HISTORIADOR ESPECIALIZADO

Dagauh Komenan: "Rusia se aprovecha de la forma dañina con la que Europa coopera con África"

El historiador Dagauh Komenan cree que Europa debe escuchar al pueblo africano y no solo a sus élites si quiere recuperar el peso diplomático que Rusia le está ganando en el continente

Dagauh Komenan el pasado viernes en la capital grancanaria.

Dagauh Komenan el pasado viernes en la capital grancanaria. / Juan Carlos Castro

HISTORIADOR ESPECIALIZADO EN ÁFRICA Y EN RELACIONES INTERNACIONALES

En 2019, durante una charla, el historiador Dagauh Komenan (1989, Costa de Marfil) advirtió de que la incursión de Rusia en Malí era inminente, pero lo tomaron a risa. Hoy la presencia del gigante eurasiático en el continente africano es una realidad que ha socavado la influencia de Francia. El experto plantea una solución: si Europa quiere restituir su peso en la zona, debe escuchar al pueblo africano y no solo a sus élites.

Usted asegura que África prefiere a Rusia , ¿por qué?

Porque hay una falta de conocimiento muy grande en Europa sobre el continente africano. Es una cosa de la que me doy cuenta al vivir aquí, en Canarias. Un ejemplo tonto es la bomba demográfica africana, que es el pilar de la cooperación entre África y Europa. Voy a decir una cosa que va a sorprender: si se coge a toda la población de África subsahariana y se la concentra en República Democrática del Congo, el resultado es la misma densidad de población que India. Toda la población de África subsahariana es menor que la de India. El segundo problema es que, como Europa no tiene clara esta realidad africana, se comenten muchos errores.

¿Por qué?

Porque en Europa se escucha a la élite africana o la diáspora que vive aquí. La gente de allí no tiene las mismas aspiraciones, son distintos. Los que viven allí son mucho más sencillos, les gustan cosas distintas. Esa desconexión entre las élites vinculadas a Europa y el pueblo se ha traducido en descontento y frustración. Por ejemplo, en 1994 los países africanos de la denominada Franzáfrica tuvieron que devaluar la moneda. De la noche a la mañana, la gente perdió la mitad de su poder adquisitivo. Esa decisión se tomó en París, se impuso. Esta serie de injerencias ha provocado un resentimiento entre la población hacia Europa. Pues bien, Rusia, China, pero también Turquía e India, se han aprovechado de ello. Nadie habla de India porque es amiga de Occidente.

Esa presencia rusa en África, ¿tira más por lo económico o por lo diplomático?

En la esfera económica Rusia solo es el 5% del comercio en África, pero al escuchar a los medios europeos parece que su influencia en este sentido es brutal. ¿Dónde es importante? En la esfera diplomática. ¿Por qué? Porque, después de la independencia, siempre ha existido la Franzáfrica, un sistema neocolonial que Francia utiliza para mantener bajo su órbita a sus antiguas colonias. Uno de los principales elementos de este sistema es la moneda. Soy marfileño y compartimos la moneda, el franco CFA, con otros trece países. Se fabrica en Francia y por ella tenemos que entregar la mitad del PIB a ese país. La mitad cada año desde 1960. Cada vez que un presidente africano ha intentado salir de ese sistema financiero, no sé si hay coincidencia, porque no soy complotista, hay un golpe de Estado o muertes. Ocurrió en Malí en 1966. La Franzáfrica ha visto en Rusia una vía de escape a este problema.

Parece que existe como un trauma asociado a Occidente.

Exactamente. No es tanto la colonización en sí, sino que la depredación sigue hasta la actualidad. Entonces, la mentalidad que se ha instalado es: "si no podemos contar con el apoyo de ningún país occidental, vamos a contar con los enemigos de Occidente".

¿La influencia china y la rusa se solapan o se complementan?

Hay como un tándem. Uno vende seguridad haciendo el papel de matón, Rusia, y el otro, China, es el que financia. Sudán es el ejemplo perfecto. China compra y Rusia pone una base militar. Para eso los rusos tienen al grupo Wagner, que aporta seguridad a los países que temen represalias de Occidente por realizar acciones en contra de los intereses de Europa y Estados Unidos.

¿En que países actúa Rusia?

Sobre todo en Malí, República Centroafricana, Sudán y Libia. Generalmente, hablamos de países que sufren situaciones de conflicto en los que, de una forma u otra, Occidente tiene parte de la responsabilidad y no quiere ayudar a ponerle solución. Por ejemplo, en República Centroafricana, en 2016, el presidente francés, François Hollande, decidió poner fin a la intervención francesa en el país. Salieron porque hubo elecciones democráticas mientras había tres movimientos rebeldes en activo. El Estado africano, buscando apoyos, encontró al Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Seré Lavrov, y ahora República Centroafricana es el epicentro de la intervención rusa en el continente. Lo mismo pasó con Malí después del golpe de Estado auspiciado por los franceses.

Antes nombró al grupo Wagner. ¿Qué papel juega en la incursión?

La clave es que Rusia interviene en África sin poner en riesgo a su ejército. Para ello, utiliza a Wagner, una organización paramilitar que funciona como una empresa privada. Es la que actúa en las bases rusas del continente. Pero Wagner va más allá de la seguridad, también comercializa con la extracción de oro o la importación de cerveza en estos países.

¿Esta empresa está detrás de los golpes de Estado que se han producido en los países del Sahel?

No se sabe con certeza, se aprecia que si están detrás de alguno, ha sido de forma indirecta. Es curioso porque, por ejemplo, en Libia, Francia y Wagner están en el mismo bando. Apoyan indirectamente al general Jalifa Haftar, que controla el Este del país. En Sudán la situación es más complicada. Wagner, Rusia, está jugando en los dos bandos del conflicto.

Ante la intervención rusa, ¿Francia no actúa para recuperar influencia?

Pues no, no está haciendo una contra ofensiva diplomática. Rusia se ha asegurado de tener un fuerte apoyo del Gobierno en los países donde se instala. En la República Centroafricana hubo casi una contra ofensiva. Francia apoyó a los rebeldes y Rusia al gobierno. Wagner estaba ahí.

En resumen, Francia está perdiendo su influencia en África.

La única influencia que le queda es sobre la élite. En Níger, donde Francia trasladó las fuerzas que estaban en Malí, hay protestas todos los días para que se vayan, pero el gobierno dice que no, que Níger y Francia tienen buenas relaciones.

¿La guerra en Ucrania tiene algo que ver con que Rusia haya puesto el foco en África?

Mucho. De hecho, la influencia rusa empezó a ganar peso en el continente a partir de 2014 con la invasión de Crimea. Siguieron el modelo chino. Este se basa desde la década de los 90 en dar una salida al ahogo que las instituciones de Bretton Woods, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, instituciones occidentales, producen a los países africanos.

Por lo que cuenta, parece que en África se libra una especie de nueva Guerra Fría.

Y lo que me da miedo es que la Guerra Fría ha sido fría en Europa, pero en otras partes del mundo no.

Algo importante también es el yihadismo, ¿Rusia se aprovecha de eso para introducirse?

En el continente africano, a diferencia de Oriente Próximo, se ve al yihadismo como una forma de extrema derecha islamista. Rusia se vende como la salida de todo este conflicto. Ellos lograron derrotar a los yihadistas en Chechenia, así que vende ese logro. También vende que han ayudado a Bashar al-Ásad a derrotar a los yihadistas en Siria.

¿Qué va a pasar de aquí a unos años?

Creo que Rusia es una oportunista. El actor que tiene que proponer una nueva asociación es la Unión Europea. Por muy paradójico que puede parecer, a los africanos les encanta Occidente. Si vienen aquí es porque les gusta. Si no van a Rusia y vienen aquí es porque su modelo, su forma de pensar es más cercana a Europa que a Rusia. Pero la forma que tiene el viejo continente de cooperar es muy dañina y de eso se aprovecha Rusia. Europa debe escuchar lo que los africanos tienen que decir.