SORIA

El pueblo gobernado por el PSOE que no retira al general Yagüe de su nombre: "No se tenía que haber muerto"

La Ley de Memoria Democrática que entró en vigor el 20 de octubre establece que deben retirarse las referencias a la sublevación militar y de la dictadura y sus dirigentes

La opinión mayoritaria de los vecinos de San Leonardo de Yagüe, cuya alcaldesa es del PSOE, es que el general se mantenga en el nombre del pueblo: "Hizo muchas cosas buenas"

Un vecino de San Leonardo de Yagüe pasa frente al teatro cine dedicado a la figura del general.

Un vecino de San Leonardo de Yagüe pasa frente al teatro cine dedicado a la figura del general. / ALBA VIGARAY

 - Hola, buenos días, soy periodista, quería hablar con la alcaldesa.

- ¿Sobre qué tema?

- Sobre la Ley de Memoria Democrática.

- Espere… Le paso.

El tono de la llamada suena al otro lado. Una vez. Dos veces. Tres veces. Nadie responde al teléfono. Así en varias ocasiones. Un día tras otro. Al tercero, Belinda Peñalba, la alcaldesa de San Leonardo de Yagüe (Soria), responde:

- ¿Sí?

- Hola, alcaldesa, soy periodista, le llamamos por la Ley de Memoria Democrática.

- No voy a hacer declaraciones.

- Solo una cosa, ¿van a retirar al general Yagüe del nombre del pueblo?

- Buen día, hasta luego.

El pasado lunes. Hora de la sobremesa. Un molesto chirimiri sacude la pereza de San Leonardo (2.042 habitantes), un bello pueblo rodeado de pinares enclavado en las estribaciones del Cañón del Río Lobos, al sur de las Sierras de Urbión y la Demanda. Apenas se ven coches cruzando el pueblo. Siquiera personas. El rastro del general franquista Yagüe (1891-1952) está por todos lados. En el Teatro Cine Juan Yagüe, en la plaza del Consistorio, a la que da nombre, o incluso en el monolito en su recuerdo frente a la que fuera su casa.

José, un jubilado madrileño que pasa las vacaciones en el pueblo, va camino de la Cafetería El Hogar con la capucha del abrigo puesta en la cabeza para no mojarse. Tras preguntarle, guarda silencio un par de segundos, escudriñando al interrogador. “Es que no tienen ni por qué quitarlo ni ponerlo”, saca a la luz su malestar con el tema. “No estoy de acuerdo en eso [retirar su nombre]. Él ha hecho muchas cosas buenas por el pueblo. Las barriadas, por ejemplo. Pregunta a la gente, ya verás”.

El pasado día 20 de octubre entró en vigor la Ley de Memoria Democrática que establece, en su artículo 35, que serán “contrarios a la memoria democrática las referencias realizadas en topónimos, en el callejero o en las denominaciones de centros públicos, de la sublevación militar y de la dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura”, por lo que sus referencias deberán retirarse.

En el caso de los pueblos, en España hay un total de ocho “con nombres dedicados a quienes nos hicieron vivir la peor etapa de la historia más contemporánea”, según explica el abogado Eduardo Ranz, que lleva años exigiendo a los Ayuntamientos y a la Iglesia que cumplan con la Ley de Memoria Histórica en un primer momento y ahora con su ‘actualización’.

Cada tanto, realiza peticiones a ese respecto a las administraciones correspondientes. La última, a finales del pasado octubre. “No nos dan respuesta”, explica Ranz, que llegó a llevar a este municipio soriano a los tribunales para que hicieran cumplir la Ley, tras lo que 850 vecinos recogieron firmas para nombrarle persona ‘non grata’.

Monolito en recuerdo al general Yagüe en su pueblo, San Leonardo.

Monolito en recuerdo al general Yagüe en su pueblo, San Leonardo. / ALBA VIGARAY

Ante el persistente calabobos, el único lugar con actividad es el Bar El Hogar, que tiene en Soria la fama de tener uno de los mejores torreznos de toda la provincia. Camino de allí cruzando la plaza va Juan, unos 60 años, que tiene claro que el pueblo debe quedarse con su nombre: “Es que todas las casas de aquí para arriba las hizo él, las escuelas, el cine...”, enumera señalando el cercano colegio.

Por la puerta del bar se escapa el rumor de esas tardes de carajillo y partida. Un par de paisanos echan un cigarro en la puerta, cada uno a un lado de la enorme fachada, hablando casi a gritos porque si no no se escuchan. “Yo de esos temas no opino. De lo que ha pasado ya ahí queda”, suelta uno. La alargada barra está llena de clientes, en su mayoría jubilados. Una enorme pantalla ofrece imágenes del Mundial mientras en una decena de mesas se está jugando al mus o al guiñote, un juego propio de la zona parecido al tute pero con seis cartas. En los corchos del tablón de anuncios se anuncia un torneo de pelota vasca -un deporte que se sigue practicando todavía en pueblos del norte de Castilla- y una invitación a celebrar el día de la constitución con un “vino español” en la asociación de jubilados y pensionistas.

En una esquina, varios de ellos, Pedro, Juan y Eduardo, toman un cortado antes de echar la partida. “La mayoría del pueblo no queremos que lo quiten, si acaso alguien con la cabeza rota; es que él hizo el ambulatorio, el Cuartel de la Guardia Civil”, enumera uno, “y la escuela de artes, de la que salió la carpintería”. Ese fue el embrión de la fábrica maderera Norma Doors, el gran motor económico de la comarca que llegó en su día a dar empleo a 560 personas y ahora a poco más de 200.

“Si es que no se tenía que haber muerto. Si llega a vivir 30 años más este pueblo sería más grande que Soria. Él hizo barriadas aquí, en Soria, en Burgos. Si hay alguien que quiere quitar su nombre del pueblo es porque es comunista o raro de esos. Este pueblo era de los peores y lo hizo el mejor”, barrunta el más mayor, que tenía 14 años cuando murió Yagüe, en 1952. “Me acuerdo que vino el Ejército, los legionarios… Antes, un día, vino Franco con su coche, y me acuerdo que el general le dijo: ‘Puedes bajar tranquilo que estás en mi pueblo’”.

Muchos recuerdan con cabreo cuando, en 2008, unos desconocidos segaron la cabeza de la estatua de Yagüe de un monumento a la Legión enclavado en el centro del pueblo y que contaba con el lema de “Todo por la patria”. La cabeza fue encontrada 11 años después en la antigua estación de tren de San Leonardo. En lugar del monumento, construyeron en 2009 un sobrio monolito de recuerdo chapado en bronce: “A Juan Yagüe Blanco, hijo de esta villa”, reza la inscripción.

Una vecina se resguarda bajo el paraguas de la lluvia en una de las calles del pueblo.

Una vecina se resguarda bajo el paraguas de la lluvia en una de las calles del pueblo. / ALBA VIGARAY

“Eso fueron unos de Badajoz, allí fusiló a mucha gente, igual alguno era nieto [el general es conocido como ‘el carnicero de Badajoz’ por la violenta represión llevada a cabo tras la toma de la ciudad extremeña el 14 de agosto de 1936]. Pero mira, medio pueblo es descendiente de los que perdieron la Guerra, que vinieron aquí a construir las barriadas, y se quedaron, y nunca ha habido una queja. La guerra es la guerra”, suelta Eduardo, de unos 40 años, el más joven de todo el bar. Dice que no vota a ningún partido, pero que como gobierna la izquierda “no hay trabajo en ningún sitio”.

Afuera sigue lloviendo. Varias personas esperan a coger el autobús a los pueblos cercanos. “El abogado ese que anda pidiendo quitar el nombre se podía dedicar a cosas importantes. ¿Por qué no quitan entonces el ambulatorio, que lo construyó él? Aquí solamente quieren quitar las ideas. Con lo bueno que ha hecho...”, se le llevan los demonios a Andrés Yagüe. “Éramos familia, pero muy lejana”. Dice que no tiene trabajo. “Norma no funciona ya bien. Está todo arruinado. España está arruinada”, prosigue.

En un recorrido por el pueblo, de construcciones a lo sumo de tres plantas, es complicado encontrar a alguien que defienda que se cumpla la Ley de la Memoria. “Es que ha hecho todo por el pueblo, muchas cosas buenas”, suelta Félix, que guarda en su casa una fotografía del entierro y que va a buscarla a casa para enseñárnosla. “Aquí nadie quiere quitar su nombre”, explica mientras muestra la instantánea con el féretro del general saliendo de la Iglesia parroquial San Leonardo Abad, el templo herreriano del siglo XVII que marca el cambio de dirección de la carretera N-234 que cruza la localidad.

San Leonardo no es de Yagüe

Según los vecinos, la alcaldesa tampoco está por la labor de quitar el nombre. “Ella dice que está muy bien puesto y es verdad”, asegura una profesora de una academia que funciona como autoescuela mientras pasa frente al ambulatorio. “Yagüe trajo trabajo y trajo gente. Si no llega a estar él esto sería como Cascarejos [un pequeño pueblo cercano de apenas 170 habitantes]. Hizo hasta el alcantarillado y una hija suya promovió la construcción de la piscina. Sus hijas siguen viniendo por aquí y pasan muchas temporadas... Eso de la Memoria Histórica son movidas gilipollescas”, concluye.

Pese a la reticencia a cumplir la Ley de la alcaldesa, que no ha sido expresada en público todavía, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, sí afirmó recientemente que quiere llegar hasta el final: "Se va a cumplir en Soria, en Castilla y León y en todo el territorio". Con algún apoyo en la localidad cuenta aun así.

Un vecino muestra una fotografía del entierro en el pueblo del general Yagüe.

Un vecino muestra una fotografía del entierro en el pueblo del general Yagüe. / ALBA VIGARAY

“¿Qué quiten el nombre? ¿por qué no? Hoy en día no tiene razón de ser. Es que San Leonardo no es de Yagüe; Yagüe es de San Leonardo”, razona un operario que espera a que abran la ferretería del centro del pueblo. Una rara avis frente a la opinión mayoritaria. El trabajador ronda los 50 años, viste un mono de obra y prefiere no dar su nombre, porque reconoce que el tema es frecuente que sea motivo de disputa entre vecinos. “Es cierto que él se involucró muchísimo en el pueblo, con dinero incluso de él, la suerte de los pinos, por ejemplo, la daba para el pueblo, pero aquí todos colaboramos por el pueblo más o menos”. Aun así cree que después de todo lo ocurrido su nombre no debería ser reconocido en la toponimia de la localidad: “Es que fíjate la que preparó en Badajoz, tela marinera”.

Además de San Leonardo de Yagüe, hay otros siete municipios que deberían modificar su nombre, según el abogado especializado en Memoria Eduardo Ranz: Alberche del Caudillo (Toledo), Llanos del Caudillo (Ciudad Real), (Guadiana del Caudillo (Extremadura), Villafranco del Guadiana (Badajoz), Villafranco del Guadalhorce (Málaga), Alcocero de Mola (Burgos), San Leonardo de Yagüe (Soria) y Quintanilla de Onésimo (Valladolid). En este último pueblo también gobierna el PSOE. A preguntas de este periódico, el alcalde también lanza evasivas: “Ha habido peticiones y tal, pero aquí desde que se ha aprobado la La ley no tenemos nada”.