenga. En el caso de las plantas, se reproducirán más fácilmente aquellas variedades que tengan los dos tipos de reproducción: la sexual con semillas y la vegetativa, a base de fragmentos del tallo o la raíz. Por su parte, los animales, insectos o reptiles, tienen más facilidad para convertirse en invasores cuando se reproducen con facilidad y tienen camadas muy numerosas o varias al año.

Además, estas especies «carecen de enemigos naturales allí donde han sido introducidos», indica Capdevilla-Argüelles, por lo que no hay «ningún enemigo que les frene».

Las especies nativas, perjudicadas

La llegada de especies invasoras a España tiene graves consecuencias sobre los ecosistemas nacionales, pues las especies autóctonas de fauna y flora se ven afectadas por las exóticas. Las especies nativas, «al no haber evolucionado en contacto con estas nuevas especies, no pueden competir con ellas, por lo que son desplazadas o, en el peor de los casos, mueren y se extinguen», señala WWF. 

Camalote o jacinto de agua, planta invasora en Andalucía

Camalote o jacinto de agua, planta invasora en Andalucía / Efe Verde

Es el caso del bambú japonés, un invasor muy conocido, que crece, sobre todo, en las riberas de los ríos. «Es una especie que crece muy rápido», cuenta la bióloga, «además de que tiene un efecto alelopático, es decir, que emite unas sustancias que inhiben el crecimiento de otras plantas». Por lo tanto, esta variedad termina desplazando toda la vegetación nativa y, en consecuencia, a toda la fauna que depende de la vegetación de este ecosistema. 

Más de 200 especies

En España, el Catálogo Español de Especies Invasoras recoge casi 200 especies. De todas ellas, la mayor parte figura en la categoría de flora, con 64, mientras que en el apartado de mamíferos hay 16. En este documento se encuentran ejemplares como la ortiga acuática, el mosquito de tigre, el lucio, la perca de río o el pez escorpión. Los expertos señalan que en realidad hay más de 200, pero muchas aún no se han registrado en esa lista.

El siluro, un pez que puede alcanzar un tamaño enorme, es solo una de las muchísimas especies exóticas que invade los ríos españoles, mientras que la avispa asiática coloniza ya la mayor parte del país y su picadura es temible. Se trata de una invasión por tierra, mar y aire.

Una vez están instauradas en su hábitat, es casi imposible erradicar estas especies

Ahora mismo, uno de los animales que está dentro de este catálogo y que es de los que «más repercusión tiene, porque son más conocidos o porque han invadido zonas más extensas» es el mapache, especifica Capdevilla-Argüelles. Esta especie «cada vez ha ido extendiendo más su área de distribución y, dentro de lo que cabe, no es una especie que haya llegado hace muchísimos años, sino que ha llegado hace relativamente poco al medio natural» . 

Mosquito tigre, portador de enfermedades tropicales

Mosquito tigre, portador de enfermedades tropicales / Shutterstock

Una vez están instauradas en su hábitat, «es casi imposible erradicarlas», aclara Capdevilla-Argüelles. Por lo tanto, el siguiente paso es controlar la especie, «cuando las poblaciones son muy pequeñas», para atajar cuanto antes su expansión. Por el contrario, si la especie consigue establecerse, pasa a ser una tarea «difícil», que no imposible, «pero conlleva un esfuerzo en tiempo y dinero muy importante», añade la bióloga.

El cambio climático impulsa la llegada de invasoras

La mayoría de las variedades exóticas que llegan al país vienen de zonas con climas tropicales o subtropicales. Estos se caracterizan por las altas temperaturas, que no varían entre invierno y verano, y la humedad. 

En España, las temperaturas están cambiando y los patrones climáticos de las estaciones se ven afectados. Debido a esta situación, las condiciones son más templadas, llegando a parecerse a la de los países de origen de estas especies exóticas. Por lo tanto, el cambio climático juega un papel importante, ya que puede facilitar la velocidad a la que se expanden y establecen estas variedades, lo que supone un obstáculo a la hora de controlarlas y erradicarlas. 

Avispa asiática, amenaza para las abejas

Avispa asiática, amenaza para las abejas / Alain C.

Antes, el clima era un aliado para evitar la implantación de estas especies, ya que «no sufrían un ‘boom’ poblacional, porque llegaba el invierno y las heladas, lo que les impedía sobrevivir», cuenta Capdevilla-Argüelles. Sin embargo, con el cambio climático, los inviernos se han vuelto «mucho más cálidos y las condiciones son mejores», lo que facilita la invasión de estas especies.

El clima en España está cambiando y se vuelve cada vez más favorable a la llegada de especies exóticas invasoras

Uno de los casos más recientes es el de la avispa asiática, cuya expansión se ve facilitada cuando no tiene que enfrentarse a inviernos muy fríos. Capdevilla-Argüelles explica que esta especie no debía llegar a zonas como León «por los inviernos y porque, si llegaba, no iba a sobrevivir». Sin embargo, este insecto se ha convertido en invasor debido a «la subida de las temperaturas y a las propias capacidades de adaptación de la especie», explica la bióloga.

Las altas temperaturas que se han registrado en España también han sido un aliado para insectos como el mosquito tigre, ya que «en invierno podrían sufrir un deceso poblacional muy importante a causa de las bajas temperaturas», especifica Capdevilla-Argüelles.

Llega el ‘perejil gigante’

Un caso inquietante es el del perejil gigante, que es muy reciente en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras y que se encuentra en la lista de especies preocupante para la Unión Europea. Esta planta, además de invadir con gran facilidad las riberas de los ríos, «tiene un problema sanitario importante, puesto que es fototóxica», indica Capdevilla-Argüelles. Esto significa que, al rozar con la planta y luego incidir el sol sobre esa parte del cuerpo, puede llegar a producir quemaduras importantes.

Actualmente, esta familia de plantas sólo se encuentra en la zona de los Pirineos, por lo que todavía es una población reducida. «Desde el mismo momento en el que se ha detectado, se está haciendo un seguimiento y un control muy importantes para contener esta especie e intentar erradicarla», explica. Este es un caso en el que las autoridades «se han puesto manos a la obra y se está haciendo un esfuerzo importante”.

En definitiva, un desafío cuyas proporciones no para de crecer en España.

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