SUCESOS

Esther, la mujer a la que se tragó la tierra cuando caminaba por las calles de Vigo

El rastro de esta vecina de 70 años se perdió tras salir de su casa a comprar el pan

La mujer desaparecida, en la última imagen de ella que se conserva.

La mujer desaparecida, en la última imagen de ella que se conserva. / FDV

Marta Fontán

En enero de este 2023 había en España 444 denuncias activas correspondientes a personas de 65 o más años que permanecían desaparecidas. Uno de estos casos era el de Esther Moro Espinel, la vecina de Vigo de 70 años a la que se perdió totalmente el rastro tras salir de su casa del barrio de Teis para ir a comprar pan. Las búsquedas por tierra y mar, por la ciudad olívica y por la colindante localidad de Redondela, no dieron sus frutos.

Este domingo 24 de septiembre se cumplió un año desde la última vez que se la vio y tanto su paradero como lo que le ocurrió siguen siendo un misterio. Tras el despliegue de los días posteriores a la desaparición, el grupo especializado de la Policía Nacional de Vigo realizó en los meses siguientes nuevas gestiones y rastreos sin éxito. “No hubo resultado, no hay ninguna novedad”, confirmaban ayer fuentes de la comisaría viguesa. Tampoco consiguió nada la activa asociación SOS Desaparecidos, que mantiene en su página de internet y en sus redes sociales el cartel con la foto y los datos de esta mujer con la esperanza de que, aunque es difícil, surja alguna pista de la que tirar. “Nunca recibimos ninguna llamada relacionada con ella; es como si no la hubiese visto nadie”, se lamenta Wenceslao Yáñez, coordinador de esta entidad en Galicia.

El cártel de SOS Desaparecidos sobre la desaparición de Esther Moro.

El cártel de SOS Desaparecidos sobre la desaparición de Esther Moro. / FDV

Con motivo del primer aniversario de este caso, SOS Desaparecidos hizo un recordatorio de que Esther continúa desaparecida. “70 años, 1, 50/55, complexión delgada, pelo negro, ojos castaños, pantalón corto azul, camisa blanca”, concretan sobre ella en el cartel que ilustran con dos fotos. Una de tipo carné y otra más que tiene un enorme valor porque es la última imagen que se tiene de esta septuagenaria antes de que se la tragase la tierra. Porque aquel 24 de septiembre de 2022, tras salir de su piso para comprar pan, las cámaras de un establecimiento captaron a esta mujer caminando aparentemente tranquila por la calle en las cercanías de su domicilio. Esos fotogramas dieron aliento a los policía, parecían por fin un hilo del que tirar. Pero no hubo resultados: más allá de la certeza de que esta viguesa había salido efectivamente a la calle con rumbo hacia algún lugar, las imágenes nada más aportaron a un caso que continúa abierto y sobre la mesa en la comisaría viguesa, al igual que el del joven Jorge Joel desaparecido en enero de 2022 también en Vigo o el de la redondelana Manuela Barbosa, la vecina de Redondela de 66 años a la que se le perdió la pista en julio de 2021 cuando se dirigía a visitar a una de sus hijas en Arcade.

Protocolo de riesgo policial

El de Esther Moro fue un caso en el que la Policía Nacional activó el protocolo de riesgo por tratarse de una persona mayor que necesita medicación. En los primeros días y semanas tras su desaparición los agentes, que constataron que compartía vivienda con un compañero de piso, realizaron distintas gestiones que descartaron la existencia de indicios de criminalidad. Tampoco había razones para pensar en una marcha voluntaria. ¿Qué le había ocurrido? Se desplegó la Unidad de Guías Caninos que se trasladó con perros desde A Coruña para rastrear la zona de Teis donde las cámaras la captaron por última vez y lugares boscosos cercanos. No hubo éxito. Desde Teis, la búsqueda se extendió hacia Chapela (Redondela) y hacia Rande sin que tampoco se lograse resultado alguno. Y se obtuvieron imágenes de más cámaras sin que esta mujer volviese a aparecer en ninguna de ellas.

Casos como el de Esther, el de Jorge Joel o el de Manuela forman parte de esa minoría de desapariciones que, desafortunadamente, no se logran resolver en los primeros días tras producirse la ausencia. El último Informe Anual de Personas Desaparecidas, el publicado este año con los datos relativos a 2022, revela que casi el 50% de las denuncias “son cesadas” durante los tres primeros días, lográndose la localización de más del 67% de los desaparecidos en el transcurso de una semana. Cuando las desapariciones se eternizan, ese paso del tiempo cae como una losa en las familias y reduce las posibilidades de encontrar respuestas a los interrogantes.

26.003 denuncias en España en un año

El Informe Anual Personas Desaparecidas publicado en 2023 revela que en 2022 en España se registraron 26.003 denuncias por desaparición correspondientes con 16.252 personas (hay muchos casos que son reincidentes). Aproximadamente el 92% de las desapariciones son voluntarias y el porcentaje de denuncias correspondientes a varones es superior que el de mujeres.

Seis de cada diez casos son de menores

Por grupo de edades, la mayoría de desapariciones (el 63%) se producen en el tramo entre los 13 y 17 años. En cuanto a personas de 65 años o mayores de esa edad –como es el caso de la viguesa Esther Moro o la vecina de Redondela Manuela Barbosa–, representan el 4,1% de las denuncias totales.