"Capitalismo disfrazado de verde"

El activismo climático contra Elon Musk: casi 1.000 personas se movilizan para paralizar la fábrica de Tesla en Alemania

Su misión es no solo paralizar la prolongación industrial de la fábrica, sino interrumpir su proceso de producción

El magnate tecnológico Elon Musk, durante su última visita en la gigafactoría de Tesla en Grünheide, Alemania.

El magnate tecnológico Elon Musk, durante su última visita en la gigafactoría de Tesla en Grünheide, Alemania. / EFE

Hasta mediados de 2020, el pequeño municipio alemán de Grünheide, a 30 kilómetros al sureste de Berlín, era conocido por el verde de sus bosques y por el azul de sus lagos. Todo empezó a cambiar ese verano, cuando la tala de árboles despejó el terreno para colocar los primeros bloques de hormigón y acero que ayudarían a levantar la gigafactoría de Tesla, la mayor fábrica de coches eléctricos de Europa.

El proyecto fue tan deseado por las administraciones locales y nacionales como detestado por gran parte de los vecinos, pero los tribunales decantaron la balanza en favor de la compañía liderada por Elon Musk. Ahora, el magnate prepara la expansión de la planta, unos planes que están movilizando la indignación masiva del activismo climático en Alemania.

A partir de este miércoles, cientos de activistas de todo el país acamparán a las puertas de la fábrica en protesta contra el modelo de "capitalismo automovilístico disfrazado de verde" que representa Tesla y culminará el sábado con una gran manifestación. "La planta es sinónimo de coches de lujo, de beneficios para la gran corporación de Musk y de sobreexplotación de recursos en el Sur Global. Es lo contrario de lo que necesitamos como sociedad", han explicado desde la organización promotora, Disrupt Tesla, heredera del movimiento de desobediencia civil contra la minería del carbón Ende Gelände.

Su misión es no solo paralizar la prolongación industrial de la fábrica, sino interrumpir su proceso de producción. Es por eso que la policía ha preparado a sus efectivos para una "operación a gran escala", si bien esperan un "desarrollo pacífico de los acontecimientos". Disrupt Tesla ha informado que en el bosque hay espacio para unas 700 personas.

Fábrica estratégica

La gigafactoría Berlin-Brandenburg es crucial para los planes de Tesla en el continente. Empezó a operar en marzo de 2022 y, desde entonces, ha dado trabajo a unas 12.500 personas. En sus 3km2 de extensión se fabrican baterías eléctricas y el vehículo deportivo Tesla Model Y, el más vendido del mundo en 2023. Su capacidad de producción alcanza los 500.000 coches anuales, pero tras la ampliación prevista para este año —contra la que han votado una mayoría de vecinos— se espera llegar al millón.

En abril, activistas climáticos ocuparon temporalmente la planta de Mercedes en una localidad cerca de Bremen como denuncia contra la elevada contaminación que producen los coches de lujo de la marca alemana. Un mes antes, Tesla se vio obligada a detener la producción de la planta tras un incendio provocado contra una subestación eléctrica. El ataque fue reivindicado por la organización izquierdista 'Grupo Volcán'. "O son los ecoterroristas más tontos del mundo o son marionetas de quienes no tienen buenos objetivos medioambientales", exclamó Musk. Aunque no fue a más, la interrupción infligió a la compañía pérdidas estimadas en "varios cientos de millones de euros". La Fiscalía Federal lo está investigando como posible atentado terrorista.

Denuncia climática

Los manifestantes convocados para la protesta se unirán estos días a los 80 activistas que, desde hace semanas, ocupan una docena de casas en los árboles del bosque que Tesla quiere sacrificar para ampliar su fábrica. Los políticos locales apoya el plan de Musk, pero la mayoría de los vecinos no. Tras la presión, la compañía anunció a mediados de marzo que talaría 47 hectáreas de bosque en lugar de las 100 iniciales, un cambio insuficiente para los opositores.

La campaña de "bloqueo" contra la gigafactoría de Tesla responde a la promesa verde de los coches eléctricos. "No son la solución. Son la continuación de la locura del transporte individual por otros medios" —reza el manifiesto de convocatoria de la organización— "Y eso no es ni sostenible ni ecológico".

El agua, en peligro

El rechazo a la gigafactoría de Tesla también se debe al elevado consumo de agua de la planta que, consideran, podría poner en peligro el suministro hídrico para toda la región. En 2023, Tesla se 'bebió' 451.654 metros cúbicos de agua, según documentos internos obtenidos por el diario Tagesspiegel. Aun así, eso supone poco más de un tercio de la capacidad máxima para la que tiene permisos, de 1,3 millones de metros cúbicos.

Tala de árboles en los bosques de Gruenheide durante la creación de la fábrica de Tesla (imagen de 2020).

Tala de árboles en los bosques de Gruenheide durante la creación de la fábrica de Tesla (imagen de 2020). / EFE

Los críticos temen que el uso de productos químicos pueda contaminar las aguas residuales e impactar tanto la flora como la fauna de la zona. La Asociación del Agua de Strausberg-Erkner (WSE) denunció en febrero que Tesla habría vertido al sistema de Grünheide hasta seis veces más de fósforo y nitrógeno refractarios —sustancias peligrosas— de los permitidos, según un informe visto por el medio Stern. La compañía explicó que esa concentración de contaminantes se debería a que recicla "hasta el 100%" de sus aguas industriales.

Colonialismo digital

Aunque está en Alemania, la fábrica de Tesla es solo la punta de una "cadena de suministro neocolonial" cuyo impacto viaja mucho más allá de sus fronteras. Así, los manifestantes denuncian que las baterías eléctricas de sus coches se fabrican con minerales críticos como el litio o el cobalto, que se extraen de países con tensión hídrica como Chile o sumidos en el conflicto como la República Democrática del Congo. Lo recordó el activista botsuano Stephen Musarurwa en una concentración del pasado marzo: "Tenemos comunidades que no poseen ni un solo coche eléctrico, pero la cantidad de destrucción sobrepasa los límites de la humanidad".