Opinión | MADRID CON GAFAS PLURALES

Hortaleza independiente

Cuando me preguntan qué tal me va en Madrid, yo respondo que solo cruzo la M-30 para trabajar y que mi casa, como lucense que soy, solo puede estar al norte, entre el Silo, la UVA, el 'garnacho' y la mejor cabalgata del mundo

El Silo de Hortaleza, emblema del distrito y barrio del norte de Madrid.

El Silo de Hortaleza, emblema del distrito y barrio del norte de Madrid. / DENÍS IGLESIAS

Cuando en Lugo, mi ciudad natal, me preguntan qué tal en Madrid, yo les digo: "Supongo que todo bien dentro de la M-30". Porque vivo en Hortaleza, pero no dentro de la almendra central que tienen en su melón. Esa gran urbe para producir. Pero mi hogar está al norte de ese Madrid, donde no hay aparcamiento para residentes. Distrito inmenso y lleno de contrastes que fue ayuntamiento hasta 1950.

Mi monumento no es la Puerta de Alcalá, es el Silo que se erige en el parque Huerta de la Salud, antes repositorio de cereales, ahora de exposiciones. El auténtico Museo del Prado. Mis torres no son las de Chamartín, que diviso desde lo alto de Manoteras como si fueran las de un país extranjero donde no cabemos los vecinos de un barrio silencioso en la rutina, pero agitado en las demandas.

En el que se personaliza el futuro de los niños en una una primera acogida desbordada. Soy un 'barrionalista' que fluctúa a toda presión por las arterias sin salida. Mi 'Movida' no es la madrileña, es cualquier canción de los 'Porretas'. Mi ritmo va al son de las marchas para exigir la reapertura de las emergencias o en defensa de Raquel y Pili para que no se queden sin su casa de siempre. Los Reyes no pasan por Gran Vía, surcan el Mar Caspio en la Cabalgata participativa.

No tomo vermú y preferiría el 'garnacho', vino que dio trabajo y alegrías al barrio durante décadas. Tampoco soy del Real Madrid o del Atlético, celebro con el Spartac de Manoteras o Sporting de Hortaleza. Y me gusta la fruta, tan de moda en la política local. En concreto la UVA, que espera una solución habitacional 60 años después. De no encontrar futuro para su gente, al final, la vieja municipalidad tendrá que ser de nuevo independiente.