PALABRA DE MADRID

"Los caballos me han enseñado a tener paciencia"

María Gómez Guzmán, domadora de caballos, tras formarse en Bélgica en el mundo equino, se ha instalado en Madrid para trabajar con el equipo de doma Passage. Compite a nivel internacional

María Gómez Guzmán, domadora de caballos, en el centro ecuestre La Abadía, en Madrid.

María Gómez Guzmán, domadora de caballos, en el centro ecuestre La Abadía, en Madrid. / Alba Vigaray

Álex González

Álex González

P. ¿Cuál fue su primer contacto con el mundo de los caballos?

R. No lo recuerdo, desde pequeña tengo fotos montando. Sé que mi abuelo paterno tenía caballos en Sevilla y mi padre estuvo unos años montando. Me viene de esa parte y yo me subía a todo lo que podía tanto caballos como burras. Con nueve años tuve una caída grave de mi primer caballo y fue ahí cuando empecé a recibir clases y a conocer el mundo de la doma clásica.

P. ¿Y de su amor por los caballos a querer domarles?

R. Me gusta compaginar ese amor por estos animales con la afición a este deporte. Tiene muchas cosas a su alrededor, desde verlos crecer de potros a empezar a trabajarlos y también el hecho de poder pasar tiempo con ellos. Es muy completo todo. 

María Gómez Guzmán, domadora de caballos, en el centro ecuestre La Abadía, en Madrid.

María Gómez Guzmán, domadora de caballos, en el centro ecuestre La Abadía, en Madrid. / Alba Vigaray

P. ¿Qué le han enseñado estos animales?

R. Me han enseñado a tener paciencia porque las cosas llegan cuando tienen que llegar. También a ser constante y perseguir mis objetivos. Pero sobre todo a disfrutar de las personas y las cosas buenas que vienen.

P. Explíquenos ¿qué es la doma clásica?

R. Es una disciplina olímpica, y este año 2024 es importante porque hay Juegos Olímpicos. Consiste en que el caballo haga una serie de ejercicios de la manera más armónica posible junto con su jinete. Son ejercicios que a veces van aumentando de dificultad y tienen que parecer fáciles. Según la edad del caballo aumenta esa dificultad hasta llegar al nivel más alto en el que se otorga el gran premio. Este es el que se da por ejemplo en los Juegos Olímpicos. Para competir salimos en una pista, después todos hacemos esos ejercicios y los puntúan los jueces. La doma clásica es la base que necesita cualquier caballo o jinete para poder hacer otras disciplinas de la hípica. 

María Gómez Guzmán, domadora de caballos, en el centro ecuestre La Abadía, en Madrid.

María Gómez Guzmán, domadora de caballos, en el centro ecuestre La Abadía, en Madrid. / Alba Vigaray

P. ¿Hay mucha afición en España?

R. Cada vez es mayor. La información que se ve en la federación es que cada vez hay más federados y cuando vas a los concursos se ven más jinetes inscritos a todos los niveles. También el nivel es mucho más alto ahora, y eso es bueno porque estamos más cerca de países como Alemania, Bélgica o Países Bajos que están ahí arriba. 

P. ¿En sus ‘clinics’ y clases busca que los alumnos generen un vínculo con el caballo?

R. Es muy importante ese vínculo con el animal no solamente durante las clases sino en el tiempo también que se pasa limpiando o paseando. Es fundamental. Todo ello hace que la relación sea buena entre jinete y caballo. 

P. ¿Y sin ese vínculo va a ser más difícil hacerse con él?

R. Por supuesto. Cuando el caballo confía en su jinete y la relación es buena, todo lo que le vayas a pedir va a ser más fácil que lo haga. 

P. ¿Qué tipo de gente contacta con usted para que le ayude?

R. Clientes particulares principalmente. Ahora mismo tengo por un lado gente que tiene su propio caballo y quieren que me encargue de sus clases y el entrenamiento del animal. Algunos de ellos van a prepararse para competir y otros no. Y luego también tengo otros caballos de ganaderos o propietarios que no montan, y quieren que se los prepare para competir o para venderlos. 

P. Asesora a la gente, ¿qué debe saber una persona que quiere comprar un caballo?

R. Depende de para lo que vaya buscando el animal porque son diferentes. No es lo mismo un caballo para dar paseos por el campo, que el que quiere uno joven para trabajarlo desde el principio, o el que busca uno que ya compite y lo quiere para cambiar de nivel para que el nuevo haga otros ejercicios. El caballo tiene que ser compatible con quien lo vaya a montar, y tener aires y una salud adecuada a la actividad que va a tener que hacer. Cuando se va a comprar siempre se hace una revisión veterinaria.