SAN ISIDRO

Almeida enarbola la defensa de la Constitución en el acto de entrega de las Medallas de Madrid

"Somos conscientes de los riesgos que se alzan", asegura el alcalde de la capital en una ceremonia a la que no acudieron los concejales de Más Madrid por la condecoración a la Comunidad Judía de Madrid

Rita Maestre tras la Medalla de Honor a la comunidad judía: "El PP no puede pretender hablar en nombre de Madrid, que quiere la paz para Gaza"

PI STUDIO

Víctor Rodríguez

Víctor Rodríguez

Iban a ser las distinciones de la polémica, de la ausencia institucional del principal grupo de la oposición, de la condecoración a la comunidad judía en plena ofensiva sobre Gaza, pero, en un acto que ha comenzado con la interpretación de la Marcha de Alabarderos por parte de la Orquesta Sinfónica de Madrid y concluido con la del himno nacional, José Luis Martínez-Almeida ha terminado por aprovechar la entrega de medallas de la ciudad para enfatizar el papel de la capital al servicio de España, elogiar la figura del rey Felipe VI y enarbolar la defensa de la Constitución. “En el día en que esta ciudad celebra su fiesta grande quiero aprovechar este momento solemne para renovar el compromiso de entrega y servicio de la ciudad de Madrid al conjunto de España”, ha afirmado el alcalde madrileño en un discurso al término del cual ha exclamado, secundado por buena parte de los alrededor de 700 asistentes: "¡Viva Madrid, viva San Isidro, viva el Rey y viva España!".

La ciudad, ha asegurado, vive un momento "vibrante" y de especial dinamismo, fruto del trabajo de generaciones de madrileños nacidos en la capital o venidos de fuera, pero a ello, "se ha unido un factor decisivo: el marco de convivencia consagrado por nuestra Constitución", ha añadido en presencia, entre otras autoridades del presidente del Senado, Pedro Rollán, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y los exalcaldes de Madrid José María Álvarez del Manzano, Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella, todos ellos del PP.

La ceremonia, celebrada en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, ha servido para que Almeida otorgara el título de Hijo Adoptivo de Madrid al escritor Luis Mateo Díez. También para la entrega de 14 Medallas de Madrid, entregadas a la agencia de noticias Servimedia, la Policía Nacional, la Policía Municipal, la Guardia Civil, la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ADELA), la paisajista Carmen Añón, la Asociación de Cocineros y Reposteros de la Comunidad de Madrid (ACYRE), la chef Cristina Oria, el grupo musical Hombres G, Telefónica, la galerista Juana de Aizpuru, Chocolatería San Ginés, el naturalista y conservacionista Jesús ‘Suso’ Garzón Heydt, a título póstumo, y a la Fundación del Toro de Lidia. Y para el reconocimiento con la Medalla de Honor de la ciudad a la historiadora Carmen Iglesias, el club de fútbol Rayo Vallecano y la Comunidad Judía de Madrid. Una distinción esta última ante la que el Grupo Municipal de Más Madrid ha decidido no acudir al encuentro institucional en Cibeles en protesta por lo que consideran un "blanqueo" del Gobierno de Israel.

"No puede haber la tensión que hay"

El propio Almeida se ha referido esta mañana, antes de llegar al Palacio de Cibeles, a la ausencia, en un tono algo rebajado frente al mantenido en días precedentes, y sin mencionar directamente a la formación que lidera en la capital Rita Maestre, para insistir en la necesidad de que los grupos municipales mantengan "el respeto" y "estén a la altura de los madrileños". Si ayer acusaba a Maestre de "tomarse un día de vacaciones" hoy se ha limitado a señalar que "no puede haber la tensión que hay", ha subrayado. Ya después, en la Pradera de San Isidro, ha vuelto a elevar el diapasón para pedir que Más Madrid explique a los madrileños "por qué discrepando de una medalla le han faltado al respeto a los otros 16 premiados que había hoy allí. La tristeza y la rabia que tiene buena parte de la izquierda no se compadece con lo que es esta ciudad en estos momentos"

A la misma hora en que se entregaban las medallas, la portavoz municipal de Más Madrid volvía a defender desde la pradera de San Isidro la posición de su grupo: "No hemos acudido porque entendemos que es un acto en el que el Partido Popular ha usurpado la voluntad de los madrileños y ha convertido una fiesta de todos en una fiesta de unos pocos, un acto en el que va a entregar una medalla que en la práctica es un blanqueamiento al Gobierno genocida y criminal de Netanyahu. Vamos a decir no a esas medallas y estamos aquí, donde tenemos que estar, con el pueblo de Madrid, que lo que pide es un alto el fuego inmediato y la paz para Gaza".

El plante no ha sido compartido por los socialistas madrileños, que votaron a favor de la concesión de la distinción a la Comunidad Judía de Madrid. A la entrada del Palacio de Cibeles, poco antes de que comenzara la entrega, su portavoz, Reyes Maroto, ha subrayado "el compromiso" de esta entidad con la ciudad de Madrid y ha manifestado su opinión de que para los portavoces de los grupos municipales "estar en todos los actos institucionales es parte de nuestro trabajo".

El agradecimiento de la comunidad judía

Ya sobre el escenario de la Galería de Cristal, Almeida se ha referido a la distinción a la Comunidad Judía de Madrid. Con ella, ha asegurado, “queremos renovar el testimonio de nuestra admiración por su dinamismo, su afán integrador, su labor social y sus innumerables contribuciones al ser de la ciudad”. Fundada en 1917, la Comunidad Judía de Madrid, se autodefine como la principal institución de este colectivo en la Comunidad de Madrid y tiene por objeto "garantizar la continuidad de la tradición y de la presencia judía en Madrid". Su presidenta, Estrella Bengio, ha subido al estrado para recoger la Medalla de Honor y mostrar el agradecimiento a Madrid y a "los representantes aquí presentes", ha subrayado en dos ocasiones, la concesión de la distinción.

Almeida con la presidenta de la Comunidad Judía de Madrid, Estrella Bengio.

Almeida con la presidenta de la Comunidad Judía de Madrid, Estrella Bengio. / ZIPI ARAGÓN / EFE

"Como judíos madrileños", ha indicado, "estamos orgullosos de un reconocimiento que atestigua el profundo arraigo de los judíos en Madrid, que se suma al apoyo que recibimos cada día del Ayuntamiento. Agradecemos la sensibilidad que siempre han mostrado a nuestra comunidad y la cordialidad y el afecto que han guiado nuestros contactos", ha señalado antes de mostrar gratitud también por "las muestras de apoyo y solidaridad tras la brutal masacre perpetrada el 7 de octubre por los terroristas de Hamás".

Como no podía ser de otra forma, Martínez-Almeida ha tenido palabras para reconocer los méritos de todos los demás premiados, cuyo "trabajo y presencia", ha dicho, ha contribuido a configurar la ciudad que es hoy Madrid, una ciudad "icono de convivencia y unión entre los españoles". Asimismo, ha insistido en esa defensa de los valores constitucionales con alusiones a la figura de Felipe VI. "Como corazón de todo lo que pasa en nuestra nación", ha declarado, en Madrid "somos conscientes de los riesgos que se alzan, de las voces que proponen cambios radicales, experimentos dudosos o directamente la ruptura".

"De todas las misiones a las que estamos llamados, no es la menor recordar que el camino emprendido hace 46 años es el correcto, el de la concordia´y la reconciliación, y es un camino que sigue vivo y del que quedan frutos por cosechar", ha enfatizado antes de subrayar que esa misión "no es sino la prolongación" de lo que ha hecho desde hace una década "nuestro primer vecino, el Rey". El alcalde ha adelantado que el próximo 29 de junio, Madrid celebrará "como merece", los diez años de reinado del actual monarca.

Concluida la parte solemne de la celebración, y antes de que Almeida saliera hacia la Pradera de San Isidro, donde ha cumplido con la tradicional bendición del agua del santo, en Cibeles se ha servido un aperitivo de vermú y gildas. En el ambiente quedaban las palabras del último Premio Cervantes, exfuncionario del Ayuntamiento y nuevo hijo adoptivo de Madrid, Luis Mateo Díez. Nacido en la localidad leonesa de Villablino. Vino a Madrid en los años 60, "porque es la ciudad de la gloria". "Y seguro que seré un buen hijo", ha prometido, "de esos que no dan disgustos". Disgustos...