COMUNIDAD DE MADRID

Ni un paso atrás en la crispación en Madrid: del "ya están pidiendo guillotinas" de Ayuso a "es usted un virus para la democracia" de la izquierda

Lobato dice que será un "activista del respeto" en política pero advierte a Ayuso que eso no significa que vaya a ponerle "la otra mejilla"

Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid.

Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid. / "Jesús Hellín "

Elena Marín

Elena Marín

El primer día post reflexión de Sánchez, la primera parada tras ese parón que Pedro Sánchez ha impuesto al país para pensar sobre los bulos, la desinformación y el nivel de polarización de la política ha sido en la Asamblea de Madrid. El parlamento autonómico, siempre polémico, jueves tras jueves, servía para ver cómo llevan a escena los políticos madrileños esa petición para bajar los decibelios de la discusión pública. Sánchez, en su entrevista en TVE llegó a decir anoche que la "gente se va a ir a disfrutar unos días con sus familiares, con sus seres queridos" y que "la conversación pública tiene que discurrir por otros paramentos, por otros cauces". No será por lo que se ha escuchado esta mañana en la Asamblea.

Ayuso hablaba de "sangre", "muerte", "guillotinas" y "fascismo" para referirse en distintos momentos a la oposición de izquierdas. A Vox, directamente, ha procurado ignorarlo diciendo que no sabe "qué papel" tiene. "Rabien, señorías del Partido Popular, rabien porque aquí hay Gobierno progresista para rato", decía una Manuela Bergerot exultante porque Sánchez haya decidido seguir al frente del Gobierno de coalición provocando a la bancada que acompaña a Isabel Díaz Ayuso. Los "bulos no tumban presidentes del Gobierno", las "armas" del PP "no alcanzan para dar un golpe al mandato democrático", ha espetado acusando así de forma implícita al PP de ser quienes difunden o dan bola a las desinformaciones que afectan al Ejecutivo. Después lo ha hecho explícitamente, al decir que Ayuso es la "la patrocinadora de los bulos que terminan en querellas chapuceras admitidas por jueces amigos" y ha acusado a la presidenta de "ser un virus para la democracia". También "la nada más insignificante".

Más allá de las palabras, el tono ha sido vehemente. La gesticulación, también. Había en su puesta de escena un objetivo: hacer caso de sus bases, que le piden que defienda el gobierno de coalición con todo el ímpetu posible. Nada de hacerlo con un tono pausado. La intervención llegaba al tiempo que su formación desplegaba unas lonas con la cifra de muertos en las residencias de la Comunidad de Madrid.

Ayuso se ha agarrado rápidamente a ese tono de Bergerot para intentar burlarse de ese "nuevo tiempo": "Uy, madre mía, va a dejar con problemas auditivos a su compañera de escaño". Pero la mofa no ha sido solo hacia Más Madrid, también hacia el portavoz socialista, Juan Lobato, a quien le ha dicho que esperaba que la tratara "con esa condescendencia y tono de telepredicador" para darle "ejemplo de democracia".

Pero si a Lobato le ha acusado de no saber "salir del barro" aunque proclame lo contrario y ha intentado ridiculizarle diciendo que intenta ponerse siempre el primero detrás de las pancartas proSánchez y que cada jueves se presenta a un "Got Talent" en la Asamblea para que Sánchez no le mueva la silla, a Bergerot le ha imputado ir "con la guillotina" en la mano. "Son cada vez más dictatoriales, ya están pidiendo guillotinas y listas para los jueces", le ha lanzado después de ironizar y decirle que no tiene que preocuparse por su escaño porque "médica madre" (en referencia a Mónica García) va a seguir como ministra y al Gobierno de coalición le queda "poder y mamandurria" para rato.

Lobato, por su parte, ha pedido más "transparencia" porque considera que es "el mejor antídoto contra el populismo de izquierda y derecha" y ha señalado que va a seguir siendo un "activista del respeto y la educación política", pero con una advertencia: "Me comprometo a no entrarle al trapo a lo que dice, pero tampoco le voy a poner la otra mejilla, que le quede claro. Pero le voy a contestar con firmeza y propuestas pero no con insidias".

La mañana, había empezado con la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, pidiendo a Ayuso ayuda para defender "la importancia del respeto a las instituciones". Defender de la izquierda, se entiende. Aunque aprovechó para acusar a la presidente de tener "los mismos tics" que Sánchez y de hacer en la Comunidad lo mismo que hace el Gobierno de coalición: "Qué decepción, tiene mayoría absoluta pero lo primero que ha hecho es intervenir Telemadrid, luego la Cámara de Cuentas, el Consejo de Transparencia", además de "toda" la publicidad en los medios de comunicación" para hacer "propaganda de su Gobierno y para atacar a sus adversarios políticos".