CAMBIOS EN LA TELEVISIÓN

Los alcaldes de las zonas rurales de Galicia, preocupados por el apagón de la TDT: "Es una nueva forma de marginación"

Municipios como Folgoso do Courel o Crecente alertan del riesgo de que miles de hogares situados en zonas de sombra queden sin televisión tras el cambio decretado por el Gobierno central el próximo 14 de febrero

Una mujer trata de sintonizar su televisión.

Una mujer trata de sintonizar su televisión. / BERNABÉ / GUTIER

Carlos Gayoso / Mateo Triñanes

La conversión de la definición estándar al HD en la Televisión Digital Terrestre (TDT) el próximo 14 de febrero tiene en vilo al rural gallego, que corre el riesgo de no poder adaptarse a este nuevo cambio. A partir de esa fecha, todos los canales de la TDT estarán obligados a emitir en Alta Definición (HD en sus siglas anglosajonas). Así lo prevé el Real Decreto 391/2019, del 21 de junio, que expone como principal motivo de esta medida la liberación de ancho de banda para ampliar la línea de red móvil 5G.

“En pocas palabras, lo que se va a hacer va a ser apagar todos los canales en baja definición que hay en España y encender los que se emiten en HD”, indica el ingeniero de Telecomunicaciones Javier Fernández. “La gente que tenga acceso a la conexión terreste tendrá que resintonizar su televisor. El problema viene para los decodificadores de satélite”, advierte.

Tal y como sostiene Fernández, los decodificadores de televisión por satélite se emplean cuando no hay acceso a la televisión por cable. Se comenzaron a implementar en la década de 2010, cuando se introdujo la TDT en España, en zonas de difícil acceso y conexión. El ingeniero estima que en Galicia puede haber miles de hogares afectados, sobre todo en lugares montañosos.

En cuanto al apagón del 14 de febrero, Fernández advierte: “Los decodificadores de satélite fabricados antes de 2017 no soportan la señal HD y, ahora, los que tengan estos modelos se van a ver obligados a sustituirlos por otros más recientes”. Un cambio que, según sostiene el ingeniero, “debería haberse dado con una mayor antelación”.

La novedad siembra numerosas incógnitas para los alcaldes del rural gallego, que todavía no tienen claro cómo abordarán la conversión. “Afectará al menos a 17 aldeas de mi concello”, sostiene la alcaldesa de Folgoso do Courel, Dolores Castro. “Tenemos zonas que se encuentran totalmente a la sombra y para poder ver la televisión tienen que recurrir a sistemas vía satélite”, indica.

En cuanto al apagón del 14 de febrero, Fernández advierte: “Los decodificadores de satélite fabricados antes de 2017 no soportan la señal HD y, ahora, los que tengan estos modelos se van a ver obligados a sustituirlos por otros más recientes”

A propósito de esto, Castro incide en que el paso al HD supondrá un alto coste para actualizar los receptores satélite en las zonas sin cobertura por cable. “A día de hoy, esos conversores cuestan 450 euros y solo los fabrica una empresa en toda España, que es Televés”, apunta la regidora, que hace hincapié en que el rural será “el gran perjudicado” a partir del 14 de febrero. “Estamos hablando de personas con una edad muy avanzada y pensiones mínimas. Hay un gran riesgo de que nos resulte muy difícil acceder a estos productos fabricados”, lamenta.

“Al fin y al cabo, se crea un agravio comparativo entre los vecinos que ya pueden acceder al TDT y los que ahora tendrán que hacer frente al coste de un nuevo repetidor adaptado para el HD por vivir en una zona de sombra”, reflexiona Castro. El Concello de Folgoso do Courel ya ha tramitado una solicitud de moratoria a la Administración central para postergar la conversión al HD hasta que los vecinos puedan adquirir los receptores y al Gobierno le dé tiempo a sacar una línea de ayudas.

Dificultades en varios puntos

La situación se repite en más puntos de Galicia. En el municipio pontevedrés de Crecente existe al menos una parroquia, la de Filgueira, que se surte de un repetidor de TDT que no soporta la señal en HD. “Es una infraestructura que depende del concello y de la Xunta, en este caso a través de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega)”, indica el alcalde, Julio César García-Luengo, que sostiene que ya se han puesto en contacto con las principales cadenas de televisión. “Nos garantizan que las generalistas se van a seguir viendo, el problema es con el resto”, apunta, por lo que entiende que será un grave problema “a medio-largo plazo”.

García-Luengo pone de relieve la incapacidad del ente local hacer frente al coste que supone la actualización del receptor. “Ya lo tuvimos que arreglar una vez cuando una tormenta lo quemó. Fueron 6.000 euros. Son gastos que un concello como el nuestro no puede afrontar en solitario”, recuerda el regidor. “Ya hemos hablado con Amtega para que nos proporcionen más información y encontrar una solución, que prevemos que pasará por las ayudas de los fondos europeos”, dice.

El regidor sostiene que esta modificación terminará suponiendo “una marginación aún mayor del rural”.

Jessica Blanco, vecina de Folgoso: “Siempre somos los grandes olvidados”

Entre los residentes de Folgoso do Courel reina la incertidumbre sobre cómo va a desembocar esta situación, aunque advierten que no es algo novedoso. “Vivimos exactamente lo mismo en el 2010, cuando se hizo la conversión al TDT y fue el apagón analógico”, explica Jessica Blanco, vecina de la parroquia caurelá de Visuña. “En aquel momento no nos pusieron un repetidor y tuvimos que adquirir dos receptores a satélite, uno para cada televisión. Nos subvencionaron parte del gasto”, indica.

Jessica incide en la diferencia entre recibir la señal por cable y por satélite. “En nuestra casa no recibimos todos los canales que llegan por TDT. La TVG2 no la podemos ver, por ejemplo”, señala. “La verdad es que en mi casa solemos ver bastante la televisión y aquí hay mucha gente mayor que la tiene como única compañía y ni siquiera sabe que se va a dejar de emitir”, apunta.

“Varios vecinos nos comunicamos con la empresa que fabrica los receptores y con la Administración local. La única solución que hay ahora es pagar con nuestro dinero hasta que no se emitan ayudas”, dice Jessica, que califica esta situación de “injusta”. “Siempre somos los grandes olvidados aquí, en el rural. Necesitamos que nos pongan un repetidor, que era lo que tenía que haber sucedido en el 2010, o bien que nos financien los nuevos receptores”, señala.