Fauna

Descubren que el dingo está a medio camino entre el perro y el lobo

Una investigación revela que la especie está más cerca del pastor alemán que de cualquier otra raza

Dos ejemplares de dingo

Dos ejemplares de dingo / Daniel Scarparolo

J. L. Ferrer/Redacción

Los dingos pueden parecer perros callejeros como tantos otros, pero en realidad están situados genéticamente entre los lobos y los perros, según un nuevo estudio publicado en Science Advances.

La especie, venerada por las culturas aborígenes pero fuente de preocupación para los ganaderos modernos, ha sido el principal depredador de Australia desde la extinción de los tigres de Tasmania, ocurrida el siglo pasado.

Sin embargo, "la evolución del dingo ha sido objeto de debate durante un período de tiempo considerable", señala a la AFP el coautor del estudio, Bill Ballard, de la Universidad La Trobe y la Universidad de Melbourne.

Algunos sostienen que estos cánidos delgados y de color canela, traídos al continente hace entre 5.000 y 8.500 años, son simplemente otra forma de perro doméstico, aunque es mucho más difícil de domesticar o mantener como mascota. Aunque normalmente no son agresivos, no están especialmente interesados ​​en convivir con los humanos.

Cachorro de dingo

Cachorro de dingo / Science Advances

La nueva investigación, una colaboración global que involucró a 26 autores de diez países, comparó el genoma de un dingo del desierto llamado Sandy, que fue rescatado en 2014 junto con sus hermanos, con los de cinco razas de perros domésticos y el lobo de Groenlandia.

Descubrieron que el genoma del dingo era estructuralmente distinto del boxer, el pastor alemán, el basenji, el gran danés y el labrador retriever.

Pero así y todo presenta más similitud con los perros domésticos que con el lobo de Groenlandia. Entre las diferentes razas, Sandy estaba más cerca del pastor alemán que del resto.

"Sandy, el dingo del desierto, es un punto intermedio entre el lobo y los perros domésticos", concluyó Ballard. Para estar aún más seguros, el equipo está secuenciando el genoma que pertenece a un dingo alpino, que se encuentra en los Alpes australianos en el este del país.

Movimientos humanos antiguos

El hallazgo puede tener varias implicaciones. Saber más sobre la evolución de los dingos también puede arrojar luz sobre la historia de los pueblos antiguos que los trajeron a través del mar desde el sudeste asiático, dicen los científicos.

Por un lado, el genoma del dingo se puede usar como un libro de referencia antiguo para ayudar a identificar qué genes son responsables de las enfermedades genéticas en los perros modernos, en lugar de tratar de comparar entre razas de perros endogámicos.

"En algún momento tuvieron que cruzar un poco de agua con algunos viajeros", dijo Ballard, aunque aún está por determinar cuáles fueron esos viajeros.

El equipo espera tener una idea más clara de la línea de tiempo y comenzar a responder otras preguntas, como si fue una migración única o múltiple, una vez que secuenciaron al dingo alpino.

El estudio también se propuso probar las diferentes formas en que los dingos metabolizan los nutrientes en comparación con las razas domésticas. Para ello realizaron un estudio de dieta controlada en varios dingos y pastores alemanes.

Los dingos, como los lobos, tienen solo una copia de un gen que crea amilasa pancreática, una proteína que ayuda a los perros a vivir con dietas ricas en almidón, que los humanos han desarrollado especialmente en los últimos 10.000 años.

Un dingo en el campo

Un dingo en el campo / William West

Los pastores alemanes tienen ocho copias de dicho gen. Después de recibir la misma agua y alimentos ricos en arroz durante diez días, se descubrió que las heces de los pastores alemanes contenían tres familias de bacterias que les ayudaban a descomponer el almidón, lo que confirma las predicciones de los investigadores.

Al igual que el lobo en muchos países, los dingos son crean opiniones opuestas entre la población: los habitantes de la ciudad tienden a menudo a idealizarlos y también ocupan un lugar destacado en las canciones e historias indígenas, pero los granjeros los consideran un enemigo por los ataques que supuestamente realizan sobre el ganado.

Sin embargo, según Ballard, los dingos evolucionaron para cazar pequeños marsupiales y no pueden digerir fácilmente los alimentos ricos en grasas, por lo que es más probable que los corderos sean cazados por perros salvajes o híbridos.

Él espera tener pronto pruebas de ello, y quizás exonerar al dingo de la mala imagen que arrastra entre los ganaderos, en futuros experimentos de comportamiento.

Artículo de referencia: https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abm5944

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