EXTREMADURA

Las consecuencias de la sequía llegan a Extremadura: comienzan las primeras restricciones de agua

La mancomunidad de Tentudía corta el suministro en las casas de recreo y lo limita a 3 horas en los cultivos

La Junta urge al Gobierno medidas de apoyo en la región y el campo habla de "ruina" si no llueve pronto

Un hombre camina sobre un terreno seco en Badajoz.

Un hombre camina sobre un terreno seco en Badajoz. / EP

Rocío Cantero

En el campo extremeño se encomiendan al cielo para que en las próximas semanas caiga agua en cantidad suficiente para garantizar el futuro inmediato de sus cultivos; mientras, en algunas localidades de la región ya se están produciendo los primeros cortes de suministro. Y las previsiones son poco halagüeñas para unos y otros por el momento. "Si no llueve en 15 o 20 días, habrá que ampliar las horas sin agua y si en un mes no caen al menos 100 litros, tendremos que comenzar con los cortes dentro de la población", explica Manuel Vázquez, alcalde de Cabeza la Vaca.  

Esta localidad es una de las nueve que integran la mancomunidad de Tentudía, donde el pasado mes de diciembre acordaron un plan de sequía, que aprobó la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ante el bajo nivel del embalse del que se abastecen, el de Tentudía, uno de los más pequeños de la región. Está al 20% de su capacidad y tiene 1 hm³ de agua.  

De este embalse dependen, además de Cabeza la Vaca, Monesterio, Bienvenida, Montemolín, Fuente de Cantos, Calera de León, Fuentes de León, Segura de León y Godonal, en total unas 20.000 personas. En base a su plan de sequía, desde hace 15 días han iniciado restricciones en las zonas periféricas de las nueve localidades de la mancomunidad, que afectan a las segundas residencias y las zonas de ganado y cultivos que hay allí, ninguno de regadío. Para el consumo humano se ha restringido en esa zona de extrarradio y en los cultivos se limita tres horas diarias (entre las 9.00 y las 12.00 horas), pero dan por hecho que en las próximas semanas deberán incrementar la limitación de consumo y temen que en poco más de un mes las restricciones lleguen ya a todos los núcleos de población. 

Embalse de La Serena

En Esparragosa de Lares no tienen aún restricciones pero temen que puedan llegar a tenerlas si las precipitaciones no permiten recuperar la situación del embalse de La Serena, del que dependen. Está al 14% de su capacidad aunque al tratarse de la balsa más grande de España eso supone que acumula aún 473 hm³. "El chiringuito de nuestra playa está ya muy lejos de la orilla y si no llueve, cuando empiecen a regar, se distanciará más. Pero entendemos que en el campo se juegan su pan", dice el alcalde de la localidad, Fernando García.

Los cortes llegarán a los núcleos urbanos en Tentudía en un mes si no empieza a llover ya

De La Serena dependen algunas de las principales comunidades de regantes de la región, entre ellas la Comunidad General de Usuarios del Canal de Orellana, la más grande, con 6.000 usuarios y 58.000 hectáreas de regadíos. La previsión de dotación que les ha trasladado la CHG es del 24%, lo que les permitiría regar los cultivos permanentes y poco más. "Podríamos regar los frutales, pero no sabemos si para mantenimiento (evitar que la planta muera) o para producción, con una necesidad de riego mayor", explican desde esta comunidad. Los cultivos de maíz, arroz, tomate o girasol de la zona están en el aire hasta que a finales de marzo la CHG les concrete el volumen definitivo del que podrán disponer para esta campaña. 

No es el único embalse que preocupa, el de Orellana está al 24% y en el norte de Cáceres también los regantes que dependen del embalse del Borbollón (35%) se enfrentan a una campaña complicada si no empieza a llover.  

Los regantes de Orellana no saben aún si tendrán agua suficiente para producir

"No podemos estar esperando a ver si llueve porque parece que no lo va a hacer y el campo no pude esperar. Nos va la vida en ello. Preocupa el regadío, pero si no cambia nada, pronto también estará complicada la situación para el secano y la ganadería", señaló este lunes el dirigente de UPA-UCE, José Cruz, tras la reunión del Consejo Asesor Agrario de Extremadura (CAEX) convocado precisamente para abordar la situación de sequía que tiene en vilo al sector agroganadero. Se reclama a la administración agilidad "ante una situación que es dramática"; y ayudas directas si no llueve, para "minimizar la ruina que hay encima de la mesa".

La última gran sequía

En ese encuentro, la Junta de Extremadura trasladó a las organizaciones agrarias la petición que ha elevado al Ministerio de Transición Ecológica para que se elabore una "norma urgente" que sirva de amparo para la adopción de medidas, como exenciones fiscales o ayudas, que «alivien» la situación de los agricultores extremeños ante una sequía que no se da desde 1995, según explicó el secretario general de Población y Desarrollo Rural, Manuel Mejías. Pide que se publique un decreto ley de medidas urgentes que permita activar la flexibilización en pagos de la PAC, reducciones fiscales o ayudas de minimis, entre otras. En la reunión se estudió especialmente la situación de la cuenca del Guadiana, la que más inquieta en estos momentos. 

La Junta pide amparo legal para activar reducciones fiscales o ayudas de minimis

Las organizaciones agrarias advirtieron que al campo se le agota el tiempo y que es necesario que "medidas urgentes", en opinión de Juan Metidieri (Apag Extremadura Asaja). Pidió a la Junta que "tome cartas en el asunto y trace las líneas maestras de actuación para ofrecer certezas y no incertidumbres, puesto que las campañas están a la vuelta de la esquina". También reclamó a la consejera de Agricultura, Begoña García Bernal, "que no se ponga de perfil ante la situación de los regantes".

La Aemet no prevé precipitaciones abundantes

Los efectos reales de la sequía no se conocerán hasta el mes de mayo, pero el horizonte parece bastante complicado por el momento. La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no contempla lluvias en la región para las próximas semanas, más allá de algunas precipitaciones para el próximo fin de semana que pueden ser generalizadas, "pero débiles", apunta Marcelino Núñez, delegado de la Aemet en Extremadura. Los modelos hasta mediados de febrero no incluyen lluvias. "Pueden llegar en marzo o abril, pero es complicado que en primavera se pueda recuperar todo el déficit que arrastramos del otoño y el invierno", añade.