MADRID

Ayuso compara la manifestación en favor de la sanidad con las algaradas independentistas de Cataluña

Acusa a Sánchez de querer crear una "república federal laica"

Isabel Díaz Ayuso durante su intervención en el Club Siglo XXI en Madrid.

Isabel Díaz Ayuso durante su intervención en el Club Siglo XXI en Madrid. / CAM

Elena Marín

Elena Marín

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha asegurado hoy que el movimiento que estos días ha desatado el caos en la sanidad madrileña, donde se suceden dos huelgas por las urgencias extrahospitalarias y la atención primaria, forma parte de la misma estrategia del Gobierno de Pedro Sánchez por crear una "república federal laica", apoyada en el "imperialismo" de los independentistas catalanes.

Durante un desayuno organizado por el Club Siglo XXI, la presidenta ha leído un discurso de 14 páginas elaborado para confrontar su modelo político con el del PSOE y sus socios de Gobierno, buscando una vez más el choque frontal con el presidente del Ejecutivo y atribuyendo los problemas de gestión de su Consejería de Sanidad a una fuerza mayor: "¿Que hay que hacer un Código Penal a la carta de los condenados por el Tribunal Supremo, un traje a medida de los delincuentes, para que puedan ejercer el terror en las calles y vuelvan a intentar romper nuestra convivencia?: se hace, sin consultar con nadie. ¿Qué hay que cambiar el delito de malversación para cambiar las condenas y brindar los suyos?: se hace. ¿Que hay que despreciar la Constitución hasta el extremo de que el Gobierno de Sánchez es el único de la historia que ha sido condenado tres veces por el Tribunal Constitucional?: se la desprecia. ¿Que hay que desacreditar al Supremo y a la Nación frente a las instancias internacionales?: se la desacredita. (...) ¿Que hay que boicotear la sanidad en Madrid, tomar las calles y los hospitales, y hacer creer a los ciudadanos que tienen una mala sanidad, cuando aún en medio de una crisis internacional de los modelos sanitarios, es excelente comparada con cualquier lugar del mundo?: pues se hace".

Las declaraciones de Ayuso se producen la mañana siguiente de que la nueva marea blanca reuniera ayer en las calles de Madrid a 200.000 personas, según la Delegación del Gobierno, o 670.000, según los convocantes, en defensa de la sanidad pública y en contra de la gestión del Gobierno de la Comunidad, donde las quejas por las carencias materiales y humanas de los servicios sanitarios incluyeron gritos pidiendo la dimisión de la presidenta madrileña. Ha insistido la dirigente popular, otra vez, en que nada tienen que ver las legítimas reclamaciones de los médicos con el empeño de la izquierda por boicotear su gestión y se ha negado a valorar la marcha como un movimiento o reivindicación de los profesionales tras los insultos que recibió durante la misma: "En el momento en el que me llamaron asesina ya no es de médicos".

Ayuso ha reconducido la defensa de su Gobierno hacia el ataque a Sánchez y sus socios e independentistas catalanes, remontándose al asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA en 1997 como punto de partida del Pacto de Estella entre las fuerzas nacionalistas vascas de un año después, el del Tinel entre las catalanas de izquierdas en 2003 y el deterioro generalizado de España que desde su punto de vista comenzó en 2004 con José Luis Rodríguez Zapatero en la Presidencia del Gobierno: "Es difícil exagerar el daño que este hombre (Zapatero) ha hecho a España, Hispanoamérica y el Estado de Derecho".

"Tampoco podemos caer en la trampa de creer que el nacionalismo particularista se conformaría con la independencia: son expansionistas, imperialistas y viven del agravio. No nos engañemos: si se salieran con la suya y declararan la independencia, primero quedarían cientos de miles de compatriotas privados de sus derechos constitucionales, habría ciudadanos de primera y de segunda, caería, por dejación de funciones, el Estado de derecho en toda España. Eso es justamente lo que buscan: la independencia en cadena… ". Así definía Ayuso las obsesiones del independentismo catalán que se ha ido alimentando tras los años de Gobierno de Zapatero primero y Pedro Sánchez después.